Prólogo

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Admiración.

Admiración...

¿Admiración?

Namjoon no solía pensar demasiado en aquella palabra, en su significado, en lo que era para él.

La admiración viene en muchos tamaños, muchos colores, muchos olores... Es tan complicada como el amor. Tal vez incluso más.

Suspiró mirando a sus seis compañeros, todos ellos eran personas admirables, lo sabía aunque no pudiera definir la palabra con exactitud. Ellos eran fuertes, tenaces, inteligentes, comprensivos, divertidos, talentosos, muy talentosos. Él los consideraba como personas únicas, como amigos irremplasables, como los hermanos que nunca pidió pero que ahora quería más allá del cariño.


¿Nam, qué sucede?


Había olvidado mencionarlo pero también eran cálidos, personas con corazones enormes, tan grandes como solo una persona amable podría poseer. Le sonrió a Jin y negó, no le sucedía nada, solía perderse en sus pensamientos con facilidad y eso lo habían notado sus amigos. Al no obtener una respuesta el mayor suspiró, dándole una palmada en el hombro y alejándose, devuelta con aquellos chicos tan especiales que seguían riendo y hablando entre ellos.

Sonrió, ellos eran muy especiales para él.

Su vista viajó de uno en uno, deteniéndose en sus rostros sonrientes, en esos rostros que se esforzaban en mostrar hermosas sonrisas tanto para el resto como para sus fans. Lo sabía, él mismo lo vivía a diario, a veces el cansancio lo superaba y llegaba a pensar en que tal vez ese no era su lugar pero ver sus sonrisas, sus esfuerzos por mejorar y ofrecer más, ver como a pesar del cansancio seguían adelante, era suficiente. Era suficiente para seguir esforzándose y dar más de sí mismo para avanzar.


—Rapmon-hyung...


Volvió a la realidad cuando escuchó ese único llamado, solo una persona lo llamaba de esa forma, solo uno de los chicos seguía refiriéndose así a él a pesar de haber cambiado su nombre. Sonrió al ver sus ojos brillantes, siempre los había comparado con los de un ciervo por su brillo único que contenía curiosidad e inocencia, tal vez ya no eran los mismos pero de algún modo no perdían aquel brillo tan hermoso. Jungkook lo veía fijamente, parecía analizarlo más allá de su suave y relajada expresión, parecía ver a través de su mente nublada por pensamientos "innecesarios".


¿Pasa algo, Kookie?


—Hoy se ve muy pensativo, hyung. ¿Está bien?


Amplió su sonrisa y asintió, ese chico siempre se preocupaba por ellos, por sus hyungs, más allá de lo normal, más allá de sí mismo. El menor no lo sabía pero se lo agradecía enormemente, le agradecía el preocuparse por él así como él se preocupaba por todos ellos, pues sabía lo frágil que podía llegar a ser la salud y mentalidad de un idol por el desgaste continuo. Jungkook pareció no estar satisfecho, hizo un puchero y desvío la mirada hacia los demás, quienes habían dejado su "hora de juego" para verlos con preocupación.


—No es nada. Solo pensaba en cosas sin importancia...


Respondió al fin con voz suave e intentado verse seguro de ello, Jungkook volvió a mirarlo, esos ojos lo atravesaban y veían más allá. Finalmente, tal vez presintiendo que era algo íntimo o de lo que no quería hablar, asintió y se alejó. Perdiéndose por el pasillo hacia su habitación tras despedirse de sus mayores, los chicos también comenzaron a esparcirse por el lugar, dividiendose en sus actividades individuales. Nuevamente, pensó en lo admirables que podían llegar a ser, a pesar de tener tan cortas edades.


🎀Admiración 🎀 Namkook - Kooknam [Bts]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora