20 de Abril año 202X. Preparatoria. 8:34 a.m.

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Las mañanas heladas de diciembre enfriaban el ambiente y el vaho se tornaba visible, los abrigos pesados eran arrebatados de sus descansos en los armarios, la energía de las personas comenzaba a ser más apagada y un constante desesperó por buscar reparo y calor se hacía constante. Pero los adolescentes parecían ser inmunes a cualquier clima, en especial el salón 1-A, en específico el grupo de jóvenes que muy eufóricos rodeaban el pupitre de su compañero. ¿Qué estaba pasando? ¿Por qué tanto ruido? ¿Por qué tan temprano? Uraraka parecía ser la única que se daba cuento de aquello, Uraraka era la unica mas concentrada en terminar su onogiri antes de la llegada del profesor, aunque Izuku le insistiese en levantarse. Pero como de costumbre, el salón permanecía inmune a su mal humor, también a los gritos de aquel a quien festejaba, y seguían tan alegremente correteando alrededor de Katsuki para felicitarlo por su cumpleaños, en especial aquellas chicas que esperaban darle un postre casero que seguramente pasaron la noche horneando.

Bakugō, sonreía ante cada halago o deseo de "felicidad y prosperidad", le habían pedido que sea más amable con el resto y realmente estaba intentándolo para borrar su mala imagen. Aunque sus sonrisas fuesen fingidas, no era una mentira que se alegraba de recibir tales muestras de afecto, la sonrisa en sus labios no hacía más que ensancharse, la cual con desespero buscaba esconder bajo de rostro de "pocos amigos" usual. Al cabo de minutos, su atención se veía dispersa y aunque quisiese prestarle atención a los saludos y preguntas que seguían llegando sus ojos se clavan en la espalda de la muchacha de cabellos cobrizos que estaba varios asientos adelante observando a la nada, ¿debía esperar un saludo de ella? La idea pasó por su cabeza pero se fue al segundo, por muchos deseos de recibir al menos una sonrisa por parte de Uraraka, Bakugō sabía que ella no era así, ella simplemente prefería estar lejos, callada y observando.

Ochako, por su parte, aunque el ruido mañanero la sacase de sus casillas, sabía que Katsuki merecía eso y más. Para la joven, quien era incapaz de demostrar aquello, el rubio era una persona maravillosa, capaz de dar todo por el bien de sus amigos, era muy empático con los demás y su sonrisa no hacía más que iluminar a quienes la rodeaban y a ella le gustaba observar aquello, tal vez por eso se inscribió a la misma escuela y agradeció estar en el mimos salón, algo que seguramente el rubio no sospechaba en lo más mínimo. Todas son ese cualidades positivas que aparecían ante sus ojos parecía solo verlas ella, Katsuki era querido a la vez que la gente mantenía su distancia pues su actitud no era del todo amistosa. ¿Quien diría que alguien así se las arreglaría para ser el centro de atención? Y esa mañana, mientras los cumplidos y regalos hacían feliz a Bakugō, el dolor en su pecho la hacía no querer mirar atrás, por lo que ignoraba a Iida que rondaba a su alrededor esperando que la compañera restante vaya a saludar al celebrado ese día, ni siquiera ella podía adivinar si Iida solo estaba siendo un metiche o realmente le preocupaba la imagen positiva del salón haciendo que todos saluden a aquel que cumplía años. Ochako sabía que el joven merecía más, Ochako quería brindarle ese "más" desde el fondo de su corazón, pero sus palabras jamás salían, cuando hablaba con él solo podía comportarse como una chica distante y poco agradable a pesar del tiempo que llevaban juntos. ella simplemente prefería estar lejos y callada observándola ser feliz.

—Oye, Uraraka-chan. ¿irás al parque de diversiones por el cumpleaños de Konoha? Hoy hay un espectáculo de fuegos artificiales y nos pareció lindo detalle celebrarlo  en lugar de en un karaoke —la joven que trataba de terminar su comida miro con asco a su compañero por interrumpir su silencio, casi de inmediato miró al cumpleañero que estaba unos asientos por detrás de ella y este le sonrió. Uraraka lo miraba mal y él sonreía, ¿como podía ser tan bueno con ella? Mientras ella se ahogaba pensando eso, Denki se sintió incómodo por no recibir respuesta y se apresuró a decir algo más. —Sería bueno que fueras, no sé como lo sé pero a él le gustaría que sus compañeros de clases vayan, pasamos mucho tiempo juntos después de todo. Por si te interesa, nos juntaremos en la estación a las 5 p.m.

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