Nueve años atrás, año 2134
-¡Papi, mami! ¿Podemos salir hoy a jugar al parque con Liz? ¿Podemos? ¡Por favor!
-Jajaja, te ves muy entusiasmado hoy, ¿eh, Andy? -Un hombre de mirada bondadosa y expresión suave miraba a su hijo con una sonrisa de oreja a oreja. – De acuerdo, después de almuerzo podemos ir, ¿verdad, Jess?
-Claro... De hecho, ¿qué les parece si hacemos un picnic en el parque? -Decía una hermosa mujer de cabello largo y rasgos finos. –
-¡Siiii, picnic! -Exclamó el pequeño Andy, levantando sus brazos al cielo. –
"Mis padres eran como cualquier otros: trabajadores, atentos, cariñosos, siempre pendientes de mí y de Liz. Yo los amaba, respetaba y admiraba muchísimo, especialmente a mi padre. En ese entonces, vivíamos tranquilos y sin mayores dificultades. Mi padre, Daniel Valentine, era médico cirujano y trabajaba en el Hospital General de Nueva Victoria como jefe de Cirugía. Era un hombre bastante fuerte, alto, de pelo negro y voz grave, que podía parecer muy intimidante en un comienzo, pero que en realidad era muy amable, sincero y amaba a su familia más que a nada en el mundo. Mi madre, Jessica Oliviers, era muy similar a Liz, pero de ojos celestes como los míos. Era una mujer bondadosa y de gran corazón, aunque tímida e insegura, por lo que el amor incondicional de mi padre siempre fue el pilar fundamental para que se mantuviera tranquila, alegre y despreocupada. Ella era enfermera del mismo hospital donde trabaja mi padre, por lo que ya se podrán imaginar cómo se conocieron, pero dejó de trabajar poco después de que naciera Liz para dedicarse a estar en la casa con ella y conmigo. Mi hermanita era bastante frágil en un principio y se enfermaba bastante seguido al quedarse en la guardería del hospital, por lo que decidieron que sería lo mejor si ella se quedaba en la casa, al menos hasta que cumpliera tres años. Ese fue el momento en que nos mudamos de donde vivíamos antes, en la parte más externa de la ciudad, hasta este departamento más central, más cercano al hospital, y más espacioso. De todas formas, siempre voy a recordar lo felices que estábamos yo y mis padres cuando ella nació. Me encariñé rápidamente y siempre intentaba pasar el mayor tiempo posible juntos. Cuando volvía de la escuela, lo primero que hacía siempre era ir a verla y saludarla.
En ese entonces yo iba en la escuela primaria y me dedicaba casi plenamente a mis estudios, era mi única responsabilidad después de todo. Nunca fui muy extrovertido y tenía pocos amigos, Sophie se los puede decir... ¡Oh! Es verdad, no les he contado sobre eso aún. Como saben, conozco a Sophie desde que éramos niños, y eso se debe a que nuestros respectivos padres trabajaban en el mismo hospital. El padre de Sophie también es médico y se hicieron buenos amigos, por lo que regularmente íbamos a su casa o ellos venían a la nuestra para comer y conversar. Como teníamos la misma edad, rápidamente nos hicimos amigos e incluso íbamos en la misma clase, por lo que pasábamos mucho tiempo juntos. Esos debieron ser los mejores tiempos que pasó nuestra familia, desde el nacimiento de Liz hasta que cumplí los ocho años. Éramos felices, pasábamos por un buen momento en todos los aspectos, y la llegada de una nueva miembro de la familia había iluminado todo aún más. Una familia ideal.
Todo iba perfectamente bien hasta que llegó ese fatídico día. Mi padre viajaba con regularidad a congresos y cursos tanto en este Núcleo como en los demás, por lo que no era tan raro que se ausentara por unos días de tanto en tanto. En general ocurría una vez cada dos meses. Por ello, cuando nos dijo que tendría que ir a un congreso en el Núcleo 4 por una semana, lo tomamos como algo normal. Aunque triste por no poder verlo durante toda una semana, me despedí de él, le deseé un buen viaje y hasta le pedí si podría traernos recuerdos de allá. Pero..."
12 de noviembre del 2134
-La lista completa de las víctimas que viajaban en el avión se muestra ahora en sus pantallas. A pesar de que no se han podido encontrar los cuerpos de ninguna de ellas, algunas partes de la estructura del avión se encontraron flotando en el agua, a algunos kilómetros de lo que sería el lugar del accidente. Las razones del siniestro aún son desconocidas y no se han podido encontrar registros para saber las causas exactas. Las cámaras interiores se apagaron minutos antes de que el avión desapareciera de los radares y de los GPS utilizados para monitorearlo. Su última posición conocida fue en medio del océano pacífico, latitud...

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Los Ojos de la Verdad I - El alba del Poder
General FictionLuego de una horrible guerra, el mundo ha sido reorganizado como un Imperio Mundial donde todas las personas coexisten bajo un mismo gobierno, viviendo en una paz casi absoluta. En este contexto, Andy Valentine, un joven estudiante de preparatoria...