Perdidas

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A partir de ese momento la vida de los chicos cambió completamente ya que fuesen donde fuesen eran perseguidos por los fotógrafos, tratando de encontrar pruebas que confirmasen los romances de Felipe y Luisana y Benja y Camila, lo cual no les fue difícil de conseguir.
Camila pasaba la mayor parte de los días en el hospital con su padre, que seguía internado poniendo los ciclos de quimioterapia.
A Luisana le habían propuesto un papel en una película y había aceptado. Era una gran oportunidad, y estaba en conversaciones para entrar en una nueva serie al terminar de grabar la película. Mientras tanto Felipe y Benja seguían con las funciones de sus respectivas obras y por supuesto veían a Aurora y Rita cuando Cecilia y Martina se lo permitían.
Lo que los chicos no se esperaban es la sorpresa que precisamente Cecilia y Martina les tenían preparada. Las chicas habían vuelto a tomar algo y habían puesto en marcha un maléfico plan, secuestrarían a las chicas hasta que Felipe y Benja volviesen con ellas.
El padre de Martina tenía un amigo que tenía un rancho a las afueras de Buenos Aires. El plan era interceptarlas al salir del hospital y de grabar la película y llevarlas al rancho. El rancho tenía una particularidad y es que tenía un sótano ideal para meter a alguien por largos periodos de tiempo.
Esa noche Cecilia y Martina de dirigieron respectivamente al hospital y al estudio donde Luisana grababa, cada una seria la encargada de raptar a su "rival" y llevarla al rancho. Una vez ya tenían a las dos chicas, Cecilia y Martina esperaron a la hora en que sabían que Feli y Benja ya habrían llegado a casa y los llamaron pidiendo un suculento rescate. 2 millones de pesos por cada una de las chicas

Nota: Realmente tienen que ver a Luisana en la peli del vídeo de la cabecera. Se llama Perdida y la tienen en Netflix

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