Cada Minuto

16 1 2
                                    

Querida madre :

Aunque no sé si realmente debería llamarte así, porque nunca te has portado como una y hasta una perra tiene más instinto maternal que tú.
Sé que cuando leas esto querrás matarme y la verdad es que no me importa, porque para entonces yo ya estaré muy lejos de ti.
Lejos, pero vivo.
Lejos de ti, de tus maltratos, de tus golpes y de tus vejaciones

Cada vez que te veo, me tiemblan las piernas, se aceleran mis latidos y se me agita la respiración. Cada vez que te acercas, me tiemblan las manos y quiero huir, es ya tanto el miedo que me provocas, pues ya no sé qué excusa vas a poner esta vez para ensañarte conmigo como tantas otras veces.
Tal vez dirás que fue porque no te obedecí o quizás el pretexto sea que estás estresada por mi culpa, sea cual sea tu justificación no importa. Porque al final el resultado es el mismo: golpes e insultos y créeme, ya estoy harto de ser siempre el maldito saco donde descargas todas tus frustraciones; pero como siempre soy un cobarde y no tengo el valor suficiente para suicidarme de una vez.
Así al menos dejaría de ser un estorbo, como te encanta decirme cada vez que me golpeas.

Pero ¿sabes algo? No es conmigo con quien deberías desquitarte, porque yo no elegí nacer, es más ;creo que de haberme abortado, jamás habría arruinado tu perfecta vida y tú te ahorrarías las molestias de tener un parásito inútil como hijo ¿verdad?

Quizá digas que soy un mal agradecido por irme de tu lado, después de todo lo que has hecho y sacrificado por mí.
Pero dime ¿qué es lo que realmente debo agradecerte? ¿Qué no me hayas abortado, a pesar de que eras muy joven para hacerte cargo de un hijo que no querías? ¿Acaso tengo que agradecer el sacrificio que hiciste, al no casarte con tal de no imponerme a un padrastro? ¿O qué a pesar de que fui un estorbo para ti, no me abandonaste en un orfanato como tantas veces me amenazaste? Preferiría que lo hubieras hecho, así nos habrías ahorrado, a ambos, años de sufrimientos innecesarios.
Además ¿es que no te has cobrado lo ya lo suficiente? ¿No te bastó con quitarme hasta la última migaja de amor propio, cada vez que me insultabas? ¿No fue suficiente con romperme la autoestima durante todos estos años?

Pero créeme mamá, que no te odio,estoy lejos de hacerlo. Más bien, lo que siento por ti es lástima, sí, lástima; porque estás tan vacía que piensas que puedes imponer respeto a base de violencia.

Sólo espero que un día te des cuenta de que te estás haciendo daño a ti misma y que recapacites.

Adiós para siempre.
El inútil de tu hijo. Javier.






























Bueno, aquí les dejo la siguiente parte. Ojalá que este nuevo año sea mejor para todos.
Les agradezco mucho su paciencia y el apoyo a mis historias.

Voten y comenten.

Regards & kisses para todos.

Relatos De Una Mente Desvelada. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora