Black quarantine/+18 NamJin

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Mientras tanto Namjoon intentaba cocinar algo para cenar los dos juntos, pensó en hacer pizza pero sabía que a su hyung no le gustaba mucho así que decidió cocinar unos macarrones con queso. Algo fácil pero rico. Cuando Jin hyung salió del baño vestía una camisa que le llegaba justa para cubrir sus muslos y unos bóxers por debajo. Miró a Namjoon que seguía de espaldas cocinando y se sentó en la isla de la cocina.

Cuando Namjoon se giró para servir los macarrones en un plato, vio como su hyung lo miraba atentamente. A Namjoon se le hizo la boca agua al ver a Jin con solo una camisa y unos bóxers, tanto que se mordió el labio sin darse cuenta. Se acercó a Jin y le tendió su plato de macarrones. Kim Namjoon se sentó a su lado con su creación en frente. Los dos cenaron en silencio, un silencio que no era para nada incómodo. De hecho los dos estaban disfrutando de la cena. Cuando terminaron Jin recogió los platos mientras Namjoon servía un poco de vino en dos copas. Los dos se tumbaron a ver una película en el sofá pero a la mitad de esta Jin se quedó viendo a Namjoon, no sabía si era por el vino o por la luz que lo iluminaba en aquella oscuridad pero para él esa noche Nam se veía muy atractivo.

Cuando On Chesil Beach acabó RM se dirigió a su cuarto para poder dormir. Aquella noche Jin se sentía frustrado, sabía que había una atracción entre Namjoon y él, pero no sabía por qué nunca llegaban a más. Quizás era porque Nam pensaba que su hyung no estaba listo?, no. no podía ser aquello. Jin ya lo había hecho anteriormente con más hombres y además Namjoon sabía que a Jin le gustaba masturbarse a menudo. Seokjin no sabía en qué momento había comenzado a llorar por la frustración. El pelinegro lloraba desconsoladamente sentado en la silla de estudio apoyando la cabeza en sus brazos colocados encima de su mesa. Jin sentía tal impotencia que le dio igual que Namjoon le pudiera oír desde su cuarto.

Jin estaba tan concentrado en llorar que no se dio cuenta de que Namjoon estaba justo detrás suyo. Kim Namjoon respiraba a menos de siete centímetros del cuello de Seokjin y el pelinegro ni se había dado cuenta!. Seokjin solo reaccionó cuando unos labios húmedos se posaron en su cuello. Se quedó inmóvil en su sitio. Esta vez dejaría que Namjoon le cogiese hasta que su interior no pudiese más.

En un momento brusco Namjoon hizo que Jin se levantara de la silla y quedase de espaldas a él. Namjoon paseaba su lengua por todo el cuello del mayor, lamiendo y succionando la piel debajo del recorrido. Jin se sentía excitado, moría por tener a Namjoon dentro suyo.

En un movimiento rápido Namjoon se deshizo de los bóxers de Jin y se bajó los suyos dejando a la vista su gran erección. Seokjin se lamió los labios al sentir como el menor hacía presión en su entrada. Podía sentir las lamidas del menor en su cuello y eso lo excitaba. A Jin le encantaba esa sensación de calor hormigueando en su interior. Seokjin giró un poco la cabeza para poder morder los labios del menor y besarlos necesitadamente. Namjoon se abrió paso por la cavidad bucal de Jin y se dio permiso para morder sus labios repetidamente para acabar entrelazando su lengua con la del mayor.

Namjoon estaba demasiado caliente como para estar disfrutando de juegos previos así que se dio prisa e introdujo su miembro en el interior de Jin. Seokjin sintió toda la extremidad entrar dentro, gimió el nombre de Namjoon y luego se mordió el labio inferior para acallar sus gemidos.

Seokjin comenzaba a ver borroso por culpa del vaivén de sus caderas, su vista se nublaba cada vez que el menor lo embestía contra aquel mueble. Namjoon se movía a un ritmo perfecto para el pelinegro, él apretaba a su hyung contra el escritorio y este se puso de puntillas para poder sentir el pene de Namjoon entrar mejor. El ambiente era caliente, en la habitación se escuchaban los gemidos de Jin y los fuertes choques de sus caderas, a parte eran notorios los ruidos de succiones y mordidas de Namjoon en Jin.

El placer de aquella habitación se podía sentir a kilómetros de distancia. Los dos se sentían bien. Namjoon por fin había conseguido a Jin, y Jin por fin podía follarse a Namjoon sin ningún escrúpulo.

-Na-Namjoon, ah!, joder... -Namjoon había acelerado sus embestidas y a Jin no le quedó más remedio que seguirle los movimientos. Jin se sentía cerca del clímax así que Namjoon salió de él y lo forzó a darse la vuelta para mirarlo a los ojos. Con una mano aprisionando sus dos mofletes y con la otra masturbando al mayor. Namjoon ansiaba ver como Jin se corría delante suyo y por eso no le dio tanta importancia a su propio placer.

Un líquido claro y viscoso hizo presencia en la mano de Namjoon, su hyung había llegado al orgasmo pero el mayor no quería acabar de ese modo. Con la respiración agitada Jin recorrió con su lengua el torso de Namjoon hasta llegar a su miembro, agarrarlo y metérselo en la boca. Namjoon agarró el pelo de Jin y empujó su cabeza para que el mayor pudiese chupársela mejor.

Jin hyung era una maravilla con la lengua, lamía y succionaba en los momentos justos para hacer jadear a Namjoon. Namjoon tenía las mejores vistas del universo, un chico mayor que él, no, corrijo. Su hyung le estaba haciendo una mamada. Sin duda la mejor que le habían hecho en toda su existencia. Con la cabeza echada para atrás y con las manos empujando la cabeza de Jin, Namjoon llegó a correrse en la boca del pelinegro. Las próximas imágenes eran mucho mejores que las de su hyung haciéndole una felación.

Jin con la boca llena de su leche dejaba sin querer escurrir un poco por sus labios, una gota recorrió un trazo desde su comisura derecha hasta su cuello. A Namjoon eso lo excitó mucho más. Agarró a Jin e hizo que se tragara todo su semen. Namjoon quiso jugar un poco más con aquella boquita así que metió un dedo en ella y exploró cada rincón. Jin acompañaba con su lengua cada sacada y metida de Namjoon. Cuando el menor vio que a Jin le costaba un poco seguir su ritmo decidió que ya iba siendo hora de dejarlo estar. RM elevó a su hyung hasta dejarlo en la cama del mayor. Namjoon aprisionó a Jin debajo suyo y dejó un suave camino de besos desde sus mofletes hasta su cuello.

-H-hyung, te amo -Namjoon lo dijo con un deje de vergüenza en su voz pero sabía que lo que decía era cierto. Jin no respondió, solo lo agarró de la camisa y lo hundió en su cuello hasta sentir besos en este. Los dos sabían que necesitaban el calor del otro para vivir y aquella noche lo comprobaron.