7 de marzo del 2019

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Spoiler: "Tal vez no eres un simple vampiro, tal vez eres mucho más."

—Si crees que por tener diecinueve no tienes que seguir mis reglas, pues puedes irte y mantenerte sola. —Hace una hora que llegué a casa, y para mi sorpresa, Saturn estaba bebido, y muy molesto. —Cuidarte, ¡Solo a esa mierda me dedico Venus! ¿Qué no puedes hacérmelo fácil? —me grita. Creo que nunca había visto a mi hermano tan enojado, y sé que tiene razón. Quería contarle sobre todo, pero... —De hoy en adelante te iré a llevar y te iré a buscar. Sin discusión. —sentenció. He aquí mi problema de confianza, Saturn creía ser mi padre, y solamente tiene 25, y se siente de 50.

—No seas exagerado, solo fui a una fiesta, como cualquier chica normal. —Él me mira sorprendido, y luego inesperadamente empieza a reír.

—Como una chica normal... —dice entre risas. —¿Como la chica normal que asesina o como la chica normal que no puede ver sangre sin volverse loca? —pregunta. Su risa a cesado, y su postura seria vuelve a aparecer. —Cómo la chica normal con hambre sexual anormal o como la chica normal que... —mira hacia otro lado. ¿Qué quiso decir? ¿Se quedó sin palabras?

~Iba a decir que él te gusta.

Imposible.

~Averígualo.

—¿Cómo la chica normal que está atraída por su hermano? —él luce sorprendido. Un incómodo silencio inunda la estancia por largos minutos, hasta que él se levanta y sin decir palabra se va a su habitación.

Mierda, mierda, mierda.

Si no lo sabía, pues ahora lo sabe, y si eso era lo que iba a decir, pues... La sensación sería igual. Con respecto a lo de mi hambre sexual, es verdad. Siempre quiero tener sexo, desde los 15 años un apetito sexual creció en mí, chicos o chicas, quien pudiera hacerme sentir bien, era bienvenido, pero mi atracción principal siempre fue mi hermano, quién me prohibió tener sexo por no saber de lo que era capaz de hacer mientras lo hacía. Una vez lo besé, pero se apartó de mí rápidamente y me reprendió, supuse que no habría chance. Y desde ese momento no pasa tiempo de "hermanos" conmigo, solo me habla para lo esencial y evita cualquier mirada que pueda ofrecerle, así que mi única ayuda, soy yo misma.

—Venus, hija, aléjate de él...

—¿Mamá?

Bip, Bip, Bip...

Eso fue... Es la primera vez que sueño con mi mamá, o bueno, con su voz. Normalmente solo la veo a lo lejos, mirándome, pero ahora había hablado conmigo. No creo que es nada real, pero su voz se escuchaba tan... Actual.

Entro a la cocina y Sat está recostado sobre la mesa tecleando su celular.

—¿Estabas en una fiesta ayer? —sus ojos me miran fijamente, cuando es así, sé que intenta ver si miento.

—Te dije que sí —respondo indiferente. Su mirada me sigue mientras tomo un pedazo de pan de la mesa.

Voltea su celular y me muestra la foto de un chico.

Este tiene el estómago abierto y no tiene ninguno de sus órganos dentro. Es pelinegro, con pecas y al parecer, era un chico tierno. Yo no hice eso, pero puedo asegurar quién fue.

—Debo irme. —tomo las llaves de la moto y salgo de la casa sin esperar respuestas de Sat. Ya me imagino lo enojado que estará cuando regrese.

Llego a la universidad y busco por todos lados a Lara, la chica de la fiesta. No es difícil encontrarla, siempre está rodeada de perros y perras falderas.

—Ven un segundo. —La llamo sin acercarme a su grupo, ella sonríe y se acerca a mí amablemente. —Había un chico ayer en tu fiesta, alto, cabello castaño, ojos verdes, medía al rededor de 1.80, vestía chaqueta negra.

—Oh, hablas de Trevor, es mi primo, vino a estudiar la universidad acá a Linston. ¿Por qué, te gusta? —Me dice con una sonrisa juguetona en su rostro.

—¿Dónde puedo encontrarlo? —pregunto ignorando lo que dijo.

—Está en la facultad de leyes. —Le agradezco y sin pensarlo corro a buscarlo, para mi sorpresa estaba sentado bajo el árbol de cerezas de la facultad. Camino hasta llegar hacia él y me siento a su lado, él ni se inmuta y sin despegar sus ojos de su libro de derecho dice:

—Supongo que lo viste —su voz tranquila le da un aura de paz al ambiente. —estuvo en la fiesta, en el momento en el que te fuiste, vino a preguntarme si podía ayudarlo a hablar contigo, me pareció muy tierno y una presa fácil de conseguir.

—¿Por qué lo abriste de esa forma?

—Por la misma razón que tú cuando degollaste a esa monja en el bosque, diversión. —asiento y miro al cielo un rato.

—Supongo que tendremos problemas con esto, Trevor... —doy un suspiro.

—No si llegamos a un acuerdo —No puedo evitar voltear mi mirada hacia él. No sé cuánto me convenga llegar a un acuerdo con Trevor, no me parece confiable, y si él es igual que yo, puedo asegurar que no lo es.

—Te escucho.

—Tú y yo sabemos que solo necesitamos dos cuerpos anuales para sobrevivir, todo lo que hacemos después de eso es por diversión, porque aunque queramos o no, estamos llenos de maldad en el interior. Tú por sobrevivir eres capaz de matar hasta a tu propio hermano...

—Nunca le haría daño a mi hermano.

—Eres capaz, supongo que llevas toda tu vida creyendo que eres un vampiro o algo parecido, pero Venus, tal vez no eres un simple vampiro, tal vez eres mucho más. —no respondo, no porque me haya dejado sin palabras, sino porque mi cerebro es lo suficientemente inteligente como para saber que lo mejor es no contestar. —Te propongo varias cosas: no lastimaremos a los familiares del otro, no más de 2 asesinatos mensuales y lo más importante: no nos lastimaremos entre nosotros. De ser rota alguna de las tres reglas, se anula el acuerdo.

—Perfecto. —acepto mientras me levanto del suelo y extiendo mi mano para solidificar el trato, él tira de esta haciendo que caiga y quede de rodillas contra el césped, se incorpora un poco y me da un beso, corto pero desestabilizante.

—Trato hecho. —dice mientras vuelve a sentarse de la manera en la que estaba y pone toda su atención nuevamente en su libro.

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⏰ Last updated: Dec 27, 2022 ⏰

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