Inside my mind/Dentro de mi mente.

Capítulo 5: Mente. Mente, mente, mente, mente, mente.

"Para manipular eficazmente a la gente, es necesario hacer creer a todos que nadie les manipula."
-John Kenneth Galbraith
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"¡¿Qué?!" Pensé en cuanto leí la nota.
"¡¿Cómo mierda tendré dulces sueños sabiendo esto?! ¡¿Qué diablos?!"
-¡No! ¡No!¡No! - grité mientras tiraba la lámpara de mi buró.
Escuché como mi puerta se abrió de golpe.
-¡¿Estás bien?! ¡¿Qué pasó?!

Era mi madre preocupada, sólo eso.

-Escuché un golpe muy fuerte y...

-Estoy bien, mamá. -la interrumpí- Gracias.

-Bueno. Está bien. De cualquier manera, te iba a preguntar que si querías bajar a ver una película con nosotros. Están pasando tu trilogía favorita... ¿Cómo se llamaba?

-¿Back to the Future? -le pregunté-

-No, no, uhmmm, Star Wars.

-Esa es mi segunda trilogía favorita, mamá.

-Si, bueno, baja a verla con nosotros.

-No debería por lo poco que me conocen. Ni siquiera debería considerarlos familia. -le dije, bromeando. Debía despistar cualquier duda.

-¿No consideras familia a aquellos que soportaron tus llantos de niño? -dijo riendo.

-Voy enseguida.

Y fui. Durante esos 387 minutos, olvidé todo. Las muertes, la niña, el mensaje, yo siendo un sociopáta... Todo.
Por 387 minutos creí que era una persona normal. Me sentía una persona normal.
Desgraciadamente... Era todo lo contrario.

Terminamos de verlas y fui a mi cuarto. Era tarde y estaba cansado, así que simplemente me tiré en mi cama.
No me di cuenta de que mi computadora seguía encendida hasta que escuché que me había llegado un nuevo correo.
Era el mismo tipo.

Decía
"¿Qué ocurre, querido? ¿Te sientes cansado tan rápido?"
Escuché como mi corazón se detenía. No contesté.

"Sé lo que debo hacer. Mantener la calma y un bajo perfil durante un tiempo. No debo matar durante un tiempo... Si, eso debe ser lo mejor." Pensé.

Y eso hice. Me adelantaré un mes en la historia, pues no hice nada durante un mes... Fui un chico normal, y no me gustaba para nada eso.
Aunque debo decir que durante ese mes, Lucy se encontraba... Distante. La sentía muy seria, alejada e incluso algo fría... Hasta llegué a dudar de ella.

Fuera de eso, fue un mes "normal".
Eso, hasta que un día, llegando de la escuela, me llegó una solicitud de amistad.
Se llamaba " Losé Todo"
Como era de esperarse, no había información o foto suya, así como no tenía amigos.
La acepté, estaba harto de este asunto.

En cuanto la acepté, me llegó un mensaje suyo.

-¿Qué ocurre, idiota? Llevas un mes sin hacer nada...

-¿Quién eres? - le pregunté.

-Debes extrañarlo mucho...

- ¡¿QUIÉN ERES?!

-No, no, no. Esperaba más de ti. ¿Enserio creíste que te lo diría así como así? Primero, necesito que hagas algo por mi. Ya después tal vez te lo diga. TAL VEZ.

No sabía que contestarle.
"¿Acepto?" -Pensé "Es la única manera de librarme de éste imbécil..."

-Está bien. -le contesté.- ¿Qué quieres que haga?

-Ah, eres tan fácil de manipular.

Eso creía él. No tenía idea de que lo mataría en cuanto supiera quien era.

-Ve a la calle Singer. Hay un idiota en la casa 32 que golpea a su esposa e hijos. Quiero que lo mates, no merece vivir.

-¿Crees que soy tu perra? O peor,¿Un justiciero?

-¿Quieres saber quién soy o no?

-Está bien... Primero, ¿Cómo sabes que los golpea?

-Digamos que... Vivo por ahí. Ahora, es todo lo que te diré, tienes dos días o iré con la policía. Hablamos luego.

"Idiota." Pensé. "Pero claro... Es obviamente alguien que me conoce. Y dijo que vivía por la calle Singer... ¡Claro! ¡Es Will! ¡Uno de los imbéciles que me enseñó el vídeo!
Oh, el idiota no sabe lo que le espera."

Y me dirigí inmediatamente. ¿El cansancio? Había desaparecido, me sentía lleno de vida de nuevo.

Fui a la calle Singer en mi motocicleta.
Me asomé a la casa 32, y efectivamente, el tipo los golpeaba.
Pero ese no era mi problema, no era mi culpa que la esposa fuera tan estúpida como para no demandarlo.

Acto seguido, fui a la casa de Will. "Casa 19.. Casa 19...." Pensaba.
La encontré.

Me puse unos guantes y subí por su ventana. Nunca creí que fuera tan difícil. Entré a su recámara.

"Diablos... El chico si que tiene problemas. Debería conseguirse una novia." pensé al entrar y encontrarme con miles de fotos de cosplayers con muy poca ropa.

Él estaba en su cama.
Me acerqué a él para asfixiarlo... Pero me deshice de esa idea inmediatamente. Quería que supiera quién lo mató. Quería que supiera porque lo mató. Y quería que sufriera.

Así que le susurré al oído
"Wiiiiiill... Despierta, queridoooo."

Abrió los ojos.
Me miró y casi grita.

-¡Matt! ¿Qué diablos haces aquí?

-Oh, tú sabes que hago aquí -le dije.- Tú decidiste jugar, pero yo gané.

Le tapé la boca con una mordaza y comencé a golpearlo con un bate de beisbol. Dios, como amaba hacer eso.

-¡¿Creíste que podías jugar conmigo?! ¡¿Utilizarme?! ¡No, señor! -le grité pero susurrando a la vez.

Lo maté finalmente. Escuché pasos provenientes del pasillo.

-¿Will? - dijo una voz femenina.

Era su madre. Comenzó a abrir la puerta y yo salí brincando por la ventana. Creía que no me había visto y me fui en mi motocicleta mientras escuchaba sus gritos de horror.
Me fui riendo.

Llegué a mi casa y dormí.
Al día siguiente me desperté feliz y fui a la escuela.
Al llegar, Lucy me abrazó llorando.
Ya sabía porque.

-¡Matt! Will.. ¡Will fue asesinado! -me dijo entre sollozos.

-Si, me enteré.- le dije mientras me puse a llorar falsamente. - Es tan duro... ¡¿Quién le querría hacer algo así?!

Y así fue todo el día. La escuela entera hablaba de lo mismo y yo tenía que llorar una y otra vez.

Llegué a mi casillero y lo abrí. Una hoja se dejó caer. Decía.

"Matt, Matt, Matt... ¿Cuándo aprenderás? No hiciste lo que te pedí, y encima, asesinaste al tipo equivocado.:)
-J"

"Mierda" pensé. "No otra vez."