Luz

536 48 39
                                    

Emilio.

Me sentia muy cansado debil, pero tenía que seguir intentando, tenia que poder escapar y pedir ayuda.

Mis manos comenzaron a dolerme, tenia sed mucha sed, me sentía mareado.

-Emilio- Escuche una voz desconocida -Emilio no te duermas, despierta-.

-¿Quien eres tu? -.

-Me llamo Max, tranquilo yo te ayudaré, Joaquín ya viene-

-¿Mi Sol ya viene? -.

-Si Emi, tranquilo yo te ayudare-.

Abri mis ojos y vi al chico, era alto, solo podia sonreír.

-Que haces- Era Alvino reconoci su voz, nos descubrio.

-Papá ya no puedes seguir lastimando a lo demas, ellos no tienen la culpa-.

-Eres un traidor -.

-Soy tu hijo, pero prefería que no fuera asi-.

Es su padre, y se esta revelando para ayudarme, se esta enfrentando a su padre por mi.

-Eres un fantasma, lo hiciste por ellos, por ellos -.

¿Fantasma?.

-Si, lo hice por ellos y por mi, porque senti que solo asi podia reparar el daño que le hice a Joaquín cuando intente matarlo-.

-¿Que tu que? - Fue lo que salió de mi boca al escuchar a Max hablar.

-Tranquilizate tu Emilio, que no se refiere a tu Joaquín, se refiere al otro Joaquín -.

-Si, asi es Emilio, pero estoy muy arrepentido y afortunadamente el ya esta con el chico que ama-.

-Que bueno- esa fue mi respuesta.

-Lo siento hijo pero no podras ayudarlos- En ese momento todo comenzó a incendiarse, el fuego comenzó a expandirse -Ahora que eres un fantasmas no puedes hacer gran cosa -.

-En eso te equivocas porque una parte de mi sigue viva, y mientras sea asi, aun puedo sentir y tocar, padre enserio te amo pero no puedo permitir que sigas haciendo daño-

Y fue en ese momento cuando Max atravesó el corazón de su padre con un arma de plata, podia ver la tristeza en la mirada de Max al ver a aquel hombre revolcarse de dolor.

El humo comenzo afectarme, comencé a toser y poco a poco mis ojos se iban cerrando, todo se estaba volviendo oscuro.

Joaquín.

Me quede congelado al ver el lugar en llamas, mi corazón comenzo a romperse.

-Emilio, Emilio- gritaba pero no tenía respuesta, todo dentro de mi se estaba rompiendo.

Mis padres me abrazaron, era un abrazo fuerte, porque sabian que en cualquier momento podría ir meterme con tal de salvar a Emilio.

-No hay señales de que haya una persona adentro- Dijo uno de los bomberos.

-Tranquilo hijo- Ni la voz de mi madre podía tranquilizarme.

Y a lo lejos lo vi, era Max, me sonreía.

-Lo encontramos, esta inconsciente, pero a salvo - Grito otro bombero, en ese momento corri al lugar, corri lo más rápido que pude y al llegar ahi estaba, sobre el pasto, y ahora entendi que fue Max quien lo salvo. Trate de buscarlo con la mirada pero ya no estaba.

horas después estábamos ya en el hospital, los doctores estaban atendiendo a Emilio, nos habían dicho que por suerte no tenía quemaduras y que pronto despertarian.

Sin Rostro [Emiliaco]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora