La Paradoja de ser...

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Hoy confirmé una vez más que ya bastaba con eso de esperar algo más de las personas. No entiendo a ciencia cierta porque sigo esperando que llegue alguien que revolucione mi concepcion de la vida.

He hecho una cínica de mi misma, una criatura que solo vive para esperar el mal de parte de otros. Una persona incompleta y patética. ¿Por que me atrevo a soñar con ser diferente?
Soy incapaz de hablar por mi misma, de defenderme por mi misma, de ser parte de algo, soy simplemente incapaz. Empezó el día que acepté que nunca podría cambiar. Que nunca sería capaz de deshacerme de mis propios problemas, que mi papel en esta vida no era ni más especial, ni más esperanzador. Que nunca viviría una historia fantásticas de descubrimiento personal, que nunca disfrutaría de un amor trágico o una amistad legendaria. Empezó el día en el que acepté que el mundo en el que vivía no era ni fantástico, ni bueno.

Entonces comencé a soñar despierta. Pasaba horas mirando la pared imaginando historias, imaginado desenlaces, imaginándome a mi misma siendo parte de aquellas cosas que veía en la tele, que leía en el celular o que escuchaba en la escuela. Pero no me gusto, no me gusto ser parte de ellas. No era lo mismo pensar en mi misma como la protagonista de alguna de esas historias. Simplemente porque yo no me gustaba. Porque sabía lo defectuosa que estaba, lo aburrida y débil que era. Siempre he defendido a la protagonista que sabe hacer su camino, que sabe levantarse y que vive sin reparar en el que dirán. Quiero ser ella con todo mi corazón. Pero no puedo, por qué yo soy yo, y ser yo es una paradoja.

Empecé a soñar despierta más a menudo, me daba consuelo, me daba alegria. Pensar en mi cabeza que aquellas historias eran reales, eran vividas para mi. Pensar en un mundo diferente al mío.
Donde si existiesen los finales felices y las vidas perfectas. Ya sé, ya sé que no es realista. Que es demasiado malo idealizar algo con tantas fuerzas y vivir más allá que acá ¡Pon los pies sobre la tierra !¿pero por qué culparme? ¿Quien podría culparme si tales pensamientos solo me pertenecen a mí? No le hago daño a nadie, no perjudico a nadie a mi alrededor. Soy solo una persona triste. Una persona triste que le gusta soñar despierta.

Empecé a escribir, empecé a escribir porque me negaba a dejarlos ir. Me negaba a olvidarlos. Me sentí por primera vez en control sobre algo. El mundo que creaba era mío, mío para llenarlo con el dolor y con la alegría que yo quisiera. Ese es el poder de escribir, de imaginar, de pensar, de soñar. No hay consuelo mejor que ese para mí. Sé que el mundo no va a cambiar por más pandemias y desastres que lleguen, porque cambiar la naturaleza humana es ir en contra de lo que ya fue designado desde el mismo principio, para mí es un tabú. Quien es malo es malo, quien es bueno es bueno.

¿Yo? Yo me considero yo. Hay quienes dicen que soy malintencionada, presumida y arrogante. Hay quienes dicen que soy inteligente y trabajadora. No puedo responder esa pregunta porque ni yo misma lo sé, no sé en verdad quién soy. Pero creo saber lo que quiero ser y no puedo ser. Es la misma paradoja de la que hablé.No es posible cambiar la naturaleza de las cosas por más que intentemos lo contrario. Negar lo que eres trae consigo infelicidad, represion, trae consigo miseria. Bien he de saberlo yo, que he intentado toda una vida hacer una imagen aceptable de mi misma, y tratar de vender esa imagen al mundo. ¿Y lo que he conseguido? Infelicidad. Gente que me trata bien, gente que me trata mal. Gente, gente, gente. No vale la pena llorar, y no vale la pena esperar algo diferente.

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