2. pestañeos

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Seré mis ojos, pensé en correr pero ella podía caerme a tras así que me hice la loca y seguí caminando, y en vez de dejarme lo que hizo fue que hablo mas fuerte ya no me quedaba de otra y voltee

- Si?. Dije

-  Que linda mirada tienes. –Dijo 

- G-racias. –Fruncí el seño    

- acompañado de unos bell…

- ¿le ayudo en algo? –la interrumpí antes de que se volviera mas incomodo

me miro justo a los ojos sin decir nada, sus ojos se iluminaron al hacerlo, se comenzó a acercar mas y mas, (¿pedófila o qué?) pensé, su mano se apresuro a mi cara, me puse del otro lado tomando el camino donde estaba, quedando a sus espaldas, volteo y su cara estaba más blanca que antes,  en si ahora estaba pálida puso su mano detrás de ella, yo no sé por qué seguía ahí,

-discúlpeme –dije y me marche-.


Apresure aun mas mi paso de manera que prácticamente corría voltee, ya no estaba ¡¡QUE CARAJOS!! ¿Adónde se fue? , ahora si corrí.

Al llegar a la casa de Axel toque a la puerta, el aquereso no abría, toque más fuerte
abrieron pero no tenía ni idea de quién era

-Discúlpeme y Axel. –dije con ansias

solo para dar una primera buena impresión

-Axel? –Respondió

-Si ¿no está?

-Aquí no vive ningún Axel

Abrí mis ojos como dos pesetas, simplemente las palabras
‘’no vive ningún Axel’’
resonaban en mi mente, habían varias explicaciones, o murió, o le atracaron la casa, o simplemente se mudo.

-¿Cómo que no? –fruncí el seño de forma confusa-.

- es enserio, ¿estás bien? –me pregunto-.

- no, nada –dije volteando y tratando de pensar donde podría estar-.

-¿Quieres pasar? –Dijo haciéndome el espacio-.

Estaba loca por decirle que sí, pero era un extraño, demasiada confianza.

-No, gracias –dije volteándome

solo el hecho de que tenía que volver caminado por el mismo lugar donde encontré a la rara vieja me daba cosa, pero no me quedaba de otra. Corrí hasta mi casa sin mirar a nadie que estuviera en mi camino llegue, la puerta estaba abierta y un carro parado afuera, entre a la casa sin darle mucha mente, era un joven de no muy alta estatura, tenía un sombrero que no dejaba ver su cabellera, vestido de traje y corbata negros a conjunto de sus zapatos, se veía que era un tipo de dinero, pero además de eso la pregunta era que hacía en casa, preferí no dejar que me vieran y entrar por la puerta de atrás, ente a mi Habitación todo igual, no tenia minutos para llamar al desgraciado de Axel.

estaba en mi habitación, me pase el día vagando, ya eran las 10:50 ya me iba a dormir, baje a la cocina para tomar un vaso de agua, subía las escaleras me frote los ojos, no sé porque, ya lo hacía sin darme cuenta, pestañee y cada vez que lo hacia la veía a ella  esa horrible cara, lo volví a hacer, y volvió y apareció, mire mi cuerpo  sentí una briza en mi cuello, como si me respiraban encima,  comencé a sudar, mi piel se erizo, y esa horrible sensación que sientes cuando subes la escalera de que algo te persigue estaba ahí, se acercaba mas y mas, me susurro al oído

´´Acompañado de unos bellos ojos´´

inmediatamente, me acorde de la frase que no deje que terminara la señora, no, no, no podía ser ella varios pensamientos llegaron, hablaban al mismo tiempo, me desesperaba mas y mas  
voltee…

 en la ventana, ese rostro , Ese cabello, ella, ella estaba ahí, sabía lo que me sucedía, sonreía, me alejaba escalón por escalón, pestañee, sus ojos brillaban, me miraba fijamente, esos ojos brillantes penetraban mi interior, mire a mi alrededor, , trataba de calmarme,  pero mi corazón se aceleraba cada vez que pestañaba, me apretaba el pecho, como si un luchador saltara justamente en mi pecho,  ya me comenzaba a faltar el aire, no podía mas, escuche unos pasos la silueta borrosa de un hombre se acercaba, y caí. 

un pestañeo, una muerte ...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora