Capítulo 3

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Era increíble ver cómo Frank después de comer y entrenar tenía ganas de ir a una estúpida discoteca... Bueno no me hago el santo pero simplemente ya eso no era parte de mí.

-Ohhh vamos Aaron, no se te caerá el pito por querer despejar un poco el cuerpo y la mente -dijo Frank e inmediatamente puse cara de fastidio.

-Frank hoy simplemente no tengo ganas de tener personas totalmente desconocidas llenas de secreción corporal y olor para nada respirable por el día de hoy -dije sin mucho ánimo, pero como a Frank era imposible llevarle la contraria me encontraba de camino a la dichosa discoteca.

Inmediatamente al entrar mi cuerpo entró en tensión, simplemente odiaba sentir cuerpo desconocidos tocarme, era algo simplemente tedioso. Levanté la mirada y ví cómo Frank simplemente ya había captado la mirada de dos rubias, simplemente lo ignoré y caminé directamente a la barra de bebidas que está frente a mí.

Al sentarme me percaté de varios chicos tratando de impresionar un grupo de morenas y simplemente sonreí burlonamente *capullos* dije negando con la cabeza y me concentré en pedirle al barman un Whisky escocés Bruichladdich X4 Perilous.

Mientras llegaba mi bebida me puse a mirar a mi alrededor y recordé a mi yo de 17 años con toda las ilusiones y sueños en su punto más alto y solo concentrado en disfrutar el momento, en ese momento el barman me entregó mi trago y solo me puse a beberlo mientras sentí la presencia de alguien en mi hombro derecho.

Inmediatamente me tensé y levanté mi mano rápidamente evitando que me tocara, cuando giré el rostro ví que era una chica con más silicona que labios tratando de llamar mi atención.

Sin poder remediarlo la miré de arriba a bajo y mi cara de fastidio salió a la luz, simplemente odiaba cuando la gente me tocaba sin mi consentimiento.

-Hola guapo -dijo la rubia mordiéndose el labio y simplemente eso me desagradó.

Me di media vuelta y seguí bebiendo mi trago dándole la espalda ignorando totalmente ese estúpido suceso.

-Oh vamos, no me digas que no te gusta lo que has visto -dijo la chica, ya empezaba seriamente a fastidiarme.

-Si quieres invítame un trago, puedo hacer tu noche más interesante -cuando ella dijo eso simplemente de mí salió una risa irónica sin humor.

-Simplemente sigue tu camino niña -le dije girando ligeramente mi rostro y volviendo a poner mis ojos en lo que quedaba de mi bebida.

-Si me dejas puedo demostrarte que no soy una niña, pero si quieres puedo ser una muy mala -ella dijo mirándome completamente de arriba a bajo poniendo un dedo en su labio mientras me miraba con lujuria, esa fue la última gota.

Lentamente de giré y apoye los codos en la barra y la miré, era increíble como se mordía los labios sin saber que eso simplemente era desagradable de ver.

-Lamentablemente no creo que tenga ganas o sobras de tiempo para desperdiciarlo en alguien que no tenga ni el más mínimo grado de respeto hacia sí mismo ni el más mínimo grado de decoro, así que por última vez fuera de mi vista NIÑA -dije ya con mi mandíbula tensa, ella puso cara de ofendida y de desagradó sin saber que el desagrado me lo había dejado a mí. Esa era una de las razones por la que no me gustan estos lugares, para mí se habían vuelto lugares para personas con almas vacías o con intereses carnales.

La ignoré me tomé el último trago y ya cansado de su presencia emprendí mi camino a buscar a Frank y a salir de este lugar.

Lo localicé en una esquina con una rubia en sus piernas susurrándole algo al oído mientras ella solo sonreía, eso me hizo negar lentamente la cabeza mientras el levantó la mira y me vió. Le hice un señal y le dije que lo esperaba afuera.

Cuando salí a la parte delantera de la disco ví que estaba lloviendo y la temperatura había descendido considerablemente varios grados, Frank a los dos minutos llegó detrás de mi y yo solo salí del local ajustando mi chaqueta caminando hacia mi camioneta, maldije entre dientes sintiendo como el agua y el frío se colaban por mi chaqueta.

Cuando llegamos a la camioneta Frank comenzó a parlotear del ligue que había hecho esta noche y que mañana tendría una reunión casual con dicha chica, yo solo me dispuse a salir del lugar donde estaba parqueado. Cuando doble para salir del parqueo Frank simplemente se calló de repente haciendo que lo mirase.

El estaba viendo un punto fijo y era el callejón enfrente de la discoteca, me dispuse a conducir sin querer perder el tiempo viendo sabe Dios que Frank miraba.

-Aaron frena -Frank dijo con voz monótona.

-Que mierda Frank, estoy mojado hasta las pelotas, cansado y tú sigues jodiendo, no me paro ni una mierda -dije frunciendo el ceño y mirando la carretera.

-QUE FRENES EL PUTO AUTO TE DIGO CON UN CARAJO!?! -dijo Frank e inmediatamente supe que algo pasaba y frené de golpe y lo miré esperando una buena explicación, pero el simplemente sin mirarme bajó del vehículo dejando la puerta abierta.

Yo como pude estacioné para que no se provocara un atasco con el vehículo en la calle y fuí en dirección donde se había ido Frank.

Cuando entré en el callejón me tensé, sabía que debía ser algo serio para que él hiciera eso y fue cuando la ví, inmediatamente mi cuerpo se tensó aún más mientras el frío se hacía más presente.

Ella estaba ahí, en el suelo, una mata de pelo negro como la noche ella un pequeño bollo junto al perro que había visto anteriormente, cuando me acerqué la realidad me golpeó con fuerza. Ella estaba empapada, su ropa le quedaba grande , se veía sucia, el perro solo me miraba mientras no se despegaba de ella y ahí fue cuando  la realidad volvió a mí.

Escuché a Frank hablándole pero ella no movía ni un solo músculo, su rostro se encontraba cubierto por una mata de pelo mojado, su piel estaba de un color muy pálido y su respiración ni siquiera se notaba. Frank me miró e inmediatamente supe que tenía que hacer algo.

Me apresuré a dónde ella estaba volteando su cuerpo, quité el pelo que cubría su rostro y mi corazón en ese momento tuvo un paro, me detuve a mirar su rostro y era delicado, sus cejas era gruesas, sus pestañas eran abundantes, sus labios simplemente era perfectos, tenía un rostro angelical y algo en mí se movió, pero cuando toqué su rostro supe que algo andaba mal, muy mal, ella estaba muy fría, su respiración simplemente no la podía percibir.

En ese momento miré a Frank y el supo inmediatamente que hacer, yo sin pensarlo dos veces comencé a tomarla en brazos en ese momento el perro me miró y ladró, y percibí que la chica dijo Layla y yo inmediatamente miré al perro supe que era a ella que se refería.

La terminé de tomar en brazos y salí del callejón con el perro detrás, afuera me esperaba Frank con la camioneta y la puerta trasera abierta.

Yo sin pensarlo dos veces subí y le hice señas al perro y este subió inmediatamente.

-Frank al hospital más cercano, rápido -dije notando cómo Frank aceleraba y con el mi corazón.

No sabía que rayos pasaba conmigo pero yo solo podía mirarla a ella, me era imposible dejar de mirarla. Levanté mi mano y toqué su rostro y en ese momento mi corazón se paró. Ella no estaba respirando...

Esto no podía estar pasando...

Corazón de AceroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora