𝗲𝗽𝗶𝗱𝗲𝗺𝗶𝗮 ✧ ◜𝗄𝗈𝗈𝗄𝗃𝗂𝗇◞

❲inferior ✧❳

┊┊┊┊✧

—¿Sabes que? –SeHun dijo, mirando nuevamente a su hermano.– Por aquí hay un lugar donde “tu chico”, y tú podrían estar a salvo, pero si estar solos, y morir es todo lo que quieren, bien, nos iremos. –prosiguió, tomando a BaekHyun en sus brazos, su cuello siendo rápidamente rodeado por los delegados brazos de su adormilado niño.– No puedo estar un minuto más con éste imbécil, vámonos ya. –susurró, y sin más, comenzó a caminar hacia la salida, haciendo entrar en pánico a SeokJin, porque se supone que las cosas no debían ser así.– Suerte sobreviviendo, principito.

—¡No! –gritó el rubio, finalmente atreviéndose a abrir la boca, viendo como SeHun salía de la celda, viéndose bastante enojado por el trato que le había dado su hermano, y él no podía permitir que se fuese de ahí sin siquiera haber intercambiado palabras; que escuchase su petición para irse con ellos.– ¡No se vayan! –exclamó queriendo llamar su atención, y levantándose a los tropezones, se acercó hasta el mayor, tomando entre sus manos el antebrazo para hacerle girarse, y que, finalmente, le mirase.

Y una vez más, le entró la vergüenza, dejándole completamente mudo, a lo que retrocedió unos cuantos pasos, y se mordió el labio inferior, antes de suspirar profundamente, apretando sus manos hasta convertirlas en puños, queriendo encontrar su voz. Su rostro estaba rojo, viéndose tan adorable, que si JungKook no se estuviera sintiendo como la mismísima mierda misma, se sentiría cautivado por su belleza.

—Pasen la noche aquí, es seguro, y hay espacio para todos. –SeokJin pidió.– Por favor, su pareja ya está dormido, no lo haga despertar para tener que buscar otro lugar donde pasar la noche. –señaló, esperando que, al mencionarlo, el otro tan siquiera pensase lo que le estaba diciendo, siendo justo lo que hizo, al momento en que vio a BaekHyun dormitando.– Mientras más personas haya aquí, más seguro será. Las diferencias las podemos arreglar luego, además de que ya es tarde, y estarían arriesgándose demasiado. –propuso, mirando muy brevemente hacia JungKook, haciéndole un ademán de que dijese algo para evitar que su hermano se fuera, pero por la expresión que llevaba le hacía sentirse como si le hubiera pateado a su perrito.

JungKook parecía más de ser un lobo solitario; él lo entendía, y respetaba, es por eso que estaba buscando, con desesperación, la manera de dejarle libre, sin estorbarle.

—Y no soy “su chico”. –informó SeokJin haciendo comillas con sus dedos; no sabía de dónde el otro había sacado aquello, muy probablemente JungKook le había dicho algo así. No lo sabía, pero por la expresión tan dura en el rostro del nombrado, claramente no le cayó muy bien aquello.

SeokJin tenía en claro que JungKook, y él, no eran nada, no realmente, que tan sólo era algo del momento, y que a falta de más personas, JungKook creyese sentir cosas, y demás, pero que, en el caso de encontrar otros sobrevivientes, el mayor no voltearía a mirarlo, alejándose con un chico bonito que pueda darle todo lo que quisiera, sin ser tan problemático.

—Por favor... –finalizó SeokJin, realmente, rogándole a JungKook para que dijera algo, y detuviera a SeHun, pero aún así, estando decidido a respetar la decisión que tomasen, aunque claramente esperaba que se quedasen, en lo que JungKook le miraba duramente, y luego a SeHun, así como el lugar donde el menor había puesto sus manos, y se cruzó de brazos, alejando las ganas de tomar su arma, y pegarle un tiro a su propio hermano por siempre ser el jodido diez, mientras él con suerte era un siete, tirando más a un seis.

Nuevamente, ¿de que sirvió ser cariñoso con SeokJin? Lo único que consiguió fue ser desplazado cuando bien apareció SeHun, y aunque sabía que algo como eso pasaría, le dolió el confirmarlo.

—Haz lo que te venga en gana. –JungKook gruñó en dirección al mayor, y luego tomó unas mantas, junto con su bolso, sus pocas cosas, llaves, y la botella, saliendo de la celda, abriendo la vacía que estaba en la fila de enfrente; yéndose un poco más al fondo.– Quédense todos en esa, yo tomaré esta. –prosiguió, cerrando con fuerza la puerta, antes de dejar caer su bolso, y lanzar los colchones de ambas camas en el centro del espacio, haciendo un claro énfasis en “Todos.”, queriendo estar completamente solo en ese momento.