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Hal descansaba su cabeza en un banquillo en la taberna, estaba completamente dormido, había sido una noche pesada, se había embriagado hasta perder la consciencia.
— ¿Príncipe Henry?.— un hombre estaba parado frente a el esperando una respuesta.
—¿mm?.— Hal abrió un ojo.— ¿Una costumbre de visitarme?.
— Es su padre mi señor, esta muy enfermo, me gustaría discutir el reinado, su padre ha dejado grandes problemas en el reino, necesitamos que ayude en eso.
—¿Por que no lo habla con Tomas? Después de todo el será el rey.
— Lamentó decirle que eso no será posible, el joven tomas ha muerto, cuando usted venció a Hotspur el joven emprendió su viaje hacia ellos y lo han matado, se dice que peleó valientemente.
Hal levanto su cabeza y sus ojos se aguaron, su pequeño hermano había muerto un cuándo el intento evitarlo, esto es culpa de su padre.
—Llévame con el Rey.— se dirigieron hacia el castillo.
En el camino Hal iba recordando hazañas con su pequeño hermano, le quería aunque no lo dijera, Tomás era importante para Hal.
—¿Donde esta el mounstro?.— Hal gritaba en los pasillos del castillo hasta llegar a la habitación de su padre.
—¡Príncipe Henry el necesita descansar, esta muriendo!.— el arzobispo se atravesó en su camino intentado detenerlo.
—Lárgate.— Hal soltó con desprecio.
Se acercó a la cama de su padre y jalo las sábanas que lo cubría dejándolo con frío.
—¿Sientes frío padre? Que bueno que lo sientas, Tomas esta muerto por tu culpa, por tus enemigos.
—Hal, hijo mío, tienes que ser rey.— su padre tomó su cabeza delicadamente.
Hal se removía entre lágrimas.
Su padre murió y Hal se alejó de la cama caminando hacia los presentes.
Todo se hincaron ante su nuevo rey.
—Les dejo con la desdicha que es tenerme de rey, una persona a la cual desprecian, el hijo que el nunca quiso, de ahora en adelante los reinara alguien completamente diferente.
Después de que la corte discutiera y programara la coronación, Hal estaba listo.
Las campanas sonaban, la corte estaba reunida en el salón y Hal caminaba entre el largo pasillo para ser coronado.
Caminaba descalzo con una larga capa roja y pieles arriba, después de la ceremonia todos gritaron.
—¡Hail King Henry!
Estaba hecho, Hal era el rey de Inglaterra, y nadie podría tomar su trono.
Hal se encontraba sentado en su trono mirando a las personas a su alrededor y alguien se acercó.
—Tenemos noticias de Escocía.— el arzobispo habló.— El rey Faustus murió hace ya 5 días, es el momento perfecto para tomar su territorio, al parecer no seremos los únicos en intentar hacerlo, la princesa Anna tomará el trono pero será fácil quitárselo, necesita-.No vamos a tomar Escocía.—Henry intervino rápidamente.
¿Por que tendría que tomar escocía tan rápido? Sabía quien era la princesa, era amiga de su hermana más pequeña, Philipa, a ella no me gustaría que iniciara una guerra con una de sus mejores amigas.
Ya en la noche se organizo una fiesta de celebración por su toma del trono.
Había una gran mesa llena de comida para todos, hasta de sobra, se encontraba toda la corte, los duques, y muchas más personas importantes, tenía que abrir obsequios que llegaban de otros reinos para felicitar por su reinado.
—Mi señor.— un hombre se acercó a el y le entregó un hermoso jarrón.— Henry lo miro y se levanto de su silla.
—Este es para tu hermana, representará tu belleza siempre.—Philipa asintió con la cabeza.— gracias su alteza.
Su hermana era la reina de Dinamarca, se había casado ya hace unos años.
Abrió más obsequios hasta que llegó uno que llamó su atención, una pelota, de Francia, ¿Una pelota? Por qué abrían de enviar una pelota sin carta o sin ningún otro tipo de mensaje? Era algo ridiculo.
La cena acabo y todos se fueron, un hombre se acercó a él.
—Ese regaló es una falta de respeto para usted.—Hal rodó los ojos.
—Me da igual, nadie va a subestimar mi poder en el trono, y menos por una estupida bola que llegó de Francia.— se levanto y camino a su cuarto.

KINGDOM. | Timothée Chalamet |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora