Prodigio (Zoro & Tú)

Mi Último Adiós

Zoro...

Malvado, cabezota, idiota. Me emocioné cuando te conocí, pensaba en hablarte al instante pero al final, solo te miraba de lejos.

De pequeña me operaron, así que iba periódicamente al hospital. Sabía que no estaba muy bien. Vi a mi doctor hablar con alguien en su consultorio, y supe que no me quedaba mucho tiempo.

¿Recuerdas que le dije a Perona que éramos novios? Mi mentira provisional te trajo ante mí, pero eras diferente a lo que imaginaba.

Eras más negativo y mezquino de lo que pensaba, eras cabezón y sé que me veías por el reflejo que daba a tu ventana. Tenías la voz más grave y eras más varonil de lo que pensé, pero como imaginé... eras una buena persona.

Todas nuestras citas fueron muy divertidas y las atesoré hasta el último momento.

Como cuando fuimos a que compraras una sudadera, cuando vimos películas en mi casa mientras comíamos pizza, cuando fuimos al cine, cuando comíamos  juntos en la escuela o como cuando te ayudaba con la tarea de matemáticas.

Es una locura que lo que no puedo olvidar sean esas cosas simples.

¿Crees que pude vivir en el corazón de alguien?  ¿Pude vivir en tu corazón?

Entraste como si fuera tu casa.

¿Me extrañarás aunque sea solo un poco?

Si te olvidara... seguro que vuelves como un fantasma.

No pulses el botón de reinicio.

No lo haré.

No me olvides.

Nunca.

Es una promesa.

Sí.

Me alegro de que fueras tú.
¿Te llegará? Espero que te llegue.

Roronoa Zoro... te amo, te amo, te amo.

Perdona por no poder estar más contigo, perdona por ser celosa, perdona por haberte besado tan arrebatadamente, perdona por darte celos a propósito. Perdóname por muchas cosas.

Sé feliz, vive plenamente y no mires atrás.

Gracias por todo, estuviste en mis pensamientos en mis últimos momentos de vida.

  
                                                       Tn.

Eres tan egoísta. Soy yo el que debería darte las gracias.

Pronto llegará la primavera.

El lugar en el que te conocí...

Una primavera... en la que ya no estarás.