02. Percepción

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- ¡Señor Park! - el grito de una mujer llamó su atención - Por favor resista, ya estamos en su auto. Iré por su esposa, aguarde aquí por favor -

Después de aquello, el castaño no escuchó nada más que gritos de desconocidos pidiendo ayuda, nos segundos después lo llamaron.

- ¡Jimin! - el nombrado no sabía cómo reaccionar, estaba pasmado - ¡Jimin! ¿¡Estás bien!? -

- ¡Tn! - realmente no entendía lo sucedido - ¿¡Qué diablos está pasando!? - rompió en llanto nuevamente por lo frustrado que estaba.

- Jimin, debes tomarlo con calma. Por favor, tranquilízate - podía notarse con obviedad que se encontraba muy asustado - Iré por tu madre, mantente aquí dentro cuida de tu padre, se desmayó en cuanto lo traje hacía aquí. Por favor, no tardaré -

Cerró la puerta del auto detrás de sí misma, dirigiéndose nuevamente al interior del hospital, debía hacerlo rápido.

Su padre estaba a su costado izquierdo, por lo que entendió, se había desmayado. Lo único que hizo fue acercarse a él, tomar su brazo izquierdo y terminar sollozando en lo que Tn y su madre volvían.

...

El ruido de algo estamparse con la ventana del auto, hizo que se sobre-saltase en su lugar, su padre seguía inconsciente.

- ¡Tn! - gritó - ¡Mamá! -

- Jimin, tranquilo. El humo fué lo suficientemente fuerte para dejarla inconsciente - murmuró la pelinegra al ingresar al auto, exactamente al lugar del piloto - Iremos a mi casa, está retirada de aquí. Ahí me aseguraré que tus padres estén bien, tengo un pequeño consultorio. Estaremos bien ahí, el hospital no es seguro por ahora -

- De acuerdo... - seguía muy desconcertado por lo que había ocurrido, se límito a hablar.

El camino estuvo algo incómodo, aunque el ruido del exterior lo disimulaba un poco.

- ¡Maldición! - gritó Tn con frustración.

- ¿Te encuentras bien? -

- No, hay muchísimo tráfico, las personas se están desesperado - contestó con un semblante frío. Jimin no sabía qué más decir - Mierda... -

- ¿Qué sucede? - preguntó de inmediato al sentir la preocupación de la contraria.

- Está pasando lo mismo que en el hospital ¡Tenemos que salir de aquí! -

- ¿Como diablos saldríamos de aquí? -Jimin pensó. - ¿Cómo pretendes hacerlo? - preguntó.

- Abrocha tu cinturón - Jimin quedó algo aturdido, talvez no estaba pensando claramente - ¡Házlo! -

- ¿Estás conciente de lo que puede suceder? - ya no tenía miedo, estaba molesto de que pusiera en peligro la vida de sus padres y de paso la de él.

- ¡Lo sé! - gritó bastante irritada, con frustración removió su cabello - ¿Crees que yo no tengo miedo? No tengo la más mínima idea de qué diablos está sucediendo -

- ¡Tampoco puedes ponernos en peligro! - contestó enfadado - ¡Incluso tú! -

Se quedó callada y no dijo nada más. Nunca antes le había levantado la voz a una mujer, ni siquiera a su madre, se sentía muy avergonzado.

visión sangrienta | jmDonde viven las historias. Descúbrelo ahora