Prólogo

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Quizás esta no sea un historia de superhéroes cualquiera, apenas recuerdo lo que paso aunque no entraré en tantos detalles, lo que les voy a contar es una historia real con un poco de relleno porque que sería una historia sin un poco de aquello.

Empezaré por lo escencial.

-Lunes 20 de diciembre de 2020

Este es el día más importante desde la fecha de mi nacimiento "mi cumpleaños" sin embargo, sabía que sería como el resto de mis cumpleaños durante estos 10 años, -una completa monotonía-, pues mi madre como todas las mañanas tenía que irse a su trabajo y no regresaba hasta altas horas en la noche aunque siempre traía una torta de chocolate inmensa, la repartía y con un silencio de felicidad vacía se iba a dormir.

Y no, no me siento triste por no celebrar mi cumplaños como se debe, con mi familia reunida, amigos y todos aquellos detalles que hacen de aquel día el mejor en la vida de una persona, me siento triste por mi madre porque aunque ella no lo diga se que se siente culpable por lo que le paso a mi padre.

Mamá es una mujer huérfana, nunca conocio a sus padres, estuvo hasta los 10 años en un orfanato, en donde fue adoptada por un par de ancianos que querían volver a sentir lo que era tener un hijo, sin embargo, nada resulta como quieres que resulte.

Cuando ambos ancianos murieron su hija de sangre se volvió dueña de todos sus bienes, ella estaba celosa porque sus padres le habian dejado la casa como herencia a mi madre, sin embargo, aquella mujer era una persona adinerada he hizo lo imposible para que todo pasara a manos de ella, cuando gano el jucio tomo la ropa de mi madre y la lanzo a la calle, a mi madre solo le toco mirar porque aunque tenía 18 años no sabía que camino tomar.

Nunca se rindió y a pesar de las adversidades, decidió buscar un trabajo para pagar sus estudios y empezó desde cero, conoció a papá en la universidad, se casaron y bueno el resto ya lo saben.
Papá le dijo a mamá que ella no trabaje siempre decía que tenía el mejor trabajo como para mantener a 3 generaciones, todo esto fue cierto hasta que el destino decidió mover sus hilos abruptamente.

-8 años atrás
-Martes 15 de agosto de 2012

Yo estaba sentado en la sala de mi casa estudiando para un examen que tendría el día siguiente, entonces escuche unos gritos en la cocina era una discusión entre mis padres, mamá le reclamaba a papá sobre una supuesta llamada, ella pensaba que papá la engañaba pero no, no era así, todo fue por culpa de una mujer que llamo y mamá contesto el teléfono, sin embargo, era un número equivocado, el vió el número y trato de explicarle pero mamá entro en un estado negación.
Las últimas palabras de papá que pude escuchar mientras me vía a mí y a mi madre fueron:

-"Yo nunca traicionaría el amor de mi familia".

Después de estas palabras, solamente cayó de espaldas y se fulminó su esencia de este planeta, mamá lo levanto, lo puso en el sillón llamo al 911, pero cuando los paramédicos llegarón ya era demasiado tarde, papá ahora vivía en la mente de aquellos que lo querían.

Mamá lloro durante semanas, sin embargo, cierto día volvió a revisar el teléfono de mi padre, reviso cada detalle y encontró algo que la destrozó aun más, eran los mensajes de una florería y una jollería, como su aniversario estaba cerca, papá decidió comparle flores y un anillo, además de una cena un lujoso restaurant.

Entre lágrimas decidió llamar al número que llamo aquel fatídico día y contesto una niña, aquella niña era la hija de la señora que llamo, y sí, efectivamente ella llamo aquel día a mi padre pero de forma equivocada, porque habia escrito mal el nuevo número de su esposo en su teléfono, mi madre le conto lo que paso y la señora para evitar cualquier mal entendido le envió una foto, era el número de su esposo, al compararlos era exactamente el mismo número con el único cambio de que era un 2 en vez del 3 de mi padre. Mamá siguió llorando y cerro la llamada.

Papá era un hombre de bien, a él le gustaba pasar tiempo conmigo y con mamá, hijo de una familia de "Alta sociedad" tanto así que le reprochaban el haberse casado con una huerfana en otro país, trabajaba como escritor para la revista local, aunque tambien tenía un fanatísmo por la astronomía, le gustaba observar el cielo todas las noches. Al igual que yo, pensaba sacar un libro pero cuando fallecío lo dejo a la mitad, además, nunca le puso título, decidí guardarlo en mi armario y me dije a mi mismo que algún día lo terminaría por él, pero con el paso de los años me termine olvidando poco a poco de él y del libro.

Sin embargo, hay algo de lo que nunca me olvido y es de aquella frase que me dijo cuando una tarde de verano me burle de mi primo al no saber multiplicar, ese día él fruncio el seño y me sento en su regazo, escribió algo en un papel y cuando ví lo que había escrito, me quede estupefacto, pues no tenía ningún número o palabra que escribir o decir, tan solo era ecuación de 2 incógnitas y aunque era fácil, en aquel tiempo solo existía la multiplicación de 2 números para mí, entonces, al no haber encontrado la solución solo me quedo escuchar:

-"Hijo, siempre observa al cielo, y recuerda lo infinitamente pequeño que eres, no tengas aires de grandeza porque hasta el más grande puede volverse pequeño cuando se encuentra en problemas"

En ese momento aquel juego de palabras tuvo un significado enorme para mí, cambió mi forma de ser y decidí ayudar en vez de reírme de los que no saben.

La Historia De Un Héroe: DilielDonde viven las historias. Descúbrelo ahora