Rescate

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POV Felipe
La llamada de Cris realmente nos saca un peso de encima a Benja y a mi. Minutos después es mi celular el que suena y es el secuestrador, o mejor debería decir, secuestradora. Los agentes consiguen localizar la señal de la llamada y descubren que esta fue realizada desde una finca a las afueras de Buenos Aires propiedad de un amigo de mi ex suegro. El comisario envía patrullas en esa dirección. Me voy con Benja en su coche y seguimos a las patrullas.
Al llegar al caserio, lo primero que hacemos es bloquear una posible escapada taponando la entrada con los coches. A continuación bajamos de los coches y rodeamos la casa, mientras los agentes hacían saber a los que estaban dentro de la casa que estaban rodeados. Al mismo tiempo iban buscando los puntos de acceso a la casa. Conseguimos entrar y allí no había nadie. Claro está, hasta que encontramos la puerta que daba acceso al sótano. Al abrirla, bajamos las escaleras y enseguida empezamos a escuchar ruidos. Alguien intentando gritar pero amortiguado posiblemente por estar amordazado. Entre todos los agentes consiguieron tirar abajo la puerta, y ahí estaban. Aparentemente ilesas, pero cansadas, y claramente desnutridas. Benjamin y yo nos acercamos a Camila y Luisana y con ayuda de dos agentes conseguimos sacarlas de la casa. Una vez fuera los agentes llamaron a dos ambulancias para trasladar a Luisana y Camila al hospital para que fuesen revisadas. Las dos estaban aparentemente ilesas aunque iban a ser admitidas en observación hasta la mañana siguiente para administrarles sueros nutritivos para solucionar la deshidratación y desnutrición.
A la mañana siguiente, al salir del hospital, nos dirigimos a la comisaría para que los agentes les tomasen declaración a Camila y Luisana. Mi cara y la de Benjamín eran un poema cuando identificaron a sus secuestradoras: Cecilia y Martina

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