Estábamos caminando por el bosque dando un paseo, los chicos iban delante y las chicas detrás aunque yo algo más que atrás, me distraje con un ruido y les perdi de vista.
Empezé a caminar en busca de ellos, entre tanto árbol y árbol porfin consigo encontrar un descampado uno dd ellos pequeño cerrado entre el bosque, pero en vez de encontrarme a mí grupo me encuentro a nada.
Soplo resignada cogiendo el móvil, pero pare mi acción al notar una presencia.
-Te has perdido?-preguntó un voz varonil.
Me giré y vi a un hombre de unos treinta y algo, moreno de piel con los ojos...rojos? Espera, rojos?
Me quedé sorprendida ante tal cosa, me quedé callada unos segundos para después hablar.
-No, ya sé dónde ir gracias-dije dándome la vuelta.
-Sht...yo no te he dicho que te vayas-dijo este poniéndose en una milésima enfrente mio, cómo es tan rápido?.
-Laurent-dijo una voz que me puso la piel de gallina, ronca, varonil, gruesa y sobretodo sexy e imponía.
Este se fue sin rechistar al momento, no sabía si girarme o no, pero de cierta manera me había salvado de ese hombre extraño.
-Gracias-dije sin girarme para después empezar a caminar. Escuché unas hojas y entonces me giré y ya no había nadie.
Seguí buscando a mis amigos y nada no encontré a nadie, decidí salir de ahí como pudiera e irme a casa.
En media hora salí porfin del bosque algo extrañada con lo sucedido, cuando porfin pille cobertura decidí llamar a Lucy, pero no lo cogió, asi que me encamine hacia donde dejé el coche.
A los 45 minutos por fin llegué a casa, subí a mi habitación, me puse cómoda y al acabar sin saber que hacer me senté en la cama mirando a la nada.
Hasta que mis ojos se desviaron al armario. Mi cabeza me repetía que no abriera la caja pero la curiosidad me mataba, me asegure por segunda avez que mi padre no estuviera y entonces cogí la caja del armario.
La puse en la cama enfrente mía, mientras yo estaba asentaba en forma de indio.
Abrí los botones, y con delicadeza la abrí, me quedé fascinada, las dos piezas bien colocadas, con esponja protectora, el corsario azul, era una joya increíble y preciosa, poco a poco lo cogí de la cabeza osbevarndo bien la piedra azul que llevaba.
Mis dedos fueron a tocarlo, tiene un tacto suave pero firme, era precioso, no sabía que importancia o valor tenía pero sería mejor q lo dejara ya de toquetear.
Cogí el libro y poco s poco lo abri. Me quedé un poco en shock por las miles de palabras en latino y dibujos bastantes terroríficos.
-Parece todo un libro de magia..-dije susurrando para mí, cuando de golpe pican al tiembre cosa que hace que sobresalté.
Lo guarde todo bien y me dirigí hacia bajo. Abrí la puerta y me encontré a un hombre de unos 40 años pálido y rubio junto a mi padre.
-Hija, menos mal que estás aquí-dijo mi padre abrazándome de golpe.
-Que pasa papá?-pregunté confundida.
-Donde estabas?-preguntó preocupado.
-Fui con el grupo al bosque a dar una vuelta pero me perdí, no los encontraba y me vine a casa, que pasa?-pregunté ya extrañada.
-Señorita Mccaren, soy el médico y forense de Anville, han desaparecido tres de tus amigos, Lucas, Shasha, y Jenn, los demás están en shock, debemos pensar que no están espezando con las muertes pero así es.-dijo el hombre de al ldo de mi padre. Me quedé en shock al escuchar eso.
-Donde estan?-pregunté al momento.
-En el hospital, los demás, los desaparecidos no han vuelto aun-dijo mi padre.
Sin decir nd me puse las bambas, sin importarme la hora y salí directa al hospital.
-Kathe!!-dijo mi padre para que bajara del coche.
-Tengo que ver a Lucy papá, luego vengo-dije y me fui a toda prisa
Llegue a los 10 minutos de lo rpaido que iba, me baje corriendo y entre.
-Porfavor, Lucy, Lucy Karc, acaba de llegar-dije nerviosa.
-primera planta, habitación 203-diko la chica y subí corriendo.
Busque busque y busque, y porfin encontré la puerta, entre de una, y me encontré a Lucy con los ojos abiertos sin pestañear mirando a la ventana fijamente.
-Lucy...soy Kathie..cómo estás? que ha pasado?-pregunte curiosa. por su parte había silencio, no hablaba.- Lucy..necesito saber que viste...fue un hombre de tez negra?-pregunté delicadamente.
-VETE! VETE VETE VETE VETE VETE!!!!!-Empezo a gritar como loca derrpeente, me asuste un poco ya que no me lo esperaba.
-Vale vale esta bien, me voy-dije dando pasos hacia detrás y salí cerrando la puerta detrás mía con la respiración agitada.
Note la mirada de alguien, no quise mirar y fui a ver a Matt y Taylor que estsban igual y decidí no entrar.
-Eres amiga de ellos?-preguntó el doctor acercándose Ami.
-Asi es-dije sin ganas de nada.
-Estam en una situación delicada, en shock y traumados,algo espeluznante tuvo que pasar para ello, lo que no sabemos es como escaparon-dijo el mirando conmigo desde el pasillo a Lucy.
-Gracias doctor, me voy a casa, necesito descansar mañana trabajo, me pasaré aver cómo está -dije dulcemente y asintió.
Salí del hospital y ya era de noche, divise en el parquing casi al lado de mi coche dos mercedes plateado y negro, y apoyado una pareja a espaldas de mi y un chico a caras mía que no podía verlo por la chica, notaba esa mirada aun,.
Cuando me acerque entonces lo vi, sus mirada conecto con la mía, y sabía quién era aquella mirada, nos quedemos varios segundos mirandonos, alto, pálido, cuerpo echo por los dioses, pelo castaño miel desordenado perfectamente, labios gruesos, ojos color celeste/miel, mandíbula ancha y vestimenta típico chico malo.
La pareja se giró a verme y yo continúe mi camino, me subí al coche y suspiré, pareci aque me hubiera robado el aliento.
Me atreví a girar mi cabeza hacia el y ahí estaba mirandome aún. Me había dejado demasiado cautivada esa belleza.