Reconciliarse

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(capitulo especial de "ships" debido a lo que está ocurriendo últimamente.)

Era una tarde en la casa de ese humilde abuelo, pero no como cualquier otra. Hoy Merlon iría de compras, y eso era muy malo, ya que todos querían ir con el. ¿Como ibas a negarle eso al pobre Fargan, que te mira con esos ojitos? La diferencia es que hoy tres de ellos no quisieron ir, y esos eran Willy, Vegetta y Rubius. Es cierto que los dos rubios eran un caos, pero confiaba en que Vegetta podría ser de ayuda. Asi que sin más se despidió y se fue.

—¡Adios, Merlon!—Se despidió Willy, con una sonrisa adorable y un tono dulce, obviamente escondía algo

—Adios, Merlon.—Vegetta esta vez le dió el adiós, algo desanimado, o quizás serio.

—¿Adios, Merlon? ¿A dónde va?—Preguntó Rubius, algo confundido, pero Merlon ya se había ido.

—Al mercado, tontito.—Respondió Vegetta, rodando los ojos.

—¡Ay yo quería ir!—Lloriqueó el oso, cruzandose de brazos, y Willy le miró ladeando la cabeza.

—Pues... Te abro la puerta.—El más bajo de todos ofreció, siendo rechazado al instante por el pelinegro.

—¡William!—Regañó el de ojos morados, suspirando para no alterarse rápidamente.

—Vegetta, deja al niño en paz.—Rió Rubius, dándole palmaditas en la cabeza a Willy, pero este no lo tomó muy bien.

—¡No soy un niño! ¡Tú eres un poste!—Se apartó, acariciando su cabello mientras hacía una mueca, aunque lograba verse adorable

—Aww, ¡El niño está haciendo un puchero, Vegetta! Sácale una foto.—Continuó molestandole, con cierta gracia. El pelinegro los miraba, sin hacer nada, ya que no pasaba a mayores y le divertía también.

—Rubius, voy a romper cada uno de tus juguetes.—Amenazó, aún sonriendo con dulzura, y escondiendo sus manos detrás de su espalda.

—Ya, ¿Tú y cuántos más?—Rodó los ojos, sonriendo de la misma forma, sinceramente él era bastante alto a comparación de Willy, pero no resultaba fácil intimidarlo.

—Yo... Y Vegetta. ¿Verdad que si, Vege?—Miró a su mejor amigo, sonriendo de forma tierna y ladeando la cabeza levemente

—Uh... Willy...—Comenzó a hablar por fin, pero fue interrumpido, ya que al parecer al otro rubio le molestó lo que había dicho Willy.

—¡Eso es mentira! Vegetta no me haría eso, hmm...—Se cruzó de brazos,  mirando al pelinegro.

—Uy, se puso celosa...—Willy comenzó a reír, y tomó el brazo de Vegetta, abrazandose a él.—Pena que Vege me prefiere a mi.

—Pero...—Vegetta se sonrojó, no entendía como habían llegado a ese tema tan repentinamente.

—¡Hey!—Rubius tomó su otro brazo, abrazando al de ojos morados de igual forma.—Vegetta me prefiere a mi.

—¡Oh, ya me diras tú a cuantas aventuras has ido con el!—Frunció el ceño, se estaba comenzando a molestar.

—¡Y ya me diras tú cuantas estrellas vieron juntos!—Iba a seguir hablando, pero escuchó un suspiro proveniente de Vegetta.

—¡Sueltenme ya! Dejen de pelear por un segundo, yo no podría elegir entre ustedes dos.—Ambos rubios lo soltaron, gruñendo en voz baja.

—L-lo siento...—Willy miró hacia el suelo, sollozando levemente. Ya nadie sabía si era una estrategia para que Vegetta le quiera, ya que de todas formas el siempre lloraba.

—Willy, no llores.—Suspiró, abrazando al de ojos verdes. En cambio, Willy solo le sacó la lengua a Rubius, aprovechando que Vegetta no podía verle.

—¡Eh, eh! ¡Pero!—El oso hizo un puchero, tirando de la ropa de el pobre pelinegro, quien le dió la espalda a Willy para abrazar a Rubius también.

—¡N-no puedes hacer eso! ¡Ratón!—Se puso entre medio de ellos dos, le estaba molestando mucho el comportamiento de Rubius.

—¡Si puedo! ¡Vegetta no es tu perro!—Se defendió, y discutían de forma tan rápida que al parecer Vegetta no sabía que hacer.

—¿Quien te crees?—Le dió un golpe a Rubius, en el brazo. Willy era bastante celoso.

—¡Eso dolió, William!—Le devolvió el golpe, dándole luces al niño a cargo.

—A ver, tontitos.—Tiró del cabello a ambos, quienes lloriquearon un poco antes de oír como se abría la puerta.

—La tienda estaba cerrada y...—Merlon miró la escena y detuvo su explicación, para poner una mueca de confusión.

—¡JAJA! Hostia, la que ha liado Triple 7—Auron comentó, entre el repentino silencio, haciendo reír a Lolito.

—¡A-Auron! No digas malas palabras.—Luzu le regañó entre susurros, recibiendo un leve "Ups, perdon."

(🐻🌳 Esa misma noche...

Willy estaba en su habitación. Era algo tarde, y nadie estaba despierto más que el. Se sentía bastante mal por lo que había pasado hoy, ya que había sido muy malo con Rubius y Vegetta (No crean que era el único que se sentía así.) Se levantó, con frío, y se dirigió a la cama de Vegetta para darle un besito en la frente, antes de salir de su recamara para ir a la de Rubius.

Al estar frente al oso levantó sus sábanas, acostándose a su lado para abrazarlo. Hace mucho que no se abrazaban, y no se llevaban específicamente mal. Además se sentía cómodo y cálido ahí. Cerró sus ojitos, pero los abrió nuevamente al sentir una caricia en su cabello, levantando vista.

—¿Que sucede, Willy?—Susurró el otro, para no ser oídos, mientras sonreía. Al más bajito se le cristalizaron los ojos, ya que esperaba que lo echase, o algo así.

—He sido un niño malo.—Le respondió, susurrando de igual manera, algo apenado por su pelea.

—Lo hemos sido.—Corrigió Rubius, riendo de forma suave para cerrar sus ojos, correspondiendo al abrazo del otro.—Duerme ya.

—O-oh, vale...—Sonrió, cerrando sus ojos nuevamente para dormir. Al menos tenía la consciencia limpia, y aunque sabía que en horas volverían a discutir lo importante es que ambos se querían.

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⏰ Última actualización: May 06, 2020 ⏰

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