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«Vigésima Sexta Flor»

—Estoy muy cansado— se queja el padre Park dejándose caer al suelo boca abajo, —Quiero darme un baño y dormir

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—Estoy muy cansado— se queja el padre Park dejándose caer al suelo boca abajo, —Quiero darme un baño y dormir.

Taehyung hace lo mismo volviendo a su forma humana y me asusta ver lo pálido que se ve, —Padre no es momento de quejarse— rápidamente me quito el suéter que cargo y lo rompo en pedazos, —Iré a buscar agua y algunas plantas, por favor, cuidelo en lo que vuelvo.

—De acuerdo— dice levantándose pero cuando estoy por irme la débil mano de Taehyung toma la mía.

—No te vayas, el bosque es peligroso y pueden haber cazadores por ahí— me dice sosteniendo me con fuerza.

Niego con la cabeza ofreciéndole una sonrisa, —Estaré bien, no tardaré y necesitamos detener la hemorragia, es hasta un milagro que no te hayas desmayado aún.

—¡El príncipe tiene razón!— exclama Park haciendo que Taehyung me suelte, —Te aseguro de que nada malo pasará. Estuve perdiendo nuestro rastro en el camino y cuando se den cuenta de ello, ya estaremos demasiado lejos.

Taehyung me mira preocupado pero finalmente suelta mi mano para dejarme ir, le doy una última sonrisa y antes de correr, me amarro las agujetas de las botas que el Padre Park me dió; el bosque se encuentra muy silencioso y es cierto que hay un gran temor en mi interior pero en estos momentos soy la única fuerza de tanto Taehyung como el padre Park, ambos están cansados y débiles, no puedo simplemente sentarme a esperar por ayuda porque ya no la habrá, ahora solo soy yo, —¡Bingo!— exclamo cuando veo unas plantas que uso para cerrar heridas. Y rompiendo un pedazo de tronco, llevo agua del río para calmar la fiebre.

En el camino de regreso pienso en Elizabeth y en Namjoon, ¿Que harán cuando vean que nos hemos ido?, Pienso también en el médico Min, ¿Como estará?, Me pregunto sobre aquel pasado triste que tuvo y también me pregunto, ¿En qué estará relacionado con los Lobos?. Hay tantas cosas que no pude saber y tantas personas a las que no pude ayudar. Pero tengo un plan a largo plazo que espero cumplir.

Volver y derrocar al Rey.

Sonrío al llegar en dónde los dejé, Taehyung está dormido al igual que el Padre Park, me acerco colocando trapos sobre la frente de Taehyung y hago la mezcla de plantas para colocarlas sobre la herida de su brazo y luego vendarlo con los pedazos de mi suéter, —Eso ayudaré, Tae— me inclino posando lentamente mis labios sobre los suyos, están resecos y algo maltratados, sentirlo así hace que me duela el pecho, él no merecía este trato, ni nadie lo merece.

—Lo amas tanto, ¿No es así?— me alejo apenado cuando la voz del padre se hace presente.

Y bajo la mirada avergonzado, —No te sientas apenado del acto que acabas de tener para con tu novio. Es amor como cualquier otro— él se levanta saliendo su ropa, —No, lo de ustedes cómo es como cualquier otro. Es algo más allá de lo explicable, un Lobo enamorado de un humano y ser correspondido, hacía cuarenta y cinco años no pasaba algo similar.

—¿Cuarenta y cinco?— pregunto confundido, —¿Cómo sabe usted eso?

—Bueno, mi mayor vicio es el hechizo para rejuvenecer, soy un mago que ama la belleza y juventud— Park hace una mueca cuando se estira, —Yo conocí a la última pareja de enamorados que constaba de una mujer Lobo y un humano.

Asombrado asiento con la boca abierta, pensaba que desde hacía 100 años los Lobos no tenían contacto con los humanos, —Entonces...¿Era un amor prohibido?

—Asies pero ellos se amaron hasta el último momento y tuvieron una hermosa hija— él se acerca palmeando suavemente mi cabeza,
—Yo la ví crecer convirtiéndose en una mujer encantadora.

La emoción se apodera de mi estómago al oírlo hablar, —¿Y que paso con ella?, Debe ser ahora una adulta muy respetada.

El padre Park suspira profundamente negando con la cabeza, —Lo sería si ella no hubiese muerto.

—¿M-muerto?— pregunto confundido y no sé porque siento como una puñalada en mi corazón.

—Esa mujer era tu madre— dice suavemente, casi susurrante.

Y es ahí cuando el nudo que se había formado se rompe, —Mi madre...— el sollozo se ahoga en mi garganta y siento una profunda tristeza al recordar la triste vida que llevo cuando fue llevada al castillo pero también me siento feliz de saber algo más sobre mis antepasados.

—Es una conciencia tan enorme que te enamorarás justo como tus abuelos lo hicieron—susurra y me sonríe alejándose, —¿Estás bien?

—Claro, me siento feliz de saber esto, gracias— sonrío dándole un abrazo y el sonríe dulcemente, —Por ahora debemos continuar, mientras más nos acerquemos a la manada, mejor.

—¡Si!— exclama y con su ayuda subo a Taehyung a mi espalda. Durante el trayecto nos vamos turnando para cargarlo, y cada cierto tiempo para curar sus heridas.

Y no puedo dejar de pensar sobre mis abuelos, ¿Que fue de ellos?, ¿Cabe la probabilidad que sigan vivos?, No lo creo, después de todo no habrían dejado sola a mi mamá. Ella no hubiese tenido un cruel destino. No, no es culpa de nadie más que de ese Rey sin corazón. Alrededor de un día después logramos llegar hasta donde la manada se escondía dentro de una barrera de protección hecha por el Padre Park.

—Al fin llegamos, Tae— le digo emocionado y el Padre rompe la barrera dejándonos entrar.

De inmediato toda la manada se reune alrededor nuestro y rápidamente visualizo a un hombre muy parecido a Taehyung, a su lado una mujer pelinegra, ellos me miran con suma incomodidad y eso me hace sentir cohibido, ¿saben de mi?, ¿No les agrado?, ¿Es eso?

—En lugar de estar mirando, ¿No van a ayudar a Taehyung?— pregunta el Padre Park con molestia. Seguramente se dió cuenta de la manera en la que miraron.

Rápidamente varios hombres toman a Taehyung llevandoselo y cuando intento ir detrás de él, la mujer se para frente a mí evitando que avance más, —Detente humano.

Bajo la mirada sintiéndome fríamente acusado por el simple hecho de ser humano, no, por ser hijo del Rey.

—Necesito asegurarme de que esté bien, no puedo dejarlo solo— le suplico, me siento incapaz de mantenerme alejado de Taehyung.

El hombre coloca su mano sobre el hombro de la mujer, —Cariño, dejémoslo ir. Más tarde tendremos tiempo de presentarnos— la mujer suspira profundamente y asiente,
—Anda muchacho, ve.

Le ofrezco una sonrisa y me inclino levemente para luego correr detrás de los hombres que se lo llevaron. Estando cerca de Taehyung me siento tranquilo y los problemas se vuelven más soportables.

Flor de Luna| TAEJINDonde viven las historias. Descúbrelo ahora