4.0 "Hierba crecida"
Jules P.O.V.
La noche descansaba sobre mis hombros, mi pecho dejó de sentirse tan abrumado y empecé a ver todo con claridad nuevamente.
Cuando era pequeña solía tener estos tipos de ataques, llegue a romper muchas cosas involuntariamente en mi vieja casa, simplemente me cegaba por la ira y terminaba lanzando todo por los aires. Mi madre comenzaba a llorar por no saber cómo ayudarme, agarraba sus cigarros y se iba azotando la puerta dejándome a mi suerte. Poco a poco fui desarrollando un mecanismo para controlarme y no dañar a nadie, la solución era alejarme de todo, física y mentalmente.
Solté un suspiro nostálgico y me levante de la fría banqueta. Sacudí mis oscuros pantalones y saqué mi celular de mi pequeña mochila. Apenas logré ver que tenía dos llamadas perdidas de Stanley cuando este se apagó por falta de batería. Genial, lo que me faltaba.
Mire a mi alrededor y me di cuenta que estaba junto a unos edificios vacíos y vandalizados. Trate de mirar hacia mi alrededor para poder ubicarme pero no funcionó. Apreté las correas de mi mochila y comencé a caminar sin rumbo alguno. Todos los caminos llevan a roma ¿No?
Al pasar los minutos, los edificios se convirtieron en casas. Mis ojos se postraron en unas casas que estaban a mi derecha, eran viejas y se notaban que estaban abandonadas. Quise desviar mi mirada hacia mi lado izquierdo pero la vista era igual de inquietante, había un bosque completamente oscuro con enormes y frondosos árboles.
Un crujido fuerte proveniente de una de las casas hizo que parara mi camino y volteara rápidamente, la hierba estaba crecida y había muchos vidrios rotos en el suelo. ¿Habré imaginado ese sonido? Me acerqué un poco, hasta estar casi pisando la propiedad de aquella tenebrosa casa. Achiqué mis ojos intentando ver atreves de la sucia ventana. Cuando en un milisegundo me di cuenta que una persona dentro de la casa que me estaba observando.
Mi corazón paró por un segundo sin saber qué hacer. ¿Acaso moriré hoy? Mi piel se puso pálida y con el corazón la boca me eché a correr. Estúpidamente algo en mi cabeza me dijo que entrara al bosque a mi lado, así que eso hice. Corrí y corrí, adentrándome cada vez más. La ramas de los arboles parecían que me golpeaban intentando pararme de escapar de la persona que vi segundos atrás.
Mi cuerpo se comenzó a cansar, el pequeño desayuno que estaba en mi estómago no me podía proporcionar la energía que necesitaba para seguir corriendo. Comencé a disminuir mi velocidad poco a poco intentando calmar mi respiración, mis pulmones que ardían delatarían mi posición. Me sostuve de un árbol pensando en que me iba a desmayar, no sé cuánto tiempo me quedé así.
El ruido de unas pisadas me hizo agarrar las fuerzas suficientes para lanzarme a correr una vez más. Sin darme cuenta mis débiles piernas no pudieron dar más, terminé en el suelo raspándome la mejilla y la rodilla derecha. Las lágrimas nublaron mi vista cuando sentí que alguien estaba frente a mí. Supongo que hoy es el día de mi muerte.
-¿Qué quieres de mí?- Grité.
Un silencio inquietante se esparcía por el bosque. Después de unos segundos una persona salió de atrás de un gran árbol. Era una mujer mayor, estaba bien vestida y se veía preocupada.
-¿Jude?- Preguntó aquella misteriosa mujer. Comencé a temblar nuevamente, ese nombre lo conozco muy bien.
-Jules.- Digo murmurando a lo que sorprendentemente ella alcanzó a escuchar muy bien.
Ella me dio una mirada de estar apenada y se acercó a mí. Seguía sin darme buena espina así que retrocedí en el suelo. Ella entendió que estaba asustada.
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Weight of love//Sydney Novak
FanficTras la muerte de su madre, Jules Johnson se vuelve fría y oscura. Se munda con el hombre que dice ser su padre, Jeffrey Barber. Poco a poco Jules empieza a conocer los secretos de la pequeña Brownsville, incluyendo los de una chica pelirroja e imp...