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Isabel.

Me despierto al sentir un rayo de luz en mi cara, busco mi celular y veo la hora, 7:40, me espante por un momento, pensando que ya era tarde, pero después recordé que no tendría mi primera clase.

Me levanto poco a poco, pongo algo de música y me meto a bañar, cierro la llave y me pongo mi toalla, como tenía más tiempo de lo habitual pensé en arreglar mi cabello con unas ondas naturales, termino de arreglar mi cabello y decido usar un vestido hoy, escojo uno muy casual con el que me siento muy cómoda, unos zapatos lindos, algo de labial y un poco de rímel ¡linda!

Reviso la hora en mi celular y al ver que ya son 8:50 me presiono un poco más para llegar temprano, me dirijo a la cocina y como no tengo antojo de nada me decido por un poco de avena con yogurt, algo de fruta y una gelatina, ese sería mi desayuno.

A las 9:55 voy llegando a la escuela y aún no llega Carol así que me voy rumbo al salón, apenas iba en el pasillo y empieza a caminar junto a mí.

- ¡Isabeel! ¡Holaa!

- Hola mi niña. Creí que hoy llegabas tarde

- ¿Tarde? NUNCA

Chocamos las manos en señal de que estamos de acuerdo, si hay algo que odiamos es llegar tarde y es por eso que nunca pasa, o casi nunca.

Llegamos al salón y somos las primeras en entrar, la verdad nos causa satisfacción que sea así. Decidimos tomarnos fotos para perder el tiempo en lo que la clase empezaba, haciendo muecas divertidas. En eso, llegan Aidé e Isabella ¡wow! Aidé llegó temprano, guardo una pequeña risa al ver que llega Isabella, Carol la saluda y yo hago lo mismo, dejo que ellas dos platiquen un poco y saco mis cosas para la clase.

El día pasa con normalidad, bromeamos con nuestros amigos, tomamos todas las clases y llega la hora de la salida. Carol me dice que se tiene que ir rápido así que me despido de ella y tomamos nuestro camino.

Casi llego a mi casa, pero decido ir a un parque que está cerca, dejo mis cosas en una pequeña banca y me siento en un columpio para empezar a mecerme, me relaja mucho estar en este parque, me hace sentir mucha paz en mi ser. Me quedo ahí por un buen tiempo y al ver que se hace tarde decido irme, tomo mis cosas y me dirijo a mi casa.

Al llegar busco algo de comer y enciendo el televisor, veo una película, pero como no me gustó decido quitarla y mejor opto por seguir leyendo mi libro, recuerdo que tengo papitas que me encantan y las cómo mientras leo. 

Ya más tarde y con un poco de tiempo libre decido buscar en internet una mascarilla para mi cabello, amo hacerme cosas de ese tipo, siento que es un ratito en el que te das amor, después de enjuagar mi cabello, me pongo el pijama y caigo rendida.

Luz de vidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora