El año en el que Draco Malfoy se volvió Mortífago

VII

—Hola, Draco.— Potter ahora le hablaba siempre que podía y a Malfoy no le molestaba en absoluto.

—Hola, Potter, ¿Que se te ofrece?.— Preguntó este divertido, al estar en el campo de deporte podían hablar tranquilamente.

—Solamente hablarle, señor Malfoy.— Contestó Harry con el mismo tono de diversión.— ¿Dónde están tus amigos?

—Acosando a chicos lindos.— Respondió sin mucho interés.

—Entonces estás solo...— Dijo el moreno con un falso tono de seducción.

—No vas a violarme, Harry Potter.

El nombrado solo pudo reír para disimular su rostro fuertemente enrojecido.

—¿Cómo estás?.— Cambió de tema el moreno.

La mirada de Draco se apagó notablemente.— ¿Realmente?, cada vez peor.

¿Cómo podía parecer tan bien y estar tan mal?

A Harry Potter le dolía que el rubio dijera eso, así que tomo la mano de este y la entrelazó con la suya.

El rubio se sorprendió un poco, y aún levemente asustado presionó un poco la mano contraria.

—¿Por qué haces esto, Potter?.— Le preguntó Malfoy sin soltar su mano.

—¿Hacer qué?

—Esto.— Dijo señalándose y luego señalando al moreno.

—No lo sé, creo que descubrí que eres más que un idiota, y es muy feo verte así de decaído.

Y al volver cada uno a su sala común, Draco Malfoy le contó todo a Pansy Parkinson, como si ese fuese su único problema.
Y ella se alegró tanto por él...