Las hojas caen marchitas,
De tonos naranjos,
El viento se vuelve frío,
Las flores se esconden,
Los animales se alimentan
Esperando el invierno,
Las chaquetas
Son ocupados,
Saliendo del armario
Sin ser alimento
De las polillas.
Los vestidos de gala se guardan,
El helado en mi mano
Se mantiene
No cambia,
No se cae,
Ni se deforma,
Mi corazón tranquilo
Espera la llegada del invierno,
De naranjos
A blancos,
Los días lluviosos
Son los más esperados
Durante el año.
Mis pies congelados,
Morados y agrietados,
No se escucha la risa de los niños,
Solo el llanto de estar encerrados,
Los bailes no se hacen,
Escondidos bajo mantas
Buscando el calor imaginario,
Proveniente del alma,
Escucho susurros a mi espalda,
No tengo frío,
No tengo miedo a un resfrío,
Solo sigo un camino imaginario,
Me duele el alma
Pero no molesto,
Me escondo entre las hojas secas
Del manzano.
Mi vestido es de color marrón,
Mi cabello mojado
Giro alrededor de la sala,
Escucho jazz
Mientras bailo,
Aunque no soy bailarina,
Me escondo en el escenario,
Abajo del reflector
Alumbrando mis alas,
De un color naranja
Asemejando el otoño
Pronto lleno de escarcha
Es tiempo de guardarlas,
En el armario
Al igual que el verano.