Prefacio: Horas antes.

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Encontrando a Alaska­

Horas antes

—¿Qué haces ahí sentado un día viernes, Gordo? —la vista de el Gordo se desvio hacia el Coronel.

Penso en una respuesta coherente que no lo hiciera beber pero solo nego.

—No tenía ganas de salir hoy, eso es todo.

—Estamos en la Universidad, un día viernes, sin exámenes cerca... ¿y no quieres salir? 

—Exacto.

El Coronel solo lo observo de reojo y nego, saco un cigarrillo de su bolsillo y estiró la mano en dirección de Miles para que este le entregara el encendedor.

—No, a ti te pasa algo más que eso, Gordo —Miles observo sus manos y solto un quejido.

—Hoy... es 10 de Enero... —el Coronel se atoró con su cigarrillo y observo a Miles. El le devolvio la mirada.

—Ya.

Entonces el Coronel solo se puso de pie y se fue. Miles bufo y sacó un poco de licor de su estantería de "jugos naturales". Se lo bebió todo de sopetón, haciendo una mueca al final del trago. 

—¿Continuará? ¿cuándo Alaska, cuándo?

Sacó un cigarrillo y se lo termino en menos de un minuto. Eran días como este en los que Miles solo pensaba en Alaska, y en nadie más. Pensaba en porque no pudo verla por última vez en su funeral, recordar su rostro lo dejaba corto.

Aun recordaba la sensación de sus labios, la sensación de haberla dejado ir, la sensación de que estuviera muerta.

Cada año el día 10 de Enero salía a dar un paseo en donde Alaska murio. O suicido, quien sabe, nunca lo supieron. Nunca lo quisieron saber. El sabía que ella lo perdono pero... aun así sentía que faltaba algo, faltaba una pieza que jamás encajaría.

Se puso de pie tambaleando por el efecto del alcohol y camino hasta su coche. 

Su visión se nublo un momento y Miles solto un sollozo mientras se golpeaba con la puerta de su automóvil.

Abrio la puerta y se sento, hizo contacto con las llaves y el coche partio su camino.

La carretera estaba vacía y en algunos lugares, adolescentes salían de los bares  —para seguramente, ir a otra fiesta—. Miles deseaba poder hacer eso, lo deseaba siempre, no podía olvidar el porque de la muerte de Alaska. No podía olvidarla.

Una leve llovizna comenzo a caer por las calles y Miles volvio a bufar. 

***

Llevaba dos horas en el coche, aun sin llegar a su destino cuando una mujer de aspecto descuidado se cruzo en medio de la carretera. Miles freno y aguanto la respiración, salio de su coche cubriendose con su chaqueta. 

—¿Se encuentra usted bien? —pregunto temeroso, los efectos del alcohol desaparecieron—, ¿está bien? —volvió a preguntar.

La mujer subió la vista lentamente y lo observo.

—¿Gordo? 

 —Encontrando a Alaska. Fanfiction by: MagiWiwco.

Los personajes fueron creados por John Green.

Encontrando a Alaska (Fanfiction)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora