Cada Lunes (-SarawatTine)

Especial 4

"Stalking"

Especial número cuatro.

[Especial de terror]

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Eran aproximadamente las 3:31a.m.

Tine no podía dormir, tan solo daba vueltas en su cama como si eso lo aliviará.

Estaba nervioso, estaba sudando frío
Plena primavera y su cuarto estaba demasiado frío.

No era una casualidad...

Era algo más.

Tine siempre contó con la "suerte" de ver cosas que no debía

Cada noche alguien visitaba a Tine.

Todas las noches a las exactamente 3:33 a.m. se apagaban por si solas
Todas las luces de su casa.

Dejándo el lugar completamente negro.

Esto había empezado desdé hace un año atrás.

—Sarawat...

Murmuraba entre jadeos y gemidos él chico
Tocaba su entrepierna
Dolía demasiado, estaba fría y húmeda.

Era demasiado duró ahí abajo
Su cuerpo no paraba
No dejaba de sentirse así

Tocó con presión su estómago y deslizó hasta sus muslos.

Tenía calor...
Se levantó a tomar agua, era asquerosa la sensación de no sentirse seguro ni en su propia casa.

4:15 a.m.

Tine revisó su celular
Verificó la hora y soltó un gran suspiro.

Si le decía a su madre sobre lo que sucedía seguro lo tachaba de loco.

Tine estaba por regresar a su cuarto, de no ser por ver como una sombra pasó frente a él.

Estaba en la cocina

Era de madrugada.

Las luces de la cocina se apagaron.

Escuchó como corrían subiendo las escaleras

Sus ojos no podían ver nada, todo estaba oscuro

No veía pero podía sentir

Alguien estaba respirando en su nuca
Sentía aquella espesa respiración chocar con su cuello y nuca

No se atrevía a voltear.      

Estaba temblando, quería salir corriendo pero su cuerpo no se movía
Sentía que alguien o algo estaba detras de él

Tenía ganas de llorar
Demasiadas ganas
.
.

Despertó, estaba en su cama
Sus brazos estaban muy adoloridos
Estaba agitado, su sueño había sido tan real...

Se levantó de la cama y a los pocos minutos escuchó como el timbre de su casa era tocado

Después de haber terminado sus necesidades salió abrir

Era Sarawat, su mejor amigo.

—¿Que hacías? Me dejaste esperando como diez minutos.

—Estaba lavándome el cabello y los dientes, el tiempo es oro.

Sarawat asintió y entró a la casa de Tine sin el permiso del otro.

—Ah, que educado, claro que puedes pasar Sarawat.

Sarawat se acercó a Tine, tomó su rostro y comenzó a besarlo de una manera muy intensa

—Sarawat...