Reaccionando a Rap's de Naruto

Hisoka y Arata (Capitulo) *Chocolates y fresas*

Esto si es un capitulo, y bueno, el mundo donde se desarrollara la historia y algunos personajes son de Kishimoto.

Este capitulo se basará en antes de que fueran llevados por mi.

Este capitulo es yaoi, no leer si no te gusta el yaoi.

Un joven Hyuga se levanto, al levantarse hizo las cosas normales que hacía siempre al levantarse, el se levantaba sonrojado, pues nunca había tenido un sueño humedo tan grafico y mucho menos teniendo de protagonista a ese azabache, el chico suspiro.

''Supongo que le diré que si, si no lo digo ahora, ya no podré aguantar, aunque los Hyugas no lo permitan, aunque me acusen de ser como Scar, quiero estar con Arata'' dijo pensando en que chico, el cual protagonizaba siempre sus sueños, el pensaba como él, y el Hyuga ya no podía aguantar ver sus labios otra vez y no besarlo.

Al salir de la mansión se escontraba caminando, iba a comprar unos chocolates, los cuales, el joven Hyuga amaba con todo su ser.

Al caminar el disfrutaba de lo hermoso de la aldea, podía ver sus tiendas y todo lo demás, la gente alrededor saludaban al Hyuga, el cual los saludaba por igual.

En el camino lo vio a él y a sus amigos, él se encontraba muy animado charlando con ellos. El era un hombre alto y muy buen parecido, poseía una piel clara, unos ojos negros, un cabello lacio negro, era sinceramente perfecto, el hombre con las cuales muchas mujeres soñaban, pues este no solo era atractivo, también era adinerado, un shinobi muy fuerte y venía del prestigioso clan Uchiha. 

Se fijo en su rostro, cuanto le encantaba verlo, ver su nariz fina, sus labios que lucían carnosos, aquellos labios con los que siempre soñaba besar, se preguntaban ¿A qué sabían?, pues lucían tan malditamente perfectos. El Hyuga se mordió los labios.

El Hyuga se sonrojo al darse cuenta lo que estaba pensando, la gente a su alrededor lo miro ''Desventajas de tener una piel muy palida'' pensó, pues así era, el Hyuga poseía una tez clara cual Blanca nieves, que tan solo un pequeño sonrojo se hacía notar en esa piel tan clara, tan tersa y hermosa.

El hyuga cruzó al lado del hombre que se encontraba riendo, y el hombre se dió cuenta que paso a su lado ¿Cómo? Es algo obvio, el Uchiha siempre podía reconocerlo, en especial por su olor, el hyuga tenía un caracteristico olor a fresas que lo volvía loco, que despertaba todos sus sentidos.

El Uchiha se encamino a perseguir al Hyuga y le dijo a sus amigos -Hablamos después, chicos- dijo y fue corriendo para estar al lado del Hyuga, los amigos del Uchiha se extrañaron, al llegar, empezo a caminar -Hyuga- dijo cortante, el Hyuga lo miró y se sonrojo recordando brevemente lo que había estado pensando y soñando -Arata- al decir eso, su mirada volvió al suelo.

-¿Qué tal tu día, Hyuga?- Pregunto Arata -Regular- respondió con timidez el Hyuga, el cual se regañaba, pues a pesar de siempre actuar como un Hyuga, al estar al lado del Uchiha se volvía muy timido.

-¿A dónde vas?- Pregunto el Uchiha, el Hyuga señalo una tienda de chocolates en la cual le faltaba poco para llegar, el uchiha asintió, mirando al Hyuga.

Al entrar al Hyuga se le iluminaron los ojos al ver tantos chocolates, -Wow- expreso muy emocionado, el Uchiha se sorprendió y luego sonrió -¿Qué quieres? Yo te lo compró- Dijo el Uchiha con una pequeña sonrisa - ¿Enserio? - Pregunto Hisoka mirando al Uchiha con una gran sonrisa, el Hyuga empezo a señalar distintos chocolates, el Uchiha cogió todos y los pago, el no pudo evitarlo, al ver al Hyuga, el dueño de sus suspiros y delirios así, el solo quería regalarle el mundo entero, no pudo evitar que al ver esa bella sonrisa, se apoderase de su cuerpo, un sentimeinto calido y maravilloso, llamado amor.