MOM [ALICE CULLEN]

3_ BAJO LA OSCURIDAD

Estaba en un bosque, todo estába oscuro.

Observó a un venado caminar frente a ella.

El animal salió corriendo, como si estuviera escapando de algo.

Vió una silueta saltar hacia el venado.

Le clavó los dientes en el cuello al pobre, luego, esa silueta levantó la cabeza en su dirección, con sangre al rededor de la boca, viéndola con esos ojos dorados, que brillaban de una manera aterradora.

Melody se asustó al ver quién era.

Alice Cullen.

Alice avanzó hacia ella, con una sonrisa cínica, mostrando sus colmillos.

La pelinegra pusó su mano en el hombro de Melody, mientras se iba acercando lentamente hacia su cuello.

En ese momento Melody despertó.

Todo había sido una pesadilla.

Se llevó las manos a la cara, limpiándose el sudor. Se había sentido tan real.

Miró el reloj que tenía al lado de la cama, eran las dos de la mañana.

Se iba a volver a dormir, pero escuchó un ruido en la planta baja.

Cogió un el bate de béisbol que le había dado su padre, para defenderse por sí fuera un ladrón, y bajó.

Esperaba ver cualquier cosa, menos lo que estába pasando.

Sebastián, estaba en el sofá con una chica rubia.

Se estában besando.

Había varias botellas de alcohol al rededor de ellos, eso significaba que estaban ebrios.

Pero aún así no le quitaba el sufrimiento a Melody.

Dejó caer el bate, el sonido del objeto caer llamó la atención de los dos, haciendo que mirarán hacia atrás.

—¡Sebastián! ¡¿Qué carajo está pasando?! — dijo la castaña con lágrimas en los ojos.

La chica rubia rápidamente se abrochó la blusa.

—Sofia, es mejor que te vayas— le dijo murmuró el chico.

Su acompañante asintió y salió de la casa.

Resulta que era la vecina.

Sebastián caminó hacia ella, con una mirada de muerte.

Seguidamente le dió una cachetada a Melody.

—¿Porque?— fue lo único que dijo ella, con una mano en su mejilla, dónde la habían golpeado.

Estába atónita, aún no creía que su novio, la persona con quién quería pasar el resto de su vida, le estuviera siendo infiel.

Sebastián no dijo nada, solamente la empezó a besar intensamente.

—S-Sebas...— intentó alejarse, pero su agarre era demasiado fuerte— estás ebrio, además, tu sabes muy bien que no estoy preparada para esto. ¡Me fuiste infiel idiota! ¡En mi propia casa!— Muy bien, ahora sí se estaba empezando a enojar.

—No me importa— murmuró él con brusquedad, pegandola contra la pared, empezando a quitarle la ropa.

Agarró un jarrón que estaba en la mesa, y le pegó a Sebastián en la cabeza.

Cayó inconsciente al suelo, con pedazos de vidrio en todos lados.

Melody le tocó el cuello, sintiendo su pulso.

Suspiró con alivio, si estába vivo.

Se acomodó la ropa, se dirigió a su cuarto.

Ya ahí se sentó en su cama, y empezó a llorar.

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Espero les gustará.
La verdad me encantó escribir este capitulo. Despúes de esto empieza a florecer el amor entre Alice y Melody.
¡Os quiero!