Muchos describen a Aiden como perseverante o estratégico, pero según palabras de Andrew, el Reino Unido era más bien del tipo calculador y obsesivo.
Está de más decir que Fietcher niega tales afirmaciones por todos los medios posibles, él se describe como una nación con gustos, pasatiempos y costumbres de lo más comunes y corrientes sin ningún tono alarmante.
Pero su habitual práctica nocturna contradice todas sus defensas y lo pone en serio riesgo de ser demandado por vía legal, y es que, ¿quién en su sano juicio espía a alguien todas las jodidas horas que puede?
Exacto, Aiden.
La verdad sea dicha, por algo el británico se sobre esforzaba por ocultar su pasatiempo favorito de todos en el jodido mundo, principalmente del objeto de su interés y el sujeto de todas sus observaciones.
Ante los ojos de todo el mundo, sus tutores incluidos, Aiden tenía un aura angelical e inocente en disfrute cada que observaba ya sea su laptop o su Tablet, la escena era tan rutinaria que muchos pensaban que el bretón se enganchaba con series y se fidelizaba tanto que no se perdía ni un capítulo.
Pero, claro, casi nadie se daba cuenta que esa costumbre literalmente desaparecía cuando el mexicano estaba cerca o cuando debía pasar algunos días en territorio británico por eventos o negocios, la situación igualmente aplicaba si Aiden estaba en territorio mexicano.
Los pocos que lo habían notado suponían que eso era porque para Aiden, Mauricio era uno de los amigos más importantes y que era su forma de demostrar su cariño hacia él, así que le restaban importancia a ese "pequeño" detalle.
Si tan solo algún latino se enterara...
Esa noche en particular, el bretón se encontraba muy atento a su laptop, pues su conversación semanal con México se vio tremendamente acortada, ya que de sus dos horas usuales solo hablaron míseros veinte minutos, todo gracias a un factor sumamente irritante: visitas.
Y no, no cualquier visita, sino que una muy molesta, chillona, pegajosa, indeseada y entrometida plaga de origen polaco había decidido arribar a tierras mexicanas y se hospedaría durante seis días con sus noches; aún le causa desespero el recuerdo de esa terrible noticia.
<< —Bueno, rosita, tengo que colgar.
—¿Eh?, ¿qué?, ¿por qué?
—Pol está de visita, se quedará seis días a partir de hoy.
—¿Por qué?
—Sabrá dios, a mí aún no me ha dicho nada, que mañana voy a saber.
—Oh...
—Sep. Pero prometo que lo compensaré la otra semana, ¿sí?
—C-claro.
—Bueno, descansa, Aiden, que sueñes con los angelitos.
—Igualmente, cielo. >>
Si Polonia piensa que se lo va a quitar está muy equivocado.
Justo en ese momento el polaco y el mexicano aparecieron en la pantalla de la laptop, la cámara colocada en una esquina estratégica del techo de la colorida cocina del castizo le mostraba todo el panorama, ambos ocupantes comían algo de comida traída de fuera y compartían un momento ameno.
Haciendo paréntesis, aún le sorprende cómo diablos Estados Unidos se había dado cuenta de la red de cámaras espías que logró colocar en la casa entera del mexicano, por suerte no encontró la que había logrado instalar en el baño de Mauricio; y mejor no mencionemos el griterío histérico que tuvo que soportar después.
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Momentos [U.K.Mex]
General FictionCada persona atesora los momentos que vive con la persona que ama de diferente manera. Aiden vive muchas situaciones con Mauricio, desde eventos agradables, algunas malas experiencias, hasta incluso darse luz de la competencia. ¿Podrá la nación bri...