Cazador fue Caz➹s➹ado - Daryl Dixon

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Ya se habían ido, T-dog, Glenn, Rick y Daryl.

Kath se dispuso a ayudar a las mujeres en lavar, claro no le gustaba pero era una manera de distraerse.

— Extraño mi lavaropa. - dijo una tímida Carol.

— Yo mi lavaplatos. - le siguió Jacky.

— Mi cafetera. - siguió Kath.

— Mi vibrador. - dijo Andrea, haciéndolas reír.

— Yo igual. - le confesó Carol, logrando un ambiente lindo.

Pero todo se arruinó, cuando Ed hablo.

— ¿De qué mierda se ríen? - pregunto acercándose mientras fumaba. — Sigan lavando. - ordenó.

— ¿Qué te importa Ed? - contestó Kath, subiendo los ojos. — Mejor dicho, que te molesta. Si de todas formas estamos lavando, tu estúpida ropa.

— Si tienes quejas, puedes lavar la tuya. - le dijo Andrea enojada.

Ed se enojo y comenzó a ordenarle a Carol que vaya con él. — Ahora Carol.

— Ella no se irá a ninguna parte contigo. - le dijo Andrea, sosteniendo el brazo de Carol.

Kath se acerco más, cuando Ed le pego una cachetada a su esposa, Carol. Acto que enojo mucho a Kath, que le pego una piña.

— No la vuelvas a tocar. - le grito en su cara, mientras le pegaba otra piña.

Pero no se esperaba que le fuera a responder. Se llevó la mano a su labio, donde vio sangre salir de ahí. Por suerte Shane estaba cerca y escucho los gritos, entrando en acción justo cuando le pego una piña a Kath. Enojado lo agarró de la camiseta y comenzó a pegarle.

— A ninguna mujer le volverás a pegar. ¿Okey? - le preguntó ya fuera de sí.

Carol pedía que pare, y se fue a atender a su marido.

Kath por su parte se fue, tenía que verse el labio.

Fue hacia el botiquín de la casa rodante, y comenzó a pasarse el algodón con alcohol. Shane apareció a su lado y le pasó el algodón, comenzando a pasárselo.

— Ni siquiera sabes donde desinfectar. - le dijo Shane mientras le pasaba el algodón.

— Lo tenía todo controlado. - le aseguro ella, para quejarse del ardor.

— Si, lo vi. - dijo riendo.

— Lo único que espero que no tome represaria con Carol. - le confesó.

— No lo hará, sabe que si vemos que vuelve a tener algún moreton. Te mandarán a ti, para que le pegues. - dijo gracioso.

— No debería decir lo siguiente pero disculpa quizás por pegarte hoy temprano. - dijo mirando al costado.

— Quizás me lo merecía. - le aseguro, y le puso un poco de crema. — Ya está.

— Deberías vendarte las manos, Carl se asustara. - le recordó y se alejo.  — Gracias.

Él le asintió y ella se alejo del todo.

Ya era de noche, estaban como siempre rodeando una fogata.

— Siempre, a la misma hora. Le das cuerda a ese reloj. - le dijo Morales.

— Como un maldito cura en misa. - dijo Andrea.

— No entiendo. - dijo Dale con una sonrisa.

— El mundo está de cabeza y tú estás ahí dándole cuerda a un reloj, ¿por qué? - le pregunto Kath.

— Quizás sea ilógico pero el tiempo es importante hoy en día, los días al menos. La idea es olvidar el pasado, sin querer conquistarlo. - dijo pensativo.

— ¿Lo logras? - le pregunto Kath.

— Claro, es cuestión de tiempo. - dijo guiñandole un ojo.

— Eres muy raro. - le dijo Amy, y todos rieron.

— Felicidades por el pescado, muy bien. - felicito Shane, a las hermanas.

— ¿Me enseñarán a pescar? - pregunto Carl.

— Claro. - le aseguro Andrea luego de que Lori le asintió.

Kath y Amy se levantaron a la vez, llamando la atención de todos.

—¿A donde van? - pregunto Andrea.

— Voy al baño. - soltaron ambas.

— Te ganó por esta vez Kath. Aún que quería ser discreta. - le dijo lo último a su hermana.

—Solo por esta vez. - le dijo Kath, volviendo a sentarse.

A los minutos escucharon a Amy. —¿Y él papel... - pero su grito la interrumpió, un caminante le agarró del brazo y le mordió.

—Mierda. - soltó Kath, al ver varios caminantes.

Agarró su hacha que tenía posando en su pierna, que bueno que siempre la llevaba.

Comenzó a matar caminantes, con la ayuda de Shane y Morales, que tenían armas.

—Me quedan 5 balas. - aviso Shane.

Carl y Sophia comenzaron a llorar, mientras sus madres lo tranquilizaban.

Escuchó a Shane maldecir se quedó sin balas.

—Mierda, agarra. - le grito, para pasarle el hacha y ella agarró un palo del piso. Comenzando a matar con dificultad, mientras gritaba para alejarlos de los pequeños.

—Más mierda. - dijo cuando el palo se rompió a la mitad, ya no le servía.

Comenzó a empujar a los caminantes, hasta que no pudo seguir haciéndolo. Un caminante la tomó del costado, y la quería morder.

Alejo su manos de los otros caminantes, para alejar al nuevo caminante. No se daría por vencida.

Pero una flecha fue a parar a la cabeza del caminante, y así cayeron la mayoría.

Aún quedaban algunos caminantes, así que agarró un arma que le dio Rick, y siguió matando.

Hasta que no quedara ninguno en pie.

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Editado(6/3/21).

Luana, cambio y fuera. -.