Capitulo 12 (Por Camila)

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Me desperté al otro día. Candela me dijo que quería mostrarme algo del diario de Mía.
Estuve toda la mañana pensando en esas fotos, pensando en mi mamá, en la canción del Gran Rex, en su mirada de amor y en su actual mirada de tristeza.
Termine las clases y no tuve ni tiempo de ver que era lo que Candela quería mostrarme. Tomé un taxi y me fui para mi casa, mi mamá era la única que podía darme las respuestas que necesitaba.

- ¡Maa! - Entre a mi casa saludando.
- Cami, ¿Que haces acá? - Me dijo al verme con una sonrisa.
- Quería visitarte, te extraño. - Le dije.
- ¿Que pasa con vos, tanto amor de repente? - Dijo riéndose
- Nada. - Reí - Quería charlar un rato con vos.
Fuimos afuera y nos sentamos en los sillones de la galería.
- ¿Cómo te está yendo? - Me preguntó.
- Muy bien. - Le dije. - Tenemos una nueva compañera.
- Me dijo Manuel. La hija de Pablo.
Mi mamá cambió su mirada y movió su cara para que yo no lo notara.
- Ma, contame ¿Qué pasó con Pablo? - Le dije.
- Eh nada. Nada pasó con Pablo.
Yo sabía todo. Además su mirada me lo confirmaba. Mi mamá se ponía triste, pero saber lo que había pasado era la única manera de saber el porqué de su tristeza.
- Mamá. Soy grande. Me podes contar. Vi fotos, lo vi en tus ojos. - Dije
- ¿Que viste? - Me preguntó.
- Amor. - Respondí.
Entre pensamientos, a mi mamá se le dibujó una pequeña sonrisa y bajo la cabeza.
Le levanté la cara y le sequé una lágrima.
- Mamá, no puedo verte así. Necesito saber qué pasó. Vos lo querías mucho. - Dije.
- Si, mucho. - Y otra lágrima cayó nuevamente.
- Si se querían tanto ¿Qué pasó? ¿Por qué te hace mal recordarlo? - Le dije.
- Porque me hizo muy feliz. - Me respondió.
- Mamá, siempre me decís que hay que recordar lo que nos hizo felices. Que te acordas de Mía cada día de tu vida porque la quisiste mucho. ¿Que pasa con Pablo? - Le dije.
- Me hace mal. No estábamos destinados a estar juntos. - Me dijo.
- ¡Mamá! Si que lo estaban. Amaste a él como nunca amaste a nadie. Ví fotos, ví esas miradas. Ema me dijo lo mismo, lo de ustedes era verdadero. - Le dije.
Mi mamá empezó a llorar con más fuerzas. No podía verla así, pero hablar de esto era la única forma de soltar todo aquello que llevaba adentro hacia tanto tiempo. Mi mamá necesitaba hablar. Y yo necesitaba saber.
La abracé muy fuerte y ella lloró más todavía. - Fui muy feliz. - Me dijo en el abrazo entre llantos.

Cuando pudo parar de llorar a mi se me hacía tarde, Candela me esperaba. Tome un taxi y volvi al colegio. Llegue al cuarto y Ema no estaba.

- ¿Dónde estabas? - Me pregunto Candela. - Te busqué por todas partes.
Me senté en mi cama, tiré la mochila y me quedé mirando fijo las fotos de la pared.
- Fui a casa. Hable con mamá. - Respondí.
- ¿Cómo está?
- Mal. - Le dije. - Le hablé de Pablo.
- ¿Que te dijo? - Me preguntó.
- Poco. Lo amo mucho, me lo confirmo. Pero fue imposible saber porque terminaron. Se largó a llorar. - Dije. - La pone mal el tema pero ella necesitaba hablar y necesitaba llorar.
- Yo ya se porque se separaron. - Me dijo Candela y me pasó el diario íntimo de Mía.
Leí.

3 de Noviembre 2005
Hace muy poco que llegamos de gira. Candela es muy chiquita y nadie aparte de nosotros la conocía.
Nos fuimos hace mucho. No dijimos nada, escapamos. Estábamos incomunicados y muy pocos sabían exactamente donde nos encontrábamos.
Pablo y Marizza estaban mejor que nunca, pero apenas llegamos nos enteramos de algo muy fuerte.
Pablo tiene una hija. Ema se llama. Consuelo, su ex, quedó embarazada en aquel momento en que Pablo y Marizza tuvieron un distanciamiento de varios meses. Nosotros nos fuimos y no nos enteramos de nada.
La nena tiene la edad de Candela y los mismos ojos de Pablo.
Fue una noticia muy shockeante para todos.
Marizza, apenas se enteró se encerró en su cuarto y no hace más que llorar. Llora como nunca la vi hacerlo. Noche y día. No se como ayudarla.
Pablo también llora. No sabe que hacer. Su vida dio un giro de un minuto para otro y se siente muy culpable.
Se siente pésimo. Cree que, por culpa de él, Consuelo vivió sola el embarazo y que su hija nació y creció sin el sus primeros meses de vida.

Leí otra página que Candela me marcó.

7 de Diciembre de 2005
Pablo se va a España. Es la única solución que encontró. Quiere darle lo mejor a su hija y a Consuelo, aunque no la ame. Cree que debe compensar todo aquello que no pudo dar durante el embarazo y el parto.
Lo quiero mucho y no se como ayudarlo. No se si hace bien en irse y dejar todo incluyendo a Marizza. Pero también entiendo su dolor.
Marizza ya salió de su cuarto. Esta distinta, muy cambiada. Esta viviendo en mi casa. Es lo mejor para ella. Candela le hace bien y se que si no pueden detener mi enfermedad ella va a cuidarla como hija propia.
Sale todas las noches y no duerme en casa. Se ve todos los días con un tal Iturbe, uno al que solo usa para olvidar a Pablo.
Es imposible, lo ama y al otro hombre no, ni una centésima parte de lo que amó a Pablo. Si a ella le hace bien yo ya no se que más hacer.

13 de Diciembre de 2005
Marizza esta embarazada. Solo yo lo , nadie más. Me hace muy feliz saber que voy a tener un sobrino o sobrina. Es la única luz en los tiempos oscuros que estamos viviendo.

No pude más. Las lágrimas cayeron de mis ojos. Candela se sentó alado mio y me abrazó fuerte. Ya sabía todo. Sabia el porqué de mi vida y el porqué de la tristeza de mi mamá

Erreway, Asignatura Pendiente Donde viven las historias. Descúbrelo ahora