¿Vendrás alguna vez? [Carta 002]

4 0 0
                                    

¡Hey¡ Ha pasado mucho tiempo, ¿no lo crees?

Cuando entré a la secundaria recuerdo que me aterraba el hecho de separarnos y que jamás volviésemos a tener contacto alguno.

Y aunque se puede decir que prácticamente eso fue lo que paso, soy consciente de que pareciera "una pausa" a nuestra amistad. Tipo, digamos que si nos volvemos a encontrar, o nos damos tiempo para nosotras, podríamos platicar amenamente.

Después de que tu abuela te dijera que soy una mala influencia me aterroricé un poco. No estaba acostumbrada a esa clase de comentarios sobre mi persona por parte de la familia de un amigo. O simplemente me daba igual lo que la gente pensará, quizá. Yo quería dar una buena imagen e impresión. Pero al parecer no siempre es posible.

Danna, lamento la distancia. Pero las últimas veces pensaba demasiado, ¿Por qué yo vengo y ella nunca va a verme? Estamos a la misma distancia, y aún así siempre pasaba a darte las buenas nuevas, ¿por qué no hacías lo mismo?... La típica excusa que me daban: "es que por allá esta feo" "es peligroso" "es complicado llegar hasta acá". Pero ya no importa, ahora si nos hemos separado.

Me siento en deuda contigo, con tu familia, tu madre sobre todo y con Rosaura, y su madre. Creo que como lo dijo un día ella, "eran mis ángeles terrenales"...

A veces me da tristeza como terminaron las cosas, simplemente soy así. He tratado de lidear conmigo misma y es imposible. ¿Por qué soy así...?

Quisiera dejar de ser una estúpida niña ingenua, desaparecer esa parte de mi que aún cree que existe un Dios que la va a auxiliar, que salvará su alma e irá al paraíso del que tanto hablan los adultos, la iglesia, la biblia...

Danna, fue una bella amistad. Y te debo el hecho de hacerme luchar y aferrarme a un sueño. Mismo del que prende la mitad de mi existencia.

¿Pensarás en mi? ¿Me recuerdas?

Aquella vez que salimos a pedir dulces, donde nos maquillamos la cara, de hecho fue la madre de Rosaura quién lo hizo. Íbamos todos felices, tú madre y la de ella, Rosaura, Emmanuel, mi hermana, tú y yo. Nosotras delante del grupito, gritando que compraran tamales, o que era el del fierro viejo.
Ah, que recuerdos, suena muy lejano.

¿Aún te hacen burla por ser quién eres? ¿Aún reprimes aquello que en verdad eres? ¿Finges ser quién no eres? ¿O eso que fingiste todo el tiempo es ahora tú identidad? ¿A qué era lo que tenías miedo en aquel entonces? ¿Te sigue aterrando ello hoy día? Cuando leía eso en las cartas que nos mandábamos con nuestras hermanas me sorprendía mucho, es decir, yo te conocí como una niña temperamental, algo ruda y firme, ¿qué paso realmente Danna?

De hecho fue por ti, por ustedes dos que supe mantenerme firme. A mi también me hacían burla porque eran diferentes mis gustos a los del resto. Pero fueron esos siete chicos quienes me ayudaron cuando estaba sola.

Había pensado en hacer lo que tú: fingir ser alguien que no era. Pero también fueron mis padres los que me enseñaron a sentirme orgullosa de donde venía. Así que nunca me avergoncé de ellos, ni de donde venía. Muchos de los chicos de mi escuela eran medio presumidos, alzados, fresas, o estúpidos. Salían a fiestas cada fin.

Yo era la chica medio sociable que se quedaba al final de la clase, quién trataba de defender a aquellos que consideraba sus amigos, aunque algunos de ellos fueran falsos y no darme cuenta hasta tarde. Era la chica que prefería un libro a una fiesta. La que le era fiel a su boyband y se sentía orgullosa de ello.

Al menos mi primer y la mitad de mi segundo año fueron así. Siempre firme.

Danna, ¿por qué incluso cuando te busco no respondes? Es como si estuvieses evitándome y yo ya no puedo con más rechazos, por eso también preferí cortar contacto con las personas que amaba y no tenia respuesta alguna. Conozco mi paciencia, pero ustedes me sobrepasaban.

Aún guardó todas, o la mayoría de cartas que nos mandamos durante el primer año de secundaria. Incluso el cartel.

De momento vamos a situarnos cuando donde nos conocimos, pues aunque tengo mucho que decir, sólo quiero hacerte ver que nuestra amistad fue hermosa.

Fue durante cuarto de primaria creo. Pues revolvieron a los tres grupos, y yo había quedado en uno que a mi madre no le agrado por el profesor, así que pidió mi cambio. Ahí conocí a cierta chica, la cual fue mi amiga. No fue sino hasta finales de ciclo escolar que empezamos a hablar, no me preguntes cómo porque ni yo lo sé. Digamos que simplemente ocurrió.

Quinto grado, más ameno, más natural, más comunicación. Llegaron tres nuevos y dos de esos chicos los hicimos amigos nuestros. Nosotras éramos cuatro: Rosaura, Daniela, tú y yo. Añadimos a nuestro circulo o eso intentamos a Chris y a Rubén. Supongo que fue por esa razón la pelea que tuvimos y la pequeña separación temporal del grupito. Rosa y Dany, los chicos y nosotras.

La vez que te enojaste conmigo por probar cortarme gracias a Les y Sol...

Danna, son muchos recuerdos que evocan tu nombre. Y enumerarlos todos me desgastaría porque puede que sea diferente para ti.

Danna, ¿Cuándo vendrás a mi? Yo siempre fui a ti. Sé que te importe, que fui importante para ti pero, ¿por qué has desaparecido?...

Tu vieja amiga, Elizabeth

Airbag: Expired lettersDonde viven las historias. Descúbrelo ahora