Capitulo 7

550 59 10
                                    


En cuanto piso nuevamente la mansión sintió un frío todavía peor que el frio de las mazmorras; desde el momento que bajo del tren se sentía triste, nervioso, pero sobre todo tenía miedo y solo empeoro cuando Dobby fue solo a recogerlo al andén, ya que sus padres estaban ocupados, nuevamente.

Sus amigos se despidieron asegurando que irían a la fiesta navideña de los Malfoy, que a pesar de que realmente no celebraban esa festividad, nunca desperdiciaban la excusa de realizar una fiesta que les recuerde a los demás del renombre de la familia.

En cuanto llego los elfos le recibieron diciendo que su madre estaba en el salón supervisando las decoraciones y su padre en su estudio, también le avisaron que ambos le esperaban. Subió hacia su habitación y tras cambiarse el uniforme bajo con su madre, sabía lo que pasaría en cuanto entrara al estudio de su padre y que su madre le castigaría si iba a verle después con una imagen "descuidada".

--Madre—hablo en voz alta en cuanto entro a la habitación, sus manos en la espalda para no tocar nada y arruinar la decoración.

--Draco, querido—sonrió su madre, dejando un poco descolocado a su hijo.

--Eh vuelto—aviso un poco indeciso por su actitud.

--Oh cariño, ya lo sé—dijo jovialmente mientras se acercaba a él y tomaba una de sus mejillas, esas muestras de cariño eran excesivamente raras en su madre y más si no estaban con invitados, pero cuando iba a hablar escucho una risa cercana.

--Tu hijo es tan tierno a pesar de tener ya 11 años—comento una señora de peinado alto y túnica azul que se veía bastante cara y que a su vez contrastaba con su anillo de diamante que resplandecía cuando acomodaba su cabello, aun si este parecía estar arreglado con magia de forma que no se despeinara.

--Lo sé, es un amor, quisiera que nunca creciera—sonrió aun más su madre lastimando sus mejillas por apretarlas tanto, debido principalmente a que no estaba acostumbrada a hacer eso, pensó Draco. Solo una mirada basto para que diera un paso al frente y tomase la mano que aquella señora extendida hacia él.

--Un gusto Madam—dijo besando el dorso de su mano ligeramente—mi nombre es Draco Malfoy, perdoné si interrumpí su plática con mi madre.

--Oh, además es todo un caballerito—sonrió aún más aquella señora antes de presentarse—Es un gusto conocerte pequeño Draco, soy Roseline Whitmen.

--Draco la señorita Whitmen es la esposa del nuevo socio de tu padre, ellos vendrán a la cena de navidad.

--Oh, Narcisa apenas soy un poco más joven que tú y ya tengo hijos, puedes llamarme Roseline

Draco escucho a medias los halagos entre ambas mujeres, sabia que su madre fingía que esa mujer era su amiga, lo hacia con cada esposa e hijo de los socios de su padre, siempre era lo mismo. Espero un par de minutos, pero cuando su madre no volteo a mirarle ni una vez más suspiro quedamente mientras decía:

--Una disculpa por entrometerme en su plática—hablo de forma solemne mientras hacia una pequeña reverencia hacia su madre y su visita—me retiro para dejarles solas.

--No te preocupes cariño, ve al estudio de tu padre, quería hablar contigo—contesto su madre apenas dándole un ligero vistazo antes de caminar del brazo de su acompañante hablando de tonos de flores y cubiertos, la señora Whitmen ni siquiera volteo a verle.

Subió las escaleras nuevamente con un nudo en las garganta, su padre sonaba cortante en las cartas, pero sin saber a ciencia cierta lo que Pansy, Crabbe y Goyle le dijeron de esos meses en Hogwarts no sabía que esperar, además de ello, el "nuevo entrenamiento" le ponía los pelos de punta.

Corazón Sin ElecciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora