Cursilerias, accidentes y sorpresas

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CAPITULO 1

CURSILERIAS, ACCIDENTES Y SORPRESAS

Eran ya las 8:00 a.m, no lo iban a lograr.

Fred iba en el coche de su madre con la cara pegada contra el cristal, preguntándose que pasaría cuando le intentara inventar excusas a su maestra de porque había llegado 10 minutos tarde.

Lo cierto era, que no había sido totalmente culpa suya que fuese ya tan tarde para la escuela, ya que su papa había tenido que enviar un correo urgente a la oficina y su mama había tenido que atender una video llamada del trabajo, claro que esto había ocurrido mientras Fred aun estaba dormido, por lo cual su madre le estaba dando una buena reprimenda.

-Y no quiero que vuelvas a quedarte dormido tan tarde-decía su mama-, ¿sabes que dormir 10 horas en un niño es esencial para que este se desarrolle completamente? Ah! Pero es más importante mantener al tanto a tus amigos de todo lo que haces…

Pero Fred simplemente se limitaba a asentir con la cabeza y a murmurar “no volverá a ocurrir” aunque no estaba completamente seguro de que eso fuese cierto.

Cuando por fin llegaron a su escuela su mama le dio un beso y le ayudo a bajar su mochila, y entonces Fred se encamino hacia las grandes puertas negras que estaban afuera de su escuela, las cuales estaban ladeadas por dos colosales muros de ladrillo los cuales se extendían a todo lo largo de su escuela.

Fred comenzó a correr consciente de que ya era bastante tarde, al poco rato, le comenzaron a doler las piernas y le dio flato, pero sin embargo siguió corriendo. Llego a las escaleras que subían hacia su salón de clases y las subió lo más rápido que le daban sus piernas. Cuando por fin llego a la puerta, llamo 2 veces y volteo hacia el cristal que daba hacia el laboratorio.

El chico que le devolvió la mirada era de piel blanca, con el cabello color café madera que le caía sobre la cara alborotadamente debido a la corrida que había hecho, sus ojos eran profundos y de un negro intenso, su complexión era delgada, mas no escuálida, y era medianamente alto para su edad, la cual por cierto es de 13 años.

Se quedo por un momento viéndose en el espejo mientras se arreglaba el cabello hasta que la puerta se abrió. De pie en el umbral, estaba una señora baja y regordeta, con unas gafas de montura cuadrada, con los ojos verde intenso, el cabello era corto y de color pelirrojo, vestía un delantal con el logo de su escuela (2 palomas en pleno vuelo con hojas en sus bocas) estampado en el pecho. La maestra lo miro a través de sus gafas con una mirada de profundo desprecio, cuando abrió la boca para hablar su voz sonó tan grave que Fredse sorprendió al darse cuenta de que era ella quien hablaba.

-Llegas tarde-sentencio la maestra

-Lo lamento profesora Moriel-se disculpo Fred- vera, yo…

-No quiero oír excusas-corto la maestra-pasa rápido  siéntate

Fred no dudo ni un segundo y traspaso rápidamente la puerta, su salón era cuadrado y hecho de ladrillos, de la pared y del techo colgaban todo tipo de trabajos e ilustraciones que los alumnos habían hecho a lo largo de todo el ciclo escolar, había 3 estaciones diferentes conformadas por una serie de mesas juntas para permitir a varios estudiantes sentarse juntos. Fred fue hacia la esquina donde se ponían las mochilas, saludo a varios de sus compañeros y se sentó en su estación junto a su amigo Troy.

Troy era un muchacho de piel blanca como la nieve, tenía el pelo rubio peinado en un copete y sus ojos eran de un azul claro, relucía una gran sonrisa mientras saludaba a Fred con la mano

-Hola-lo saludo Troy-¿Por qué llegas tan tarde?

-Ya sabes, trabajo de mis padres-respondió Fred

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