Joseph y su sueño de entrar a las SS.

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Era una mañana del año 1933, me desperté temprano para ir al trabajo. Durante el trayecto ví a mucha gente demasiada contenta, muchos de ellos festejaban, pero, yo no conocía el motivo por el cual la gente festejaba.

Cuando llegué a mi trabajo, Friedreich, un colega de trabajo me recibió con una gran sonrisa mientras me contaba lo sucedido.

F: Que pasa Joseph, ya ¿has escuchado las noticias?
J: No Fried, durante mi trayecto ví a muchas personas festejando y aún no se el porque.
F: Vale, yo te contaré. ¿Estás listo para escuchar?
J: Si, solo suéltalo.
F: Hitler ha llegado al poder!!!. Lo puedes creer.
J: Oh. Esa si que es una exelente noticia, ahora veo porque todo el mundo está feliz.
F: Me alegra que por fin lo sepas Joseph. Bueno no tomaré más tú tiempo.
J: Vale nos vemos Fried.

Wow, Hitler ha llegado al poder, aún no me lo creo, pero, ojalá nos saque de esta crisis como dice que hará. Bueno mejor me pongo a trabajar.

Pasan las horas y llega la hora de salir del trabajo.
Joseph está apunto de irse a casa, pero Friedrich lo alcanza y lo invita al bar con los colegas del trabajo.

F: Oye Joseph. ¿A dónde vas con tanta prisa?
J: A mi casa Fried, ¿Que pasa?.
F: Iremos al bar con los chicos a celebrar tan grandiosa noticia, ven con nosotros Joseph o ¿Tienes algo mejor que hacer?
J: No tengo planes para hoy, así que, vamos.
F: Sabía que podía contar contigo.

Joseph y Friedrich llegan con los chicos para irse juntos al bar.
Durante el camino al bar el grupo de amigos se topan con un desfile militar de los guardias del Führer las SS.
Joseph había escuchado hablar de la guardia personal de Hitler pero nunca los había visto tan de cerca y quedó maravillado por el acto que vio.

J: Wow chicos, ¿Esos son los famosos hombres de las SS?
F: Si Joseph. ¿Nunca los habías visto?
J: No.
F: ¿Tu que opinas Paulus?
P: Sinceramente sería un orgullo ser un elemento de las SS, pero, debes de tener un alma de hierro y una lealtad inquebrantable hacia el Führer y a Alemania para poder formar parte de ellos. Y ¿Tu qué opinas Otto?
O: Pues serías el orgullo de la familia, además de que tendrías a muchas chicas detrás de ti. Pero bueno que más da, hemos llegado al bar.

Los chicos entran al bar y celebran el ascenso de Hitler al poder y por una nueva Alemania.

F: Oye Joseph ¿Estás bien? Te he visto muy pensativo desde que nos topamos con la SS.
J: Tienes razón Fried, desde hace tiempo he pensado en unirme a la Werhmacht, pero, no he estado muy seguro del todo, además que el tratado de Versalles limitó nuestra capacidad bélica por lo que complica mi ingreso a la Werhmacht. Además este nuevo grupo paramilitar me puede dar la posibilidad de tener lo que siempre he querido: Servir a mí país y defenderlo de los enemigos invasores.
F: Wow Joseph me dejas sin palabras. Espero y cumplas tus sueños.

La guerra desde un tanque.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora