El Señor de la Noche

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Y eso fue lo que pasó.

De un día para el otro terminé en otro mundo, y de un día para el otro dejé de ser humano y me volví una especie de hombre dragón.

Maldición, y justo cuando pensaba haber aceptado el resultado.

Me tomó más tiempo acostumbrarme a mi nuevo cuerpo. No es fácil cuidarte si medio cuerpo está hecho de metal, tienes cuatro ojos y escamas.

"¡Muere, maldita gallina!" (Cain)

Ahora los animales volvían a atacarme, y por supuesto que los que más vienen son las cocatrices.

¿No se supone que las cocatrices son animales míticos y extraños?

Ukyaaaaa

Con ese extraño chillido, la gallina serpiente murió. Y conseguí alimento al mismo tiempo.

Lo más difícil de esto fue el habituarme a escuchar una voz en mi cabeza. Sí, el dragón era sorprendentemente hablador. Decía que yo debería ir a algún pueblo y recopilar información suficiente como para poder destruir el mundo o algo así. Honestamente, ¿qué tan estúpidamente insistente se puede ser?

Por lo menos un día simplemente dijo 'he notado que mi presencia te importuna, así que me iré por ahora. Mi existencia seguirá en tu cuerpo, pero no me escucharás. De ese modo tu rendimiento no se verá reducido.' así que creo que me dejará solo.

Gracias al dragón, aprendí a usar magia. No es como si yo me hubiera vuelto un hechicero, sino que gracias al metal de las escamas puedo absorber el poder mágico de lo que me rodea y, esencialmente, robar los poderes de quien sea que esté en mi camino.

Algo muy útil a decir verdad.

El problema es que una vez al año mi cuerpo se envuelve en hielo por 1 semana entera. Creo que para que no me sobrecaliente y explote por tanto poder mágico que tengo.

Las primeras veces pensé que iba a morir, digo, si ustedes de repente se empezaran a congelar, ¿no pensarían lo mismo? Pero el dragón me lo explicó tranquilamente. No me adapté completamente hasta como por la vigésima vez, pero ahora estoy bien.

Con el tiempo he olvidado cosas. Lo raro es que olvido gradualmente mi vida en la Tierra, pero todo lo que pase en este mundo se queda cual memoria fotográfica.

Obviamente recuerdo cosas importantes; como a mi mamá, a mi hermana Jamie, la razón por la que vine a este mundo y otras cosas que probablemente olvide con el tiempo. Incluso, aunque suene increíble, olvidé cosas como mi propio nombre o mi cumpleaños. Cosas que han estado siempre conmigo y que son parte de mí, perdidas. Es algo triste.

También, cada vez que un monstruo venía por mí, aprovechaba y le robaba sus poderes. Para ser bestias, eran muy expresivas cuando eso pasaba.

Ah, casi lo olvido. No mencioné cuánto tiempo estuve aquí ¿cierto? Pues... Alrededor de 435 años. Diría que es mucho tiempo y estaría hecho polvo para este momento, pero al parecer los dragones no envejecen, o por lo menos no tan rápido como una persona.

En esos 435 años me volví una clase de coleccionista de magia. Es entretenido, ver qué magia consigo cuando encuentro monstruos y alguna que otra persona.

Por desgracia las personas siempre se aterran y me atacan así que los maté. ¡Pero fue en defensa personal! ¡No se confundan!

Cuando absorbo el poder mágico de alguien, me da la posibilidad de robar sus recuerdos y su energía vital también, así que creo que esta signita es realmente conveniente en varios aspectos.

Herencia DraconianaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora