Bond Painful - Parte única

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A los cinco años descubrió que tenía un alma gemela en alguna parte del mundo. El dolor y escozor se intensificó sobre la rodilla izquierda, causando que gruesas lagrimas brotaran de sus ojos amatistas. No entendía lo que pasaba en ese momento, apenas era un niño pequeño.

Su madre pacientemente le explicó que su alma gemela habría sufrido un percance y probablemente se lastimó y Zero sintió la réplica del dolor. Los ojos se agradaron, tocando tentativamente la piel sensible de la rodilla sin lesiones, pero aún sentía un dolor agudo. Se preocupó por su alma gemela y la tristeza lo inundó tanto que nuevas lagrimas descendieron por sus mejillas rojizas. Siendo consolado por su madre, que lo arrullaba, asegurándole que nada malo le estaba pasando a su alma gemela, pero su madre no podía saber algo que de lo que ni Zero estaba seguro. Era su alma gemela, no la de su madre.

Ese hecho se guardó en la mente de un pequeño Zero.

Tres años más tarde a la edad de ocho años volvió a experimentar un fuerte dolor sobre su hombro izquierdo, era como si estuvieran tirando fuertemente del hueso que unía el brazo con su hombro, la sensación de desgarro era desagradable que sin previó a aviso lágrimas de dolor salieron rápidamente de sus ojos. Eran las cuatro de la tarde cuando su hermano gemelo al verlo en ese estado lloró junto a él mientras llamaba a sus padres desesperadamente, pero ninguno de ellos podía ayudarlo, al igual que Zero no podía ayudar a su pobre alma gemela.

Esa tarde sombría prometió que evitaría lesionarse, porque no quería que causarle angustia y dolor a su alma gemela.

Se volvió más prudente, lejos de ser aquel niño que corría a subirse a los árboles o hacía audacias incentivado por su hermano gemelo. Tenía que ser responsable, porque no sólo el sufriría las consecuencias.

Una lenta caricia dejó sobre el brazo izquierdo cuando sintió un ligero ardor, no era tan agudo como las dos veces anteriores, pero le hizo preguntarse, ¿cuál era la causa?

Su madre siempre le sonrío cálidamente asegurándole que su alma gemela era un pequeño inquiero. Que no debía preocuparse mucho, pero Zero no pudo enviarlo al fondo de su mente.

Marcó un antes y un después en su actitud, mientras su hermano seguía siendo un niño encantador y que le encantaba jugar sin limitaciones, Zero se volvió más taciturno, disfrutando de estar en paz. Nadie más podría entender lo doloroso que era saber que esa persona que el universo le dio podría sufrir por su culpa.

Pasaron años de su niñez hasta que alcanzó los trece años. Su alma gemela parecía haberse calmado, apenas sentía una que otra réplica de dolor, tan sutil que apenas era perceptible. Solía soñar encontrar a esa persona y darle un sermón por no cuidarse adecuadamente.

Durante ese tiempo se volvió más responsable que antes, sus padres al principio lo vieron con preocupación, pero pudo ver lo orgullosos que estaban de él. Ichiru, su hermano gemelo era el más suave de los dos, dónde estaban los bordes afilados de la personalidad de Zero, estaba el cándido temperamento de Ichiru. Podían ser gemelos, pero el contraste entre ellos era doloroso.

Tenía sólo dos debilidades, una era su familia y otra su alma gemela, que, aunque no la conocía había aprendido a quererla. Era consciente que era una estupidez aquello, pero no pudo evitarlo.

Los ojos amatistas se cerraron, eran las once de la noche. Si bien era un viernes por la noche y no tenía clases al siguiente día, se sentía inquieto, esa somnolencia que le impedía poder sucumbir ante a Diosa del sueño que estaba envolviéndolo, pero no lograba someterlo por completo.

Un escalofrió fue el detonante, era como una pequeña descarga eléctrica sobre la base de su columna. Pudo hacer alusión a la posición poco ortodoxa sobre la cama, pero el dolor que le precedió a esa acción no pudo tomarse como inconexa. Tomó su brazo derecho y dolió al rozar las yemas de los dedos por la piel sin laceraciones, pero no se detuvo. Sintió como sus costillas ardieron tan fuertemente que le dolían los pulmones para respirar.

Bond Painful - Zero x Kaname Donde viven las historias. Descúbrelo ahora