Capitulo 3

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Breve introducción:

Ya no lo aguantaba, no podría soportarlo pero debía, ¿Debía? No sé en qué momento se le metió en la cabeza que tenía que ser tolerante y aguantar todo lo que le estaba pasando, dar todo por los dos, ¿No lo valía? No, claro que no lo valía pero eso ¿A quien le importa? Él hacía hasta lo inhumano para satisfacerla pero nada la conformaba, siempre era poco, él siempre era poco para ella. Llegó el momento en que su mundo se apago, cada día lo mismo, ya no sentía, no podía, le hicieron creer que no debía, que las cosas eran así por que así debían ser, pero ¿Debían ser así las cosas? Pronto descubrirá la respuesta que vendría de la mano de una desconocida,. "Ella", y no estoy hablando de Verónica, lo ayudará a experimentar la felicidad por una breve fracción del día. No, no se enamoro ni nada por el estilo, solo le cautivó su forma de pensar y ver el mundo.

Fin de la introducción.

Recuerdo ese día, un miércoles 17 de julio, el tenía que trabajar pero justo el horario se cruzó con el entrenamiento intensivo así que tuvo que elegir, y solo por ese día decidió entrenar. Llegó al club y en la recepción había una muchacha, pelo castaño y labios finos, llevaba una cámara colgada del cuello y en su mano sujetaba un carnet que le mostraba al guardia mientras hablaba muy eufóricamente. Ella quería pasar a tomar unas fotos y luego se iba pero él no le concede el permiso. Alex se les acercó muy rápidamente.

– Ella viene conmigo – el guarda frunció el ceño pero luego asintió cuidadosamente, como dudando.

Una vez dentro le indicó que tomase asiento en las gradas y él se adentre al vestuario.

– Gracias por eso – voltea y le sonrió.

– No fue nada.

El entrenamiento duró tres horas en las cuales pasó de todo pero su atención no se movió de la chica medio bronceada que no dudaba en capturar cada instante con su cámara.

Habían pasado las primeras dos horas, estiramiento calentamiento y juego, cuando llegó el primer descanso, quince minutos en los que no dudo en acercarse a las gradas para ver lo que ella veía con tanta concentración.

– Ya casi lo tengo...– murmuró más para sí misma que para mí.

Su sonrisa se ampliaba cada vez más al pasar las fotos una tras otra, alex dio un paso más hacia ella pero por acto reflejo atrajo la cámara más hacia ella y la escondió de su vista vista, él ahogó una risa mientras admiraba su inocencia, se veía tan dulce con esos ojos verdes. Hablaron hasta que sonó el silbato que anunciaba el reinicio del juego.

Hablar con ella le volvió el alma al cuerpo, estaba motivado y lo demostró en la cancha, era él en su mejor momento. Iba por el tercer triple cuando noto por el rabillo del ojo el flash, ¡anoté!. Oyó un grito ahogado seguido de un festejo " Disimulado" desde las gradas, se le escapó una sonrisa al ver el regocijo que desprendía. Había obtenido lo que con tanto empeño busco, "La foto". Pasó un rato y ella se fue.

Pasaron 30' en los cuales no dejaba de ver hacia la puerta por donde se perdió su figura.

Terminó el entrenamiento y en los vestuarios no dejaban de joder o hacer chistes referentes a la chica que había venido con la cámara, no entiendo como pero el rumor de cómo entró se esparció como las cucarachas.

Antes de irse también pasó por la cancha en busca de una camiseta que había tirado al costado del aro, la encontró y volvió a mirar a las gradas para intentar sellar el recuerdo pero divisó que había una libreta en el suelo, al recogerla vio que era un DNI, "su" DNI. Gabriela lo había olvidado por accidente, luego se lo alcanzaría.

Salió y pasó por Verónica a su casa. Se saludaron como de costumbre solo que ella lo miró confundida como si se preguntase el por qué de su sonrisa.

– No me lo preguntes porqué que ni yo sé el por qué – se acerco para darle un abrazo pero noto un perfume varonil ajeno a ella y a él, decidió restarle importancia y fue directo al cuarto de baño a darse una ducha rápido antes de salir con ella.

Y como imaginaran, no pudo terminarla puesto que "Si amorcito" se puso a revisar sus cosas, las de el, y entre ellas encontró la libreta. Greñuda nivel Dios, quizás superior. Lo lleno de preguntas y acusaciones, él le dijo que solo era una fotógrafa que olvidó eso sobre las gradas, pero no le creyó e incluso se emputo, ya no había nadie que la revirtiera. Cómo estaba de buen humor le arrebató la libreta y la puso sobre la mesita de luz mientras buscaba una muda de ropa en su armario. Ella seguía vociferando y había elevado el tono de voz, se puso un poco agresiva e incluso le vacío el bolso preguntándose qué más debía encontrar para que acepte que le era infiel y que no la respetaba. Alex se callo la boca y guardó la libreta en el bolsillo trasero del pantalón, se agacho a por la ropa y el contenido del bolso para llenarlo y largarse cuanto antes, no quería seguir con esto.

Cuando iba a levantarse sintió como algo se hundía en su abdomen, una patada, seguida de un jalón de cabello tirándola de espalda al suelo. Un hombre, un put* hombre sin remera y en bóxer. Sabía que no estaba tan mal como para imaginar cosas.

– Ya se por que apestaban las sábanas – lo miro de reojo – Soy tan inocente que creí que te habías olvidado una toallita en algún lado – sonrió juguetón, más para su diversión que para provocarla.– ¿Así fue siempre? Viví engañado – explotó en risas, esto era demasiado bueno.

– No eres quien para hablarle de esa manera – lo interrumpí.

– Hay Verónica, haz que se calle o te lo tiro de una pata por la ventana y adiós "amiguito" – Alex le puso carita de cachorro mojado, se nota que está de muy buen humor. Sanando un paso a la vez.

Verónica gruño por lo bajo y le hecho pero antes de irse Alex le di un puñetazo a su "amiguito"

– Ups, No pude contenerme – le sonrió y se fue dando un portazo.

Hoy había sido el mejor día de su vida y lo disfruto al máximo, había logrado en minutos lo que no pudo lograr en más de 2 años y todo por esa charla sobre las clases de personas. Gracias a Gabriela comprendió que Verónica se había convertido en una persona absorbente, de la tóxica que hace mal, también le hizo ver que él es una persona con una falsa interdependencia que no está mal pero tampoco bien.

Llego a casa y se largó a llorar. Fue demasiado fuerte para el enterarse de lo que hacía Verónica, lo sabía pero no lo quería ver, más bien, no quería aceptarlo. Los siguientes días durmió el ciclo completo, rindió muy bien en el trabajo y entreno como nunca, fue una semana grandiosa. 

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Heeeey! ¿Se lo esperaban? Por que yo si, ya era hora, tenia que pasar y paso. (parodia del clásico "Se tenia que decir y se dijo" XD).

Nos vemos la semana que viene, Saludosss! <]3


Un principio, un final; ¿Cual?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora