Parte 16: Amor en tiempos de lluvia.

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Me fui a mi cama, estuve toda la noche pensando, mi vida estaba cambiando y no me estaba gustando, algunas partes si me gustaban, pero otras, no.

Di vueltas a mi cama, no podía dormir, miré el reloj, las 1 y media. Me sentía como si me hubiera bebido tres cafés y cuatro coca colas. Cogí el móvil y le escribí a Mike, seguramente no estaba despierto, pero quería asegurarme. Me contestó. Estuvimos hablando un rato, ya eran las 2 y fuera estaba lloviendo a cántaros, seguía sin sueño.

"¿Quieres que nos veamos ahora?" "no tengo sueño" "¿Qué tal por la plaza de Shakespeare?"

Le contesté que vale, me calcé con mis botas blancas, y me puse el chubasquero, me quedé en camisón.

Salí corriendo, debajo de la lluvia, me daba en la cara y me daba gusto, hacía frío fuera, pero me sentía como en una burbuja aislada, estaba llegando a la plaza cuando me agarró por detrás. Al girarme me lo encontré cara con cara, y se echó a besarme. Impulsivamente me eché para atrás.

-Lo siento... Yo pensé... -verlo empapado y con lluvia a su alrededor me produzco una sensación en el estómago que no podría definir. Me eché hacia delante y le planté un beso en los labios. Me rodeó con sus brazos, y sentí cosas en mi interior, como no las había sentido nunca, fue suave, tierno pero sobre todo, agradable. Me encontré rodeada por él, en un ambiente cálido, aunque estuviera lloviendo, le abracé.

Poco después nos separamos para tomar aire, la lluvia caía a nuestro alrededor como si estuviéramos en una película.

-Justo como lo imaginé. –sopló cuando nos separamos, yo me reí. –Estás temblando, ¿quieres que nos refugiemos en algún sitio? –negué, tenía el camisón pegado de lo mojado que estaba y el pelo mojado me colgaba. Lo miré a él, tenía el pelo castaño empapada y se le quedaban algunas gotas en un pelo del flequillo, llevaba un chubasquero como yo y el pantalón de pijama, de cuadros azules. Me reí, solo me apetecía estar con él.

-Solo quiero estar contigo, aunque signifique que mañana me despierte resfriada. –le dije plantándole un beso, se sonrojó.

-Delilah, creo que esta es la mejor noche de mi vida, y creo que nos esperan muchas más como esta. –dijo abrazándome, le abracé fuerte, no quería que esto acabara. Me sentía a gusto por primera vez.

-Mike, no podemos decírselo a nadie, si alguien se entera creerán que cortamos porque le puse los cuernos, y es mentira. –le dije intentando limpiarme un poco la cara, ya que las gotas de agua me estaban nublando la vista.

-No se lo puedo decir as Alex de todas maneras, últimamente no me habla, pero después de ver lo que te hizo tampoco me apetece hablarle. –me dijo, agarró mis mejillas y me dio otro beso.

Nos quedamos otro rato más, pero esta vez hablando sobre nosotros, al poco miré mi reloj, ya que me había dejado mi móvil en casa y vi que eran casi las 6.

-Mike, son casi las 6, creo que deberíamos irnos cada uno a su casa, total, nos veremos en el instituto. –le dije mientras que veíamos como empezaban a salir las primeras luces de la mañana, había parado un poco de llover, ahora solo chispeaba.

-Vale, nos vemos en el instituto, pero actúa como si fuéramos solo amigos. –dijo dándome un último beso en la frente y guiñándome el ojo. Lo abracé antes de irme, ahora si me sentía bien.

Él era esa persona. Nos despedimos y me fui a mi casa corriendo, antes de cruzar la esquina me giré, ya estaba lejos, pero veía su figura a lo lejos. 

Siempre serás túWhere stories live. Discover now