Parte 3: Kazuma Satou ¡ese soy yo!

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— ... Ahora muere...

Dije eso con mi cara llena de sangre, mi ropa estaba rasgada, y ya no podía abrir un ojo.

Frente a mi estaba el rey demonio, prácticamente era una gigante armadura rodeada por un aura negra, la batalla fue dura pero ya estaba casi muerto, apunte mi arco hacia su cabeza... Y dispare.

El aura negra que lo rodeaba se disipó y una luz rodeo mis pies, como era de costumbre subí al cielo, esta vez sin morir, se sentía tan bien.

— Satou Kazuma, lograste derrotar al rey demonio...

Eris estaba frente a mi, yo estaba en la silla donde aparecía cada vez que moría, ella se veía muy feliz y calmada a la vez.

— ¡Eso, lo logré, si, al fin de vuelta al cielo!

Detrás de mi apareció Aqua.

— Aqua-Sama, bienvenida al cielo, ahora Satou Kazuma, se te concederá lo que quiera más tu corazón.

— Bueno Eris yo diría que...

— ¡No no no! ¡Yo me encargaré de eso Eris!

Aqua me interrumpió y se paro frente a mi.

— ¡Ahora HikiNini! ¿Cuál es tu deseo?

— ¡Aqua-Sama, ese es mi trabajo!

Ahora Eris y Aqua empezaban a pelear.

— ¡Soy superior que tú, déjame concederle su deseo!

— ¡Pero yo estoy a cargo de este mundo!

Después de un rato Aqua ganó.

— Bueno mi deseo es...

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— ... ¡Puedes besar a la novia!

Dijo Aqua muy emocionada, Megumin se encontraba frente a mi, se veía hermosa con ese vestido de novia, me acerque lentamente a ella y la bese.

Pude casarme con Iris pero tuve que rechazar eso por qué ya tenía algo con Megumin, de verdad me gustaría haber tenido dos esposas... Pero no era momento de lamentos, está era mi boda.

Salí de la iglesia con Megumin en mis brazos, nos fuimos de vacaciones unos días.

Regresamos y entramos a casa, Darkness se había mudado y Aqua ahora podías ir y venir de el cielo, a veces nos visitaban.

Una noche Megumin entro por mi puerta...

— Oye Kazuma, ahora que estamos casados deberíamos acostarnos juntos, ya sabes cómo una pareja casada...

Megumin estaba sonrojada, no sabía por qué no dormíamos juntos aún.

— Bueno, ven aquí a mi lado...

Dije eso mientras le daba una palmadas a la cama, ella camino hacia un costado de la cama y se derrumbó sobre mi.

— Creo que aqui es mejor.

Cuando dijo eso se acercó a mi cara y me beso.

— Si, mucho mejor.

— Bueno, también había otra cosa que quería decirte...

— ¿A si? ¿Qué es?

— Bueno, ya sabes, como estamos casados... Podríamos... Tener hijos.

Esta chica me estaba hablando de procrear, cielos, por primera vez en mi vida podría hacer algo así sin ser interrumpido por la diosa Eris...

Konosuba: ¿El futuro?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora