S H I N M I D O

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Ooc!, distance friendship.

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I've got all this demons hiding underneath
Nobody can see them, nobody but me
And you're the reason
The only thing that keeps me
From falling off the deep end.

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El chico miraba su teléfono nervioso. Su iluminación era lo único que dejaba ver su cansado rostro, que dudaba en dar un simple toque a la pantalla. El nombre "Midoriya" entre sus contactos le daba una sensación de inseguridad.

Él sabía que el pecoso estaría durmiendo a esas horas y no quería molestarle, mucho menos interrumpir su sueño bien sabiendo él lo malo que era no dormir el tiempo debido.

Joder, no quiero darle la noche con tonterías, pensó.
De todas formas, lo que le pasaba era nada realmente, ¿no?
Podía simplemente apagar el teléfono, dejarlo en su mesita de noche e irse a dormir —o a intentarlo, al menos—.
Ponerse a escuchar música y buscar un poco de relajación también era una opción.
Podía animarse él solo, sin depender de nadie a quien abrazar, o hablar.

Solo es que era alguien débil, que no soportaba lo que tenía encima y se sentía solo, nada más.

—No le voy a llamar. —decidió, acabando por picarle con el dedo pulgar a la flecha para salir del apartado "Llamadas" en Whatsapp.

O eso creía.
Suspiró tratando de calmarse, cosa que no consiguió.
Menos cuando oyó al teléfono dar tono.

Mierda.
Había picado a "llamar".

Casi le da un pequeño ataque de pánico antes de siquiera pensar que perfectamente podía colgar y decirle que había sido un error por el chat. Y cuando lo consideró una opción ya era tarde.

Su amigo había contestado la llamada.
Y él se había quedado en blanco.

—Hito, dime. —escuchó a Izuku en la otra línea. Su voz no parecía de recién levantado.

Shinso calló varios segundos y decidió acercar el teléfono a su oreja.
Bueno, ya está hecho...

—Hola, Midoriya.

—¿Cuántas veces te he dicho que o me llamas Izuku o me llamas Izuku? —chasqueó su lengua, aunque llevaban tiempo conociéndose no dejaba de llamarle por su apellido. —Que no es por na', pero a mí me suena raro.

—Es la costumbre. ¿Qué haces?

—Pos na'. Falta poco pa' la hora infernal y estoy esperando a ver si Katsuki aparece.
—abrió los ojos un poco sorprendido. ¿A quién esperaba el peliverde cerca de las tres de la mañana?

—¿Quién?

—El demonio. — Ah, ya entendía. Midoriya era un gran fanático de esas cosas después de todo. Con razón estaría levantado a esa hora.

—¿Qué demonio?

—Pues el que venga. El caso es que cuando lo vea lo bautizaré como Katsuki Midoriya, será mi hermano demonio, jugaremos a ángeles y demonios, y él hará de ángel.

Favourite song: you | Multishipping Donde viven las historias. Descúbrelo ahora