Prologo

29.4K 1.9K 331
                                    

Stiles se abrió para darle espacio suficiente a Derek, un reflejo sumiso y necesitado que le quedaba genuinamente bien al humano y que a él como hombre lobo alfa satisfacía ver.

Derek por supuesto aceptó la invitación sin pensarlo dos veces. Se posicionó entre los suaves y regordetes muslos de Stiles y empujó su virilidad hasta lo más profundo del humano con cierta habilidad,  provocando que ambos gimieran por el logró obtenido, sus cuerpos encajaban con tal perfección abrumadora que ninguno de los dos pudo siquiera decir algo coherente en esos momentos. Un hecho que incluso satisfacía al lobo, porque Stiles no era precisamente un hombre de pocas palabras. Era agradable solo estar sumergidos en la pasión del momento.

Stiles apretó sus hombros con fuerza tratando de relajarse antes de dar inicio al vaivén, encajando sus uñas de corte irregular en la fina y morena piel del hombre lobo, nada que en un par de segundos solo fuera como un vago recuerdo sin huellas para ambos. Derek estaba ofuscado con las emociones que las bruscas caricias de Stiles le daba, y por la situación en general que hasta cierto punto lucía irreal. Le nublaba la razón sus propios actos una vez que comenzó el baile al compás de una absurda canción de adolescentes porque "alguien podría escucharnos Derek".

Todas las emociones se acumularon en la boca de su estómago mientras marcaba un ritmo, los gemidos de Stiles, el fuerte aroma a sexo... todo era demasiado para su autocontrol. Pronto y sin darse cuenta comenzó a transformarse, las uñas de sus manos que se aferraban a la almohada que se encontraba a un costado de Stiles eran un buen indicio de su salvajismo inicio, la visión más detallada y el brusco crujido de las maderas con cada embestida debieron advertirle que era un buen momento para que Derek intentará calmarse un poco, pero no podía. El aroma era embriagante y los gemidos eran celestiales. En lo único que pensaba era en alabar a algún Dios y luego simplemente enterrarse más profundo en ese pequeño pedazo de cielo, pero... todas esas ideas quedaron en segundo plano cuando otro pensamiento inundó su mente tras Stiles echar para atrás su cabeza, exponiendo su delgado y largo cuello frente a sus salvajes instintos.

—¡Dios mío! —gimió Stiles cuando Derek continúo tocando su próstata, presionando constantemente y obligándolo a poner los ojos en blanco de puro placer—. Haz me tuyo, alfa.

Derek puso sus ojos en rojo vivo, el llamado del alfa por fin se concretó con aquello dicho. El ritual ya había empezado y Derek no pudo desistir a su instinto. Se abalanzo sobre el pálido cuello y dio una mordida profunda que fue recibida con confusión y miedo por parte del humano. Los suaves y picantes aromas de sexo cambiaron a unos más agrios de miedo y tensión, Stiles intentó apartarlo, pero era claro que su fuerza no podía ser comparada con la de un hombre lobo diez años más grande que él. Sus gemidos fueron de desesperación temerosa, y los llamados a Derek se volvieron vagos... pronto el sabor a sangre inundó su paladar y solo entonces Derek reaccionó a sus actos.

Abrió los ojos de golpe y tan rápido como se apartó, Stiles se tapó la herida con la palma de su mano desnuda, su mirada de horror lo contagió a él mismo, obligándolo a salir de su interior para terminar sentándose en el filo de la cama. Apestaba a ansiedad... realmente no puede culpar algo como eso.

—¡¿Qué mierda hiciste?! —el castaño se levantó de la cama y corrió por toda su habitación completamente desnudo, Derek también quería saber qué fue lo que hizo, así que se incorporó mirando al adolescente esperando a que sus ideas se aclararán en su mente.

—Lo siento... —dijo Derek mirando todo el ajetreo que hacia Stiles en la habitación, buscando entre todo su desorden juvenil una gasa para después ir directamente hasta donde estaba un espejo de cuerpo completo, examinando la mordida en el cuello al rojo vivo, con sangre todavía saliendo de su interior. Derek ni siquiera sabía qué hacer, la había cagado monumentalmente, mientras tenía sexo, joder, ¿Qué clase de anécdota era esa? Si tener sexo con Stiles ya era muy irreal, morderlo para transformarlo lo era aún más... Definitivamente se le había escapado de las manos todo lo ocurrido esa tarde.

Sin más que hacer e imaginando que había cortado el rollo mucho antes de poder venirse, tomo sus cosas mientras miraba por el rabillo del ojo como Stiles continuaba examinando la herida en el espejo, su cara decía lo molesto que estaba con ello. Era casi increíble como las emociones habían pasado de éxtasis a ira desmedida, y todo por su maldita culpa

—Me mordiste y lo único qué dices es "lo siento" —Stiles bufo mientras se volteaba con el ceño fruncido una vez que pudo parar el sangrado con la gasa y un par de cosas que tenía en la mesita de noche—. Y no me salgas con la puñetera frase que le diste a Scott cuando Peter lo transformó. No me interesa... mejor dime ¡¿por qué cojones lo hiciste?!

—Yo... —Derek no sabía que decir, el recuerdo del pálido cuello debajo de él y la frase "hazme tuyo" sonaba en su cabeza como única respuesta, pero temía que si lo decía en voz alta Stiles no lograría creerle—. Perdí el control un poco... tal vez...

Aquella respuesta tampoco fue lo suficientemente buena para controlar la ira de Stiles, quien tomó una sandalia y se la aventó a la cara como en esos memes de mamás latinas, no niega la posibilidad de que eso pudo habérselo aprendido de Melissa. A Derek por supuesto que no le dolió, pero ver a Stiles tan enojado lo puso un poco alterado. El castaño camino hasta él con la herida ya tratada y una mueca en los labios que resultaba graciosa e intimidante en partes iguales.

—¿Un poco? —repitió casi indignado—. ¡¿Un poco?! Derek, ¡Me mordiste! ¡¿Qué crees que va a pasar conmigo ahora?! ¡Joder!

—Stiles, fue un accidente... —tal vez Derek debía aprender a quedarse callado mientras Stiles lo regañaba.

—Sabes que, vete de mi casa, ¡vete! —Stiles lo tomó del brazo e intentó moverlo para que saliera de su cuarto, Derek se avergonzó, pero salió de la habitación a rastras, Stiles estaba muy molesto. Una vez que Derek estuvo desnudo en el pasillo de la casa Stilinski, Stiles le lanzó los zapatos a Derek, la única cosa que no había agarrado mientras tomaba sus cosas—. Más te vale que no aparezcas por aquí por un tiempo maldito sourwolf ¡No quiero verte! ¡Lárgate!

Stiles le cerró la puerta con estrepitoso estruendo... No sabe qué fue lo peor que le ocurrió ese día, si haber mordido a Stiles sin su consentimiento, haber sido echado de la habitación desnudo en una casa ajena, o haberse topado al Sheriff cuando salía de ella, pero sabe que ese día, definitivamente Derek había hecho más que solo "obsequiar" una mordida.

EnlazadosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora