Un día normal.

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Hoy, en un día como cualquier otro, un pequeño niño se levantó con muchos ánimos a molestar a sus hermanos. Fargan tenía hambre, y su solución era despertar a Luzu para que le cocine, porque el era buena persona. El otro le repetía varias veces. ''Fargan, no se cocinar... es temprano.'' pero el buho no entendía muy bien.

-¡Luzu, Luzu! Tengo hambre...-Dijo, moviendo al otro en su cama para despertarlo. Probablemente todos ya le hubieran pegado, pero Luzu es un angel.

-Voy Fargan...-Bostezó, antes de levantarse con algo de dolor de cabeza. Se dirigió a la cocina, y estirandose un poco pudo alcanzar una manzana, la cual le dió a Fargan.

-¡Oh! ¡Gracias, Luzu! te quiero-Sonrió, abrazando a Luzu energicamente, quien solo soltó algunas risas, yendo a despertar a Vegetta. Esa era su rutina. Llegó al cuarto que compartía con Willy, y debía tener mucho cuidado de no despertar al rubio tambien, o sufriría su llanto. Lamentablemente eso hoy si ocurrió.

-Vegee...-Entró a su habitación, adormilado, para avanzar hacia la cama del pelinegro. Pero no notó que habían juguetes en el suelo, y terminó pisando un lego.-¡Ah! ¡Auch!-Se tapó la boca de inmediato, comenzando a lagrimear.

-Hmm...-Se quejó Willy, sentandose en la cama, mirando a su hermano en el suelo, y también comenzó a llorar.-¡Luzuu! ¡Te dije que no me despiertes!

-P-perdón Willy... solo quería despertar a Vegetta...-Le explicó, pero Willy seguía enojado, entonces comenzó a sollozar mas fuerte para no oirlo. Eran niños.-¡Levantate temprano y deja de llorar! ¡Eres un... un...-Se detuvo, pensando que quizás estaría siendo cruel.

-¡¿Un qué, Luzu?!-Se cruzó de brazos, notando que Vegetta parecería despertar pronto. Tenía el sueño pesado.

-¡Un vago!-Controló su respiración, frunciendo el ceño y acariciando su pie, aun le dolia un poco.

-¡Eso es mentira!-Willy miró hacia el pelinegro, haciendo un puchero.-Vegetta, dile que no es cierto...

-Hmm...-El pelinegro se tapó los oidos con su almohada, levantandose rapidamente y viendo a ambos llorar sin razón.-Dejen de pelear, Willy no es un vago, y Luzu lo hizo sin querer.

-¿El qué?-Preguntó Fargan, entrando a la habitación, y sentandose al lado de Willy.-¡JAJA! Estuviste llorando.

-¡No es verdad!-Le respondió Willy, dandole un pequeño golpe a Fargan. Vegetta ya estaba enojado.

-Fuera de mi habitación todos.-Con voz firme, el pelinegro echó al resto que se fue sin protestar, excepto Luzu que si protestaba porque le dolía el pie.

Ahora todos se encontraban en el salon, y se dividieron para despertar al resto. Luzu quería despertar a Mangel, Willy a Rubius y Fargan fue obligado a despertar a Lolito.

A Luzu le fue perfecto, como siempre le va, entró a la habitación de Mangel fijandose en el suelo antes de acercarse a el y moverlo suavemente.

-Mangel, es hora de levantarse...-Decía en voz baja, para no aturdirlo. el otro abrió sus ojitos, asintiendo y tomando sus lentes para comenzar a usarlos. Luzu le sonrió.

-Hm... E-esperenme allí...-Le dijo, desviando la mirada, el castaño le obedeció y se retiró dandole su espacio.

A Willy... no le fue tan mal, el suele ser algo brusco con todos, pero con Rubius tiene cariño.

-¡Rubius, levantate, tonto!-Y ahí estaba el cariño que le tenía. Se tiró a la cama junto a el, aplastandolo para que despertara con exito.

-¡AH! ¡POR DIOS!-Se asustó, abriendo sus ojos y encontrandose el rostro del rubio con una sonrisa inocente. Frunció el ceño, y llevó su mano hacia el cabello de su hermano acariciandolo.-Hola, Willy.

Kindergarden || KarmalandDonde viven las historias. Descúbrelo ahora