Kathie Mccaren.
Un día nublado en un pequeño poblado de Whashigton, Anville, como siempre vaya, contenía unos 3.000 habitantes, a media hora de el centro, y rodeado de un infinito bosque y playas.
Aquí es donde voy a empezar una nueva etapa, me mudo con mi padre, para cambiar de aires, ya que la muerte de mamá llegó afectarme, y estar con abuelos o amigos no era suficiente, necesitaba irme y volver a ver a mi padre.
Y aquí me encuentro, recién llegada del aeropuerto enfrente de la puerta de mi antigua casa de pequeña donde solía venir los veranos.
Pique dos veces emocionada al volver a ver a mi padre, no tardo más de diez segundos que mi padre ya se asomaba por aquella puerta con esa sonrisa de oreja a oreja.
-Kathie hija mía, que ganas tenía de verte estas guapísima-dijo mi padre sonriendo con lo último.
-Y yo a ti papá- dije sonriendo.
-Ven te enseñaré todo hija-dijo mi padre cogiendo mis maletas.
Entremos y me enseño la casa, me acordaba pero hacía muchos años de ello, me acomodé, la ropa la ordené y comimos juntos charlando de todo.
-Sé que la muerte de mamá te ha afectado mucho Kate..pero apartir de ahora serás feliz, lo sé-dijo mi padre poniéndose la chaqueta de policía, si es el sheriff del pueblo.
-Lo sé papá, no te preocupes, poco a pro-dije sonriendo pensativa y este se fue.
Decidi ir a buscar trabajo, me vestí con unos tejanos ajustados, una camiseta negra lisa estrecha, el pelo suelto y maquillada natural pero bien.
Estuve toda la tarde buscando algún puesto de trabajo, fui a todas las cafeterías, bares, restaurantes. Hasta que finalmente me cogieron en una tienda de antigüedades, era una pareja mayor, necesitaban a una chica joven que les ayudase con la tienda y justo yo era el perfil.
Volví a casa súper contenta e ilusionada, me había dado muy buena espina este trabajo, los abuelos eran un encanto y era mi primer día aquí...quizás aquí encuentre lo que estoy buscando.
Llegue a casa y decidí ponerme a limpiar así mi padre no tendría que hacer nada.
A las 19.00 acabé, sim saber que más hacer, me puse el chandal y salí a la puerta en el porche a fumarme un cigarro.
Estaba observando la calle, y casas que tenía enfrente, hasta que un coche me llamó la atención ya que estaba aparcando enfrente.
De este bajo una chica de mi edad diría yo, tenía el pelo por los hombros de color Moreno, pálida, y ojos claros verdosos.
-Kathie? Eres tú?-preguntó esa chica acercándose.. y poco a poco me sonaba más.
-Si, soy yo...me suenas pero..nos conocemos?-pregunté curiosa.
-Dios! Claro, íbamos juntas a parvulario, éramos mejor amigas! Soy Lucy, te acuerdas de mi?-pregunto contenta.
-dios, si, ahora si, hemos crecido mucho...tienes 18 cierto?-pregunté curiosa y asintió.
-Como estas? Cuando mi madre se ha enterado y me lo ha dicho he venido..me supondría que también estudiaras algo? O piensas trabajar? -preguntó curiosa.
-Bien, instalando me, y no ya acabé los estudios y necesitaba un respiro, pero justo hoy e encontrado trabajo en la tienda de antigüedades-dije sonriendo y le ofrecí un cigarrillo lo que aceptó.
-Gracias, con los Lootwood, son un matrimonio encantador y buenos, nunca le duran las chicas porque se aprovechan de ellos-dijo ella apenada-y lo de estudiar era por si íbamos juntas-dijo ella entusiasmada-pero nos veremos igual, es más de aquí dos Viernes hay una fiesta dando la bienvenida al otoño, que tal si vienes y te presento a gente?-preguntó ella animada.
-Oh si...tienen pinta de ser muy buenos, y si..me vendría bien conocer a gente y despejarme, gracias Lucy-dije sonriendo de lado.
Acabemos de fumar los cigarros y charlemos un poco más, la incite a cenar y acepto ya que mi padre no vendría a cenar.
Estuvimos recordando viejos tiempos, me contaba como estaban las cosas en Anville, y la verdad que muy cambiadas.
En 5 años han habido 30 muertes repartidas exactamente en esos años, 6 muertes cada año y empezaban todas en otoño.
Cosa que me quedo intrigada ya que mi padre no me comentó nada.
Al tener todo recogido fui a darme una ducha al cuerpo, y a la cama.
