Me Quitaste lo que es Mío

Regreso a Casa: La Esperanza sigue Viva

Finalmente habían logrado su objetivo, luego de un merecido descanso y haber curado leves heridas, volvían a casa. El más emocionado era un pequeño rubio, quien caminaba a paso veloz. Su hermano y su maestro, lo miraban con una sonrisa. Incluso la batalla que habían tenido con Sasuke y el encuentro con Tobi pasó al olvido, por el momento

- Minato, tranquilo - hablo Kakashi - ya falta poco

- Lo sé - decía el menor- pero papá necesita esto

- Descuida hermano - habló Itaru - te aseguro que ellos nos esperan, además de que te vas a cansar más rápido

El rubio dio un suspiro y se detuvo, para esperar a su hermano y maestro. No muy lejos de ahí, alguien, como todos los días, esperaba impaciente en la entrada

- Amor, tranquilo

- Estoy tranquilo - sin dejar de ver al frente - ¿y si les paso algo?, ¿y si...

- Naruto - Itachi lo abrazo de la espalda - están con Kakashi, además, tú no eres el único que está esperando

Naruto miro a Iruka quien también estaba pendiente por ver una melena gris, eso hizo al rubio calmarse un poco cuando

- ¡Papi!... ¡Papá!

- ¡Minato!... ¡Itaru!

Naruto corrió emocionado a recibir a sus pequeños, a quienes abrazo con fuerza y no dejaba de besarlos, detrás venia Kakashi quien levanto su mano a modo de saludo al mismo tiempo que a Iruka se le dibujaba una sonrisa

- Mis bebés... - al ver los curitas- ¿Qué les paso?, ¿están bien?, ¿les duele algo?

- Estamos bien papi - hablo Itaru - solo que...

- Tuvimos... unos pequeños inconvenientes - intervino Kakashi

- ¿En serio? - Itachi lo veía serio

- Si y tus hijos tienen algo que mostrarte - Itachi y Naruto lo veían extrañados

- Y... cof, cof...

- Es cierto - Minato se quitó su mochila - papá, mira - sacando la planta

- ¿Acaso? - Iruka asombrado

- Si - sonrió Itaru - al final resulto que la planta si es real

- Y podrás sanarte papá y... y... - Minato trato de contener el llanto

- ¿Y que esperamos? - trato de sonreír Itachi - probemos la planta

Itachi seco las lágrimas que escapaban de los ojos de su hijo menor, aunque noto que había algo diferente, pero decidió darle prioridad a su salud y sobre todo, no quería preocupar más a su hijo. Cuando entraban a la villa, las personas sonrieron alegres de que los mellizos regresaran a salvo

- Bienvenidos

- Itaru-sama, Minato-sama que alegría que regresaron con bien

Los pequeños solo sonreían y reverenciaban, hasta que Karin salió a recibirlos

- Itaru, Minato - abrazándolos - me alegría que volvieron

- Tía mira - mostrando la planta - si existe, es real - sonreía Minato

Karin miraba asombrada la planta y solo sonrió, para después tomar un poco

- Con esto, Itachi-sama estará mejor