17 de Octubre.
Las puertas se habían abierto hacía unos minutos, dando paso a la nobleza del País del Fuego y algunos del País del Remolino, el reino natal de su madre. Naruto estaba junto a las escaleras de acceso al salón, recibiendo a cada uno de los invitados y deteniéndose un poco más con las doncellas casaderas. Honestamente no les prestaba mucha atención, sólo repetía su nombre, un beso en la mano y algunas palabras de cortesía para ella y su familia, todo bajo la atenta mirada de sus padres. Tenían un trato y había que cumplirlo.
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Hinata estaba muy nerviosa, a tal punto que le sudaban las manos, era su primer baile y como su tío le había comentado, era "la debutante" de la noche, es decir que sería su presentación ante la nobleza. Hacia no mucho que había sido una simple mujer trabajadora sin ninguna clase de título y ahora que se presentaba como una marquesa, le daba pavor lo que la gente pudiera pensar de ella, a muchas mujeres nobles las había atendido alguna vez y temía encontrarse con alguna. A Hiashi no le pasó desapercibida su distracción y le sujetó el brazo más firmemente mientras se encaminaban a las enormes e imponentes puertas del palacio. Hinata tomó aire y levantó su rostro una vez más.
Las puertas de ébano estaban abiertas de par en par, dándoles paso a un enorme pasillo y al fondo una enorme escalera alfombrada de rojo, el color de gala y del reinado de Su Majestad Minato, guardias apostados a ambos lados de esta misma, dándoles la espalda a los numerosos cuadros de antiguos regentes del País del Fuego. Un mayordomo tomó el abrigo de Hiashi, una doncella hizo lo propio con Hinata y pronto llegó otro mayordomo que los guió hasta la escalera susurrándole algo al hombre en lo alto de la escalera que justo estaba junto a la puerta de lo que, Hinata pensaba, sería el gran salón. El mayordomo les hizo una reverencia a tío y sobrina y se alejó hacia la entrada del palacio.
-Lord Hiashi Hyuga, marqués de Byakugan y su sobrina lady Hinata Hyuga, marquesa de Byakugan- Anunció el hombre de la escalera dando dos golpes en el suelo cuando los marqueses llegaron a la cima de esta, dejándoles la vista del salón y los invitados. Todo el mundo dentro de la sala se giró hacia las escaleras, curiosos por los recién anunciados y algunas doncellas expectantes por la reacción del príncipe. Hinata al sentir la mirada de todos sobre ella se cohibió y quiso salir corriendo, sin embargo, Hiashi le dio un suave apretón sobre la mano de la chica en un intento de tranquilizarla.
-Tranquila, todo saldrá bien. Estoy aquí contigo- Pero ella no lo escuchó. No podía apartar la mirada de unos brillantes ojos azules que la miraban con una extraña mezcla de curiosidad, sorpresa y algo más que no supo descifrar. Ella lo reconoció del pueblo, era aquel chico que había hablado a la mitad de la plaza, pero ¿qué hacía él aquí? ¿No era un soldado o...? Espera, ¿Podría ser aquel el príncipe Naruto?
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Naruto estaba paralizado.
¿Quién era esa chica de ojos perla que lo miraba intimidada? No, era algo más. ¿Sorpresa?
Tenía la vaga sensación de haberla visto antes, pero no sabía de dónde. Pronto observó que la mayoría de sus invitados se giraban a verla, incluida lady... ¿Quién? No recordaba el nombre de la doncella que estaba saludando en ese momento, aún tenía su mano a algunos centímetros de los labios del chico cuando este miró hacia arriba y la vio en lo alto de las escaleras. La joven que le había sido presentada anteriormente, se largó indignada porque alguien más le había robado su oportunidad al lado del príncipe.
Los murmullos no se hicieron esperar, pero Naruto no les prestó atención, porque seguía mirando a la chica, había algo en ella que le hacía no querer apartar sus ojos.
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Todo por ti
RomanceAU: El príncipe del Reino del Fuego no quiere casarse pero tiene que hacerlo, una doncella anhela su rescate. Quien diría que la posición acomodada de ese hombre llevaría a los dos corazones a entrelazarse de por vida. Amor, traición, celos y pasión...