Confesiones [Iguro Obanai]

ღ Chocolates ღ

Los chocolates son usados todo el tiempo para demostrar el cariño hacia otra persona, ya sea amor hacia a la pareja o hacia la familia.

Y por supuesto, siendo un clasico y de los más popular en los regalos ¿Porque no usarlo?

Azumi saco los chocolates que había preparado ayer junto a la ayuda del mejor amigo de Shinobu. Haru acepto gustosamente ayudarla apenas se lo pidio, dandole varios consejos de como prepararlo.

—Solo queda mantenerlo en el congelador hasta mañana y podrás sacarlo del molde. -—Haru se despidió de la pequeña Rengoku luego de decirle lo ultimo.

Azumi sonrio ante el recuerdo y la amabilidad de Haru, los chocolates habias resultado bien y ahora estaban dentro de una cajita perfectamente decorada.

Su sonrisa se mantuvo todo el camino hasta llegar al instituto donde se dirigio hacia el salón del mayor aprovechando la hora del descanso, notando por el camino a su mejor amiga siendo regañada por Sanemi-sensei, lo que le causo un poco de gracia pero se compadecio de ella al tener al maestro más temible detrás de ella todo el tiempo.

—¿Tomioka-sensei? —pensó al ver al azabache que paso por su lado mirar de reojo la escena de antes, pareciendo bastante interesando al verlos— Parece que las confesiones de Akari funcionan.

Sonrio para si misma, aumentando su sonrisa, ahora feliz por su amiga hasta llegar al salón de Obanai, donde el chico permanecia en su asiento centrado en su libro de matematicas.

—¡Hey Azumi-san! —fue recibida por una animada bienvenida por parte de Haru— ¿Oh, tu confesión?

Le sonrio a la menor, quien asintio feliz al escuchar al chico, Azumi habia comenzado a sentirse muy a gusto al lado de Haru luego de sus clases de reposteria.

—Gracias por la ayuda Haru —la sonrisa tierna de la pequeña Rengoku hizo sonrojar al azabache, quien le brindo varias caricias a la cabeza de la menor.

—¡Eres muy linda Azumi-san!

La ruiseña voz del chico fue lo bastante alta para sacar a Obanai de su concentración, haciendo que volteara al escuchar el nombre de Azumi.

Aunque hubiera preferido no ver a Haru casi abrazando a la femina.

Sentir una leve molestia comenzar a recorrer su mente al ver tal escena fue un sentimiento nuevo para él, pero supo de inmediato que no le gustaba.

Sin pensarlo demasiado se levanto de su asiento dirigiendose hacia ambos, dejandose notar rapidamente.

—¡Obanai! —Haru fue el primero en hablar, quien noto de inmediato la molestia en los ojos de Iguro hacia él, lo que causo que riera— Tranquilo, es toda tuya, yo ire a buscar a Shinobu.

Un toque de burla permanecio en su voz al empujar suavemente a la pelirroja hacia Obanai, causando que ambos se sonrojaron al juntarse tanto repentinamente.

—Idiota... —Obanai murmuro mientras alejaba un poco a Azumi para evitar que se sintiera incomoda.

—Uhm.. —tarareo la menor, intentando desaparecer su sonrojo y mostrando la cajita que contenia los chocolates que tanto se habia esforzado en hacer.

El momento vergonzoso desaparecio entre ambos, dando paso a la comodidad que se había formado entre ellos en estos días de la confesión de Azumi.

—¿Los hiciste tú?

Pregunto con una sonrisa al ver los catorce chocolates en forma de corazón, lo que causo una emoción en Azumi quien asintio feliz.

—Haru me ayudo mucho —habló con entusiasmo mientras veía al mayor comer los chocolates— Sus clases de reposteria fueron muy divertidas.

Iguro sonrio al escuchar a la femina hablar tan feliz, esta vez sin sentir ninguna molestia pese a escuchar que paso mucho rato con el amigo de Shinobu.

Ambos pasaron el resto del descanso juntos, compartiendo los chocolates y hablando gustosamente hasta que la menor tuvo que regresar a su salón de clases.

—Verte celoso es algo nuevo —pudo escuchar la burla de Haru detras de él, haciendo que se sonrojara.

—Callate Haru.