Sweet Misery
There was a time
When I was so brokenhearted
Love wasn't much of a friend a mine
The tables have turned, yeah
Because me and them ways have parted
That kind of love was the killing kind
Steve Rogers nunca se enamoró. Pasó su vida de flor en flor, de boca en boca, de cama en cama. No se detenía a pensar si lo que hacía estaba bien o mal, no le importaba, la verdad. Era joven, guapo y estaba decidido a disfrutar su vida al máximo. No amaba a nadie, y en el fondo, nadie lo amaba a él. El amor y él no eran buenos amigos, nunca lo habían sido. Ni siquiera cuando era un niño había conocido la bondad y la dulzura del amor de sus padres o del calor de una familia. Sus padres eran seres lejanos para él, siempre ausentes. Se casaron a los veinte años y se divorciaron a los treinta, jugando con él desde entonces, como si fuera un balón, una carga que se pasaba de mano en mano.
Había crecido con el corazón roto y por eso se dedicaba a romperlos también él, como si fuese un juego, y es que para él lo era. Se divertía muchísimo, pero cuando todo aquello terminaba, quedaba con una sensación de vacío tan desagradable que de inmediato tenía que buscar a otra muchacha que lo hiciera sentir vivo por unos momentos. Lo único que lo llenaba, que realmente lo hacía feliz, era tener un pincel entre sus manos y una imagen digna de retratar delante de él. Las aventuras de una noche y la pintura eran los pilares de su vida. Su destino. Sin embargo, su suerte cambiaría el día que llegó su carta de aceptación a la escuela de arte de la Universidad de La Sorbonne.
Ese fue el día más feliz de su vida. Por fin podría irse lejos de aquel ambiente decadente que él mismo se había creado, podría comenzar de nuevo e iniciar una vida donde nadie lo conociera, donde no necesitara una coraza, donde pudiera ser él mismo. Se despidió fríamente de sus padres en el aeropuerto y subió al avión, decidido a torcerle la mano a su suerte.
Listen...
All I want is someone I can't resist
I know all I need to know
By the way that I got kissed
Sus primeros días en Francia fueron más bien caóticos. Hablaba bastante bien el idioma, pero se dio cuenta de que "bastante bien" no era suficiente cuando todos hablaban a toda velocidad y él se daba cuenta de que se atrasaría en las clases si no se esforzaba más. Corría de un lado a otro, arrastrando sus materiales y sus libros, se perdía entre los edificios y siempre llegaba tarde. Se sentía completamente fuera de lugar, extranjero entre los extranjeros y eso comenzaba a desanimarlo. No había más estudiantes americanos y no tenía con quién hablar.
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Sweet Mistery
RomanceEl amor es la más dulce de las miserias... Shot perteneciente al #SongficRomanogersChallenge ;)