5 de marzo del 2018

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Spoiler alert: "La verdad no puede esconderse, al fin y al cabo todo saldrá a la luz."

El pueblo de Linston era uno de los más grandes del país, famoso por sus grandes cascadas y espesos bosques, rico en fauna y flora y otras cosas maravillosas, pero su característica más peculiar era que: todo siempre era patéticamente igual.

Han pasado dos días desde que asesiné a aquella chica, y los rumores de que una de las chicas del convento había aparecido degollada en el bosque pasó como pan caliente en la boca de todos. La policía de aquí es una de las más deficientes que he visto en mi vida, ni siquiera tengo que tomarme el tiempo de esconder el cuerpo, porque sé que no encontrarán ninguna prueba.

—Venus. —Mi hermano toca la puerta , pero no espera a que conteste y pasa, yo estoy en ropa interior, pero él ignora eso y se sienta en el pequeño sofá ubicado la esquina de mi habitación. —Creo haberte dicho centenares de veces que por favor, tengas la maldita delicadeza de esconder el puto cuerpo que asesinas. —Sus ojos miran directamente los míos, claramente está muy enojado. Su cabello rizado cae por su frente y lo hace lucir tan sexy, además el traje que usa le queda tan bien, tiene un ajuste perfecto a su trabajado cuerpo... Creo que no debería estar pensando así de Saturn, es mi hermano, y además está muy enojado.

~Es tu hermanastro, cabe recalcar.

Ignoro a la voz de mi conciencia y le doy una sonrisa falsa a Sat. —¿Por qué haría eso si te tengo a ti?, hermanito. —Él me mira como si no pudiese creer hasta donde ha llegado mi cinismo y yo muerdo mis labios en un intento de reprimir mi sonrisa, adoro hacerlo enojar.

—Te lo diré por última vez, no soy tu empleado Venus, no tengo la obligación de recoger el reguero que tú no quieres recoger, la próxima dejo todo tu desastre ahí y verás cómo te las arreglas, sola. —Se levanta de la silla y camina hasta mi armario, rebusca unos segundos y luego me tira un traje floreado. Yo narco una ceja. —Vístete y baja, que es tarde—me ordena y sale de mi habitación estrellando la puerta.

—Li priximi diji tidi ti disistri ihí —susurro para mí misma mientras me dispongo a ponerme el traje.

La situación con Saturn era la siguiente: su padre y mi madre se casaron hace unos 10 años, al principio él me detestaba, pero luego me tomó cariño y se dedicó a protegerme de literalmente, todos.

—Por favor, no llegues después de las 9 —dice acomodando su traje. Él había montado una agencia de investigación, después de que las muertes empezaron y los policías no pudiesen hallar los cuerpos, a Sat se le ocurrió la idea de abrir una agencia de investigación privada, y rápidamente se hizo reconocido, gracias a mí, su hermanita querida. Ese trabajo solo lo tiene para cuidarme, prácticamente a eso se dedica, a cuidarme. —No cigarros, no alcohol...

—No sexo con extraños, no amigos, no muertes por diversión. —Termino la oración por él y asiente complacido. —¿algo más, padre? —hago énfasis en la última palabra y él rueda los ojos.

—Todo es por tu bien. —Dice más para sí mismo que para mí.

—¿Qué tiene que ver el sexo con mi bien? —cuestiono y él se encoge de hombros.

—Puedes contraer alguna enfermedad venérea. —responde para luego darme un pequeño beso en la frente e irse.

Me pregunto si Sat tiene sexo con alguna chica, nunca lo he visto traer a nadie, ni hablar de nadie, siempre es tan pulcro, tan correcto, no bebe, tampoco fuma, es como el sueño de cualquier mujer.

VenusWhere stories live. Discover now